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Atención

El ciclismo puede despertar la pasión sexual de su esposa.

El sonido del despertador me saca de improviso del mundo de los sueños, medio atontado logro apagarlo y trato de recordar qué día es hoy, claro es domingo y son las 5 y 30 de la mañana. Le doy los buenos días a mi esposa y le pido que me dé un reporte del clima, pues está más cerca de la ventana.

-El piso está mojado, creo que llovió hasta la madrugada, pero parece que pronto va a despejar. Levántate amorcito ya te preparo el desayuno

Con ese reporte, le doy un abrazo y un beso a mi mujer, ... humm me entran unas ganas terribles de quedarme con ella en la camita, pero triunfa la pasión por el ciclismo, como dijo Uribe, toca aplazar el gustico. 

Me levanto, me dirijo al baño, me afeito, tomo una ducha y comienzo mi rutina dominical, mirar la programación, seleccionar el uniforme, vestirme; hoy debemos utilizar el Negro-rojo. Luego como un buen piloto hago un "check list" empezando por la cabeza, para que no se me olvide nada, casco, bandana, cachucha, guantes, zapatillas … luego tomo el periódico para ojearlo y espero que mi amada esposa me traiga el desayuno.

-Desayuna tranquilo que yo te preparo la caramañola mi vida.

Miro el reloj, son las 6 y 30 de la mañana de este frío domingo de octubre. Me despido de mi adorada esposa, quien amaneció hoy especialmente atenta y cariñosa conmigo, afortunadamente todavía la hago suspirar, pues el abrazo fue de película, les cuento que casi decido quedarme, pero esta vaina del ciclismo es como un imán. Tomo mi maletín y bajo al parqueadero. 

Allí inicio la segunda parte de mi rutina dominical, abrir el depósito, sacar el portaciclas, montarlo en el carro y luego acomodar la bicicleta. En la puerta del garaje me encuentro al portero que me saluda y se despide, no se porqué, pero le noté una sonrisita sarcástica, seguro que no entiende como uno sale a montar en bicicleta en un día oscuro y poco soleado. Pensará que estoy loco. 

Miro hacia la ventana y allí está asomada mi esposa quien me envía un beso. Definitivamente soy muy afortunado, casi diez años de casado y vean el amor casi intacto. Le correspondo su beso "sopladito" e inicio el viaje, tomo la avenida. El piso aún está mojado y a las pocas cuadras observo con preocupación en el parabrisas que está chispeando. 

Llegó a la calle 80 y veo que por allí llueve copiosamente, miro hacia el occidente y me preocupa ese cielo totalmente encapotado. Mierda!! Entonces, me pongo a pensar, hoy vamos hasta Pradera y seguro que por allá está lloviendo, entonces solo iré a perder el tiempo. Entonces decido regresar. Qué carajo, estamos comenzando octubre, ya habrá oportunidad de recuperar los kilómetros perdidos. 

Como no hay casi tráfico en pocos minutos llego al edificio, el portero me saluda, esta vez también le noto esa sonrisita rara. Desmonto la bici, la guardo y tomo el ascensor. Miro el reloi y apenas son las 7 y 15 a.m. La sorpresa que se va a llevar mi amada esposita cuando me vea. Mientras el ascensor sube se me ocurre un plan malévolo. 

Abro la puerta muy despacio, sin hacer ningún ruido, luego la cierro lentamente, no quiero que se vaya a despertar. Qué carajo, hoy no monté en bicicleta pero podré hacer la segunda cosa que más me gusta. 

Me quito los tenis y los dejo a la entrada para que ella no escuche mis pasos. Por el camino hacia la alcoba me quito la camiseta, las medias y la pantaloneta, miro hacia abajo y quedo atónito, huy todo eso es mio?... la sorpresa de mi mujer será grande, pienso que esto debería hacerlo por lo menos una vez al mes, definitivamente estas llegadas sigilosas son mejor que el Viagra. De las que me pierdo por culpa de CicloBR! 

Entro al cuarto mi esposa, está recostada, parece que duerme profundamente; en punta de pies me acerco, levanto con cuidado las cobijas, me deslizo silenciosamente entre las sábanas, me le arruncho a sus espaldas. Le susurro al oído muy bajito holaaa

Pronto ella me siente, sin voltearse me toca. 
- Huy amor que es eso…, Humm… ya te extrañaba, pensé que no llegarías, con este frío me estaba congelando… ¿puedes creer que el "guevón" de mi marido se fué a montar en bicicleta?"

*Artículo de humor publicado en esta web en el año 2009

 

 

 

 

Bogotá mayo 31 de 2015

Salidas número 17 de 2015- .

Para salir de la rutina, con la bici a tierra caliente.

La rutina en el ciclismo, o en cualquier otra actividad  no es buena, es peligrosa, por esa razón en este grupo tratamos de cambiar las rutas por las cuales semanalmente transitamos, de esta manera evitamos que la rutina nos sofoque y termine por reducir la pasión que nuestro deporte despierta. Lamentablemente no son muchas las opciones, pues existen factores limitantes que impiden mayores cambios, como las distancias para desplazamiento, el tráfico vehicular, la inseguridad y el riesgo.

En la programación para mayo decidimos incluir una salida a tierrita caliente, aprovechando la invitación de Nobile y Pulga quienes nos ofrecieron la casa que tiene su familia en la cercana población cundinamarquesa de Viotá. Se trataba de salir el domingo muy temprano, hacer una etapa no muy larga y luego tomar un descanso, un piscinazo, almorzar y regresar el mismo día a Bogotá al final de la tarde. En años anteriores se había programado un recorrido similar que resultó exitoso.

Trece ciclistas se le midieron al reto del cambio de clima y con ellos concretamos el plan  que se había definido y comunicado varias semanas antes. Como el grupo  no era muy grande los Pulga propusieron que quienes pudieran hacerlo viajaran  desde el día anterior para agregarle un día de trabajo ciclístico, atendiendo a esa famosa frase de Diego Duarte “acá la programación no se cambia, se amplía”.

Al recorrido sabatino, que nos llevó de Viotá a la población El Triunfo ubicada a solo 20 kmts se unieron Nobile, Pulga, Nidia, Eduardo, Marcolino y Orlando. Nos escoltó en su vehículo Martha la esposa de Eduardo. Tomamos la vía antigua, es más amplia, pero lamentablemente está bastante descuidada y presenta varios tramos en los cuales la capa asfáltica ya desapareció, lo que nos obliga a transitar con precaución e incluso en algunos casos a bajarnos de la bici. En una de las subidas la rueda trasera de la bici de Pulga le patinó, no alcanzó a sacar el pie del choclo y cayó afortunadamente solo sufrió leves raspones.

Al final de  la tarde llegaron Reinaldo y su esposa Vicky, Pablito, William y Diego Duarte.

Luego de una frugal cena Marcolino sacó su cuatro y nos deleitó con un concierto de música llanera. Nidia se lanzó al ruedo y  lo acompañó en un par de canciones en la improvisada lunada.

El domingo recibimos a Guillermo, William Trejos y a Geoffre. William Duarte no podía montar por cuanto recién le habían practicado una operación de cornetes pero quiso acompañar a su hijo Diego.

Martha y Nobile, las chefs en jefe y sus ayudantes Nidia, Marcolino y Eduardo nos prepararon tremendo desayuno.
Generalmente la temperatura en Viotá es elevada pero hoy contábamos con un clima bastante benévolo, la temperatura ideal, calientico pero sin los quemantes rayos solares.

Pasadas las 9 de la mañana partimos de Viotá con destino a Anapoima distante 32 kmts, nos acompañó el señor Eduardo conductor de Guillermo. Salimos de Viota y tomamos la vía a Tocaima. Una primera subida de un par de kmts a la salida de Viotá para calentar los músculos y luego el descenso que nos conduce a la población El Piñal.

El cañón del Piñal hasta la salida a la vía a Tocaima, es un tramo tranquilo rodeado de árboles frondosos que generan bastante sombra, lo cual hace que el recorrido en bicicleta sea muy agradable. El terreno es quebrado con pendientes casi imperceptibles que facilitan rodar con el plato grande.


Salimos a la vía a la Mesa y giramos a la derecha con dirección  a Apulo. Con una temperatura a nuestro favor iniciamos el ascenso, son un poco menos de 19 kmts hasta pasar por Apulo y aproximadamente 9 más para llegar a Anapoima.
La vía tiene una pendiente constante  sin mayores dificultades, con algunos repechos que obligan  al cambio de relación, pero tiene leves descensos que permiten la recuperación. Normalmente la elevada temperatura nos va minando en la subida, pero hoy teníamos los dioses del clima a nuestro favor.

Subimos a un paso regulado, prácticamente siguiendo a William Trejos quien marchaba firme al frente del lote, el monito de vez en cuando recibía uno que otro empujoncito de Nidia que le generaba nuevas fuerzas. Pablo, Eduardo y Pulga se turnaban para apoyar a Nobile. De esta manera en lote compacto y a paso suave pronto absorbimos 19 kmts de ascenso.


Cuando estábamos cerca de Anapoima, en una curva encontramos vehículos  de la policía y ambulancias, apenas unos minutos antes un motociclista y su parrillero que bajaban perdieron el control de su vehículo con tan mala suerte que fueron a parar bajo las ruedas de una buseta que venía en sentido contrario. Logramos pasar antes de que el sitio fuera acordonado dado que tenían que practicar el levantamiento pues falleció uno de los accidentados.

Paramos en la estación de Terpel a poca distancia de Anapoima, tomamos un breve descanso y emprendimos el camino de regreso. Al bajar el sitio del accidente ya estaba acordonado y no nos permitieron pasar.


Afortunadamente a pocos metros vimos una carretera angosta con una pendiente imposible de subir en bici, nos comentaron que esa vía salía más adelante nuevamente a la principal así que decidimos tomarla, con la bici en mano. La pendiente era tal que aún a pie era difícil el ascenso; algunos lo hicimos en medias para ahorrar choclos.

Una vez culminaba la subida llegamos a una  vía  angosta sin pavimentar que nos  llevaría nuevamente a la carretera principal, justo unos metros abajo del sitio del accidente. En el tramo sin pavimento cogí la cresta en el centro de la vía y al suelo fui  a parar.

En el cruce de la vía principal y la que nos lleva al Piñal nos reagrupamos y continuamos el camino hacia Viotá donde nos esperaba el descanso, refrigerio, la piscina  y un suculento sancocho.

Un tintico, la tertulia con los comentarios de la etapa y luego a empacar maletas pues el paseo lamentablemente llegó a su final. Los anfitriones nos escogieron naranjas de la finca y luego   y pasadas las 5  de la tarde emprendimos el regreso a Bogotá, con el recuerdo de una agradable aventura ciclística que por algunas horas nos desconectó de la rutina y el estresante tráfico de la capital.

Agradecemos a Nobile, Martha y Pulga por todas la atenciones y por permitirnos ese agradable “descanso” en ciclístico  en tierrita caliente.


Les deseamos una feliz semana, los dejamos con algunas imágenes del Ciclopaseo.

El miércoles publicaremos la programación para junio.


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