Bogotá, noviembre 13 de 2017.
Hoy hicimos una locura: Páramo El Verjón por la vertiente de Choachí
Choachí- Verjón un puerto categoría especial

En la les contamos nuestra experiencia durante el recorrido Monserrate – Páramo el Verjón un trayecto de 18 kmts, clasificado como puerto montañoso de segunda categoría.
Ayer domingo Giaco, quien vive enamorado de esa hermosa región, planteó la idea de hacer el lunes festivo la subida al Verjón pero por la vertiente de Choachí; sorprendentemente le salieron al ruedo once interesados, así que vía Whatsapp, durante la tarde y parte de la noche fueron concretando la cita.
En la tarde Pulga me comentó que la idea era subir en carro hasta el páramo, dejar allí los vehículos y descender en bici a Choachí, para poder hacer completo el ascenso desde esa población al páramo El Verjón. Inicialmente deseché la invitación cuando me dijo que eran 23 kmts de subida, no está ni tibio le respondí. Pero como la carne es débil terminó convenciéndome con el argumento de que Nobile y Marcolino iban a medírsele, qué carajo me les uní.

De esta manrea los once arriesgados que se le midieron al “ciclo paseo” se dieron cita a las 7:00 a.m. en la “Y” pasando el instituto Franklin D. Roosvelt en el kilómetro cero de la subida hacia Choachí. A las 7:30 a.m. partimos rumbo al Páramo en cuatro vehículos, el de Alberto Rivera, el de Marcolino, el de Pulga y el del Chinazo Eduardo. Llegamos al Parador Colombia punto ubicado a 3.367 mts sobre el nivel del mar, el más alto en el ascenso desde Bogotá, donde a pocos metros comienza el descenso hacia Choachí. Allí dejamos dos vehículos, en los cuales bajamos Marcolino, Pulga, Eduardo, Nobile, O. Márquez y W. Duarte, Martha la esposa de Eduardo y una de sus hijas, Katherine la novia de Giaco. Fabio, Giaco, Camilo, Alberto R. y Francisco Ruiz bajaron en sus bicicletas.
Durante el descenso en carro pudimos apreciar que la carretera está en perfecto estado, se nota que no hace mucho fue repavimentada totalmente. Pese a ser final de puente el tráfico vehicular es moderado, no hay peaje en ese tramo de Bogotá a Choachí. La parte más dura será la salida desde el pueblo y los kmts finales para llegar al páramo. Marcolino va preocupado por el empinado descenso, piensa que "eso está como berraco pa subirlo".
En Choachí desayunamos y coordinamos la salida así: Arrancaron Nobile y Marcolino para que tuvieran una ventaja. . Alberto R. y Francisco decidieron partir enseguida de Nobile y Marcolino y acompañarlos un buen trayecto. Giaco,Fabio y Camilo bajan 6 kmts más hacia Ubaque, Pulga, William, Eduardo y yo bajamos solo 1.5 y giramos para enfrentar al destino, estaría de Dios.
Así en tres grupitos partimos de Choachí población ubicada a 1934 metros sobre el nivel del mar,en una especie de hondonada. La meta es llegar a la cima del Páramo del Verjón a 3.283 metros, en el Parador Colombia. Pasaremos de 22 grados centígrados a temperaturas cercanas a los dos o tres grados, es decir de tierrita templada directo al páramo donde se le congela a uno el chorrito cuando orina o le sale en cubitos. Juepucha eso suena feo ¿cierto?.Pero a eso vinimos ya no hay vuelta atrás.
Tan pronto dejamos la estación de gasolima ubicada a la salida la cuesta nos espera sonriente, parece burlarse de estos "cachacos" que hoy se las tiran de valientes. Como ya habíamos visto cómo es la marea, tocó desde la salida preparar la relación más suave sin reservar nada pues ya tenemos que afrontar un primer kilómetro con rampas por encima del 10% y hasta el 12% . En el siguiente kmt las rampas bajan al 8% en promedio pero igualmente se sienten duras y se deben tomar con calma. En cada curva de herradura volvemos a ver a a Choachí por allá abajo en la hondonada, finalmente la dejamos atrás a pasito regulado.

Del kmt tres y más o menos hasta la mitad del camino la pendiente se suaviza un poco y se hace más pedaleable, incluso se pueden utilizar uno o dos piñones más duritos, pero estando siempre atentos a cambiarlos cuando el ascenso se endurece en alguna curva. Pero la cosa es subiendo por allí no existen los tramos de descanso.
En el km 12 encontramos un remanso en la subida, es la única zona de descanso en la que durante unos 300 metros disminuye la pendiente y casi se aplana, hasta parece bajada, esto nos permite utilizar cambios más fuertes para aprovechar y avanzar, dado que lo que se viene es duro. A partir del km14 y durante aproximadamente 5 km las rampas no bajan del 7%, 8%, y 10%. Uno alcanza a ver arriba cómo la carretera serpentea bordeando la montaña, es mejor no pensar si podremos llegar a esas alturas y mejor pedalear con calma.

Justo cuando mis piernas tienden a desfallecer por la pendiente continua, llegamos al Km 18, una zona donde podemos apreciar a la izquierda enormes paredes de roca que parecen talladas por algún artista, se nota que los ingenieros le robaron un corto espacio a la peña para colgar la carretera, a la derecha un profundo abismo. Decidí parar y bajarme de la bici, para tomar aire, me quedaba un bocadillo y algo de líquido.
Bordeando las paredes de roca llegamos al puente mirador, les aseguro que es el único trayecto plano de todo el recorrido, pero solo son apenas como 100 metros. Desde el puente la vista es sencilamente espectacular, se aprecia abajo el valle y la carretera, nos da una idea de todo lo que hemos subido, me imagino que si caigo por allí llego rapidito a Choachí.Traté de tomar una foto hacia abajo, pero mientras saqué la bolsa del celular y lo desempaqué en segundos la niebla borró la vista del valle abajo.
en el cual se aprecia la estructura sobre la cual construyeron sobre pura roca el puente que reeemplazó a la vieja estructura de madera la cual duró muchos años, en el 2012 .

Cuando uno pone pie en tierra, para "hidratarse" lo asaltan los malos pensamientos así que debo confesar que pensé en subirme al carro, afortunadamente no lo ví entonces retomé mi bici con la misión de completar la tarea. Luego arriba varios confesarían que también hicieron allí un descansito breve.

Según nuestras cuentas aún restan 5 kmts de subida, pero lo malo es que no sabemos qué tan duros son. Avanzamos y a los dos kmts desaparece el abismo, ya no bordeamos la peña rocosa, entonces a lado y lado de la vía aparece en todo su esplendor la zona del páramo con su hermosa vegetación compuesta por especies típicas de los páramos, como los helechos, líquenes, frailejones, pequeños arbustos y gran cantidad de arbustos delgados que a lo lejos parecen varas de color café, que llegan a tres y más metros de altura, su troco se asemeja a una piña alargada cuya base parece un frailejón, la verdad no se cómo se llama esa planta, hizo falta nuestra Bióloga Laura.

El helado viento nos indica que estamos cerca de la meta pues además en el horizonte ya vemos la cima. Pero ojo que los últimos 3.5 km, aunque son muy suaves comparados con las duras y largas rampas que hemos ascendido, ( nos dejan usar piñones más fuertecitos para avanzar más rápido), el cansancio pasa cuenta de cobro. Ha sido largo y extenuante el pedaleo y estamos superando los 3200 msnm altura que afecta al cuerpo.
Pasamos una zona donde la vía está en arreglo y llegamos a la entrada al “Parque Ecológico Matarredonda” el cual vimos cuando descendimos en carro, una referencia que nos indica que ya estamos a kilómetro y medio de nuestro objetivo.
Finalmente el alma llega al cuerpo cuando avistamos el Parador Colombia, allí nos damos cuenta de la proeza que hemos hecho, casi 23 kmts de duro ascenso, amigos finalmente hemos coronado un puerto de Categoría Especial.
Todos los once, incluida Nobile y Marcolino hicieron la subida sin ningún tipo de ayuda. Felicitaciones. Será tan duro que Giaco y Fabio sintieron el rigor del ascenso y tuvieron su bajonazo de energía. Katherine se alcanzó a preocupar por Giaco.

Pero acá estamos ya en zona de recuperación hidratándonos y calentándonos con el agua de panela con queso en vaso plástico y mantecada que nos sirve en el Parador Colombia una señora confinada tras una reja metálica, seguramente debido a los atracos. Allí vende además abarrotes para los lugareños. En uno de los muros incrustaron una placa en la cual agradecen al entonces alcalde Petro por llevarles hasta allí el servicio de buses del SITP.
Hora de descender en los vehículos hacia Bogotá, con la satisfacción de haber conocido y coronado el que está catalogado como el más bello puertos montañoso de Cundinamarca y uno de los de la geografía colombiana. Gracias a Giaco por la idea, y atodos los que se le midieron al reto, algo improvisado pero valió la pena.
, sin duda tenemos incluirla en el menú del 2017, para que todos la puedan disfrutar, es posible subirla solo es cuestión de tomarla con calma y con mucho respeto y ella se deja.
Si quedaron algo tensionados por esta aventura, para que se relajen un poco los dejamos con esta simpática historia que nos ocurrió en el páramo mientras degustábamos las arepas de maíz pelado recien horneadas.
Hasta la próxima aventura pronto amigos y amigas ciclo lectores.

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