Bogotá marzo 13 de 2022
Los políticos son una pesadilla para los ciclistas.
Hoy casi no me levanto, gracias a una pesadilla que me hizo levantarme a las cuatro de la mañana, luego no pude conciliar el sueño, por momentos pensé en excusarme y no asistir hoy, pero teníamos programada una salida para El Chuscal, una etapa que lo tiene todo, una adecuada dosis de terreno plano y doble ración de montaña, todo en un paquete de solo 60 kmts y no me podía perder esa maravilla.
Antes de contarles lo ocurrido hoy en nuestra salida dominical, permítanme narrarles brevemente cuál fue mi pesadilla. Me acosté tipo 10 de la noche pensando en por quién votaría en las elecciones de este 13 de marzo, aunque ya mas o menos tengo la decisión, me trasnoché pensando en todo lo que dicen los periodistas y funcionarios de gobierno que desinforman a la ciudadanía y meten miedo, luego repasé los resultados de las últimas encuestas, finalmente me dormí. Pero a las cuatro de la mañana mi esposa me despertó, ¿qué te pasa?; parece que dormido estaba animando a un candidato, me dijo que yo repetía esto: “vamos fulanito, súbale un cambio, vamos ya falta poco, no mire para atrás pedaleae, ya lo tiiene! .
Me senté al borde de la cama, entonces recordé que había tenido un extraño sueño, resulta que en mi pesadilla los candidatos habían decidido participar en una carrera de ciclismo desde el Rosal hasta el Alto del Vino, todos aceptaron que apoyarían al que llegara primero al alto y que serían sus ministros en el nuevo gobierno. Justo cuando iban a premiar al ganador, mi esposa me despertó y no pude saber quién fue el campeón y si finalmente habría paz y se acabaría la polarización en Colombia. Esto es a grandes rasgos lo que recuerdo de aquel pesado sueño:
Yo iba conduciendo mi carro, era el conductor elegido en esa carrera y hacía el recorrido de atrás hacia adelante para apreciar el desempeño de los político-ciclistas.
Rodolfo Hernández, no quiso participar en la competencia, pero allí lo vi al comienzo de la subida al Vino al frente de ese restaurante donde Alberto Rivera y el mono Trejos paraban para aplicarse uno de esos caldos de pescado llenos de ojos. El viento estuvo a punto de volarle el peluquín anaranjado; optó por usar una estática por su edad, "Yo nunca me he trepado a una joda de esas de dos ruedas y menos lo voy a hacer a mi edad, no me crean pingo - señaló. Como ingeniero solo me le he subido a un montacarga. Un Petrista le gritó viejo perezoso y Hernández le zampó su cachetada. Cada vez que pasaba otro político le decía corrupto y que le iba a quitar la chequera, mientras su equipo de pelados le tomaban videos para Tic Toc y le mostraban en un libro de geografía dónde quedaban, Vichada, Vaupéz y Mitú.
Petro iba subiendo bien, los demás candidatos-ciclistas lo acusaban de doping, decían que en su caramañola llevaba cervecita Polar venezolana, arriba lo esperaban La Procuradora, El Fiscal El Defensor del Pueblo y el Contralor para hacerle una prueba de doping, afirmaban que llenaba las plazas públicas con borrachitos a quienes le pagaba el trago para que luego lo empujaran con disimulo en la carrera, yo no vi eso en la carrera, pero en la radio, Carlos Antonio Vélez, Vicky Dávila y Néstor Morales que transmitían en vivo afirmaban que tenían pruebas y de tanto que lo repiten, ya casi me convencen. Pero el tipo seguía campante, en la punta del pelotón, sudaba petróleo y llevaba en los bolsillos un par de aguacates Hass y adherida a su camiseta una estampita de San Francisco bendecitda por el Papa. Sus contendores apostaban que no llegaría a la cima, Sarmiento Angulo, Pastrana y Duque le tiraban tachuelas, pero adelante iba Gustavo Bolívar con una escoba barriendo el camino. Claudia Nayibe López lo esperaba en el alto para felicitarlo, pues las malas lenguas dicen que decidieron hacerse pasito.
Fajardo hace unos meses era el favorito de todos, es el único que practica el ciclismo, si subía fácil las Palmas en Medellín, seguro sería el ganador en esta etapa, pero hoy lo vi grave, pedaleaba con dificultad, cada vez le tomaban más ventaja, a veces parecía que se había quedado dormido sobre la bicicleta, pero no, lo que pasa es que el rinde más en plano donde no toque hacer mayor esfuerzo ni pensar mucho, por ejemplo cuando fue a Nuquí (playa del pacífico colombiano) a observar ballenas estaba volando.
Fico gritaba: esperáme ome Petrosky, así no se vale vos entrenas hace ocho años con Maduro y Raúl Castro, luego te quejás de todo, hasta de las carreteras colombianas, puentes y túneles que hemos construido con Duque, Luis Carlos Sarmiento y Odebrecht. Sus gritos los ahogaba el viento, Petro se le había escapado.
Sentí que un tracto camión me pitaba atrás, a un lado que ahí viene Alejandro el Papi Char, ¡¡abran paso!!, gritaba el ayudante. Yo tenía mucha curiosidad por saber qué bicicleta traía, pues con tanto billete que dicen que tiene y por los costosos regalos que le daba a la Merlano, su bici debía tener hasta aire acondicionado y dos corazones de diamantes entrelazados. Pero oh sorpresa el man venía sobre una tarima montada en el camión adornado con el logo de tiendas Olímpica, a su lado una hermosa bici, que solo usaría para el embalaje final. Alcancé a ver que iba sentado sobre un montón de cajas con logo de la registraduría; y a su lado el oso Yogui, su mancuerna en la alcaldía de Barranquilla. Parece que tenía todo arreglado, pero no creo que lo dejen, sería el colmo, pero no en este país.
Carlos Amaya, pese a su ascendencia boyacense subía lento con su ruana café que le regaló su abuela, como no se la quita ni para dormir, la verdad olía como a esos animalitos de chivera, hablaba de las competencias que ganó como Gobernador, pero su bici era pesada con guardabarros, lámpara y un solo piñón; el pobre hacia un esfuerzo extremo pero no se perfilaba como ganador, pese a que su máquina era prestada del partido Verde.
Juan Manuel Galán subía lento, iba ataviado con la camiseta de su padre, pero se le notaba a leguas que le quedaba muy grande, le decían que lo mejor era que se subiera al carro de Fajardo pero insistía que el llegaría hasta arriba y que ganaría, optimista el pelao. Pero el chino es una promesa para el futuro si se dedica a entrenar con más tiempo. Yo le recomendaría que llamara a Guillermo el lo pone a volar en un par de meses como hizo con su pupilo Hétor.
Luego vi a una señora muy flaquita, que subía con bastante esfuerzo en una bici Lapierre recién traída de Paris, era Ingrid Betancurt, la iba empujando un señor peqeñito llamado Frank Pinchao, pero como lo regañaba mucho, decidió quedarse en una curva a comer croissant; ella se quejaba que todos tenían mejores maquinarias que la suya, y así como iba a ganar. “tout le monde est corrompu ici, merde!!, gritaba como loca. Cuando vio que Alejandro Gaviria la sobrepasó en la subida, ahí fue Troya le gritó: “Alejandro, tu y yo hicimos un acuerdo, que no íbamos a utilizar maquinarias prestadas y llevas una bicicleta de César Gaviria, me traicionaste” y por poco lo tumba de la bicicleta, el pobre no le paró bolas, venía colorado, ya no podía más, arriba en la cima casi se desmaya, estaba arrepentido de haberse metido en esa carrera, decía que el día anterior no había dormido y que lo suyo era el golf con los decanos de la U de los Andes.
Peñalosa si que venía super colgado, al llegar al Vino, lo chiflaron, se puso a prometer que iba a colocar bolardos en el alto para que no se parquearan sobre las bermas, que la vía quedaría mejor con las lozas que puso en la caracas y para que los ciclistas no sufrieran en esas terribles subidas desde la Vega, anunció que colocaría una ruta de Transmilenio con buses diésel Euro V, que contaminan, pero solo un poquito, pues sus amigos los construyen siguiendo normas ecológicas. Insistía que en Chocó y Tumaco les pondría canchas de fútbol sintéticas a los negritos, para que salieran más Asprillas y Luisitos Díaz, alguien le aclaro que él no era negrito, solo guajiro morenito.
Francia Márquez me descrestó, hizo el trabajo para fundir a otros contendores de Petro, ahora venía atrás pero que ni pensara que ella le iba a servir de lleva y trae mochilas con caramañolas y comida para el equipo Pacto Histórico, pediría aumento de sueldo, una mejor bici hecha por las comunidades negras y asumir, por lo menos, la vice- jefatura del equipo.
Cuando ya todos nos disponíamos a descender hacia Siberia, avisaron que muy atrás venía Oscar Iván Zuluaga, el pobre iba en zig, Zag, ya no daba más, ya había parados dos veces, como Paloma se negó a empujarlo, un viejito que ya debería estar pensionado disfrutando a sus nietecitos, casi se lo había echado al hombro, corría desesperado detrás de él y trataba de empujarlo con sus carnitas y huesitos, pero era peor, parecía que se devolvía. Para colmo nadie le valoraba el esfuerzo para remolcar a Zuluaga, encima le gritaban “Paraco, el pueblo está verraco, o algo así. Me dio mucho pesar con ese par de cuchitos. La Cabal casi le hace zancadilla al Dr. Zuluaga, decía que si perdían todo era culpa del mamerto Duque que se tiró el equipo e hizo una tortilla con los cuatro huevitos de Uribe.
En el alto reconocí a Germán Vargas Lleras, no había participado en esta carrera, pero llevaba su bici en el carro escolta, cuando vio que su guardaespaldas la estaba brillando sin su autorización, le metió su buen coscorrón. Galán lo vio y se le fue encima, le reclamaba por haber usado en un reciente comercial de campaña la canción “el Guerrero”, de Yuri Buenaventura que decía le pertenecía a Luis Carlos su padre, Vargas Lleras le dijo, bobo esa canción la hizo Yuri para Chávez, lea mijo. Los periodistas le preguntaron si iba a participar en la siguiente carrera y les respondió: "¡Esas preguntas tan chimbas!"
Como no los vi compitiendo, pregunté que si David Barguil, Juan Fernando Cristo, Camilo Forero, y Jorge Robledo, se habían inscrito en la competencia y me contaron que si, pero pincharon a la salida. Lástima allí había uno que otro que podría ser un buen competidor.
Reitero que no supe como terminó la carrera, ni por quien gritaba yo, pero amigos esa fue la causa de mi trasnochada. Ahora si va el relato, mil perdones, lo pensé mucho antes de contarles, espero que Ricardo, Alberto y Melki no se molesten y dejen de leer las crónicas, al interpretar mi pesadilla como una intervención política, la verdad solo fue un mal sueño.
Pese a todo, decidí asistir a nuestra salida de hoy y muy a las seis de la mañana estaba en el Altoque de Siberia, dispuesto a coger puesto en el competido parqueadero.

Asistieron en total 12 ciclistas, el día opaco y las elecciones redujeron el quórum sustancialmente, ojalá que nadie más haya tenido pesadillas. Nos acompañaron, Nobile, Pulga, Guillermo, Héctor, Ricardo, Orlando, Javier, Wilfran, Eduardo y John Bedoya, su amigo Luis Sebastián, Ricardo amigo de Henry y William Bolaños, quien llegó un poco tarde y solo hizo parte del recorrido con su esposa.

Luis Carlos Torres padre de Luis Sebastián, fungió como conductor elegido y nos escoltó en esta etapa, para el nuestro sincero agradecimiento.
Pulga y Nobile advirtieron que no bajarían al Chuscal, irían solo a la Quebrada del Vino pues iban a votar en Viotá. A las 7 y 15 am partimos hacia el Vino, Nobile y Héctor salieron adelante, pero el grupo apretó el paso y comenzando a subir el Vino los alcanzamos. Wilfran, Ricardo, Eduardo, y Guillermo se disputaron los primeros lugares en el alto del Vino. Luego llegó Javier, a quien había pasado finalizado el primer kilómetro, me miró con una cara de “uyy tampoco” y me volvió a rebasar hasta que se me perdió en el horizonte. Mas atrás llegaron Pulga, escoltando a Nobile, Héctor, Luis Sebastián y Ricardo, amigo de Henry (qué pena prometo que en la próxima tendré su apellido).
Como yo bajo despacio coroné el Vino y me descolgué hasta llegar al restaurante Pandebono Valluno La Mona, ubicado 2.5 kmts antes del Chuscal donde últimamente hemos parado. Pedí mi combo de aguapanela, pero me extrañó que nadie más llegó, entonces llamó Pulga: - Ud. Dónde está, lo estamos buscando acá en la Quebrada todo el mundo paró acá. Pues todo el mundo había dicho que bajábamos al Chuscal como estaba en la programación. Entonces, le comenté que siguieran tranquilos que yo me tomaba mi aguapanela y subía después. Minutos más tarde llamó Pulga para avisar que todo el mundo había decidido bajar, excepto Nobile y Luis Sebastián.

Departimos un buen rato con la mona propietaria de ese agradable sitio, al que invitamos a los ciclistas para que degusten las delicias vallunas, luego, decidimos retomar el camino.
Héctor como de costumbre se adelantó unos minutos; Pulga y Bedoya salieron a cazarlo, qué cosa, no pueden ver un pobre acomodado, lo pasamos Guillermo Pulga y yo. Como le sacamos una buena ventaja Guillermo paró para acompañarlo, pero atrás venían también Los Ricardos, Javier y Wilfran.
Pulga y Eduardo se enfrascaron en un duelo pasando la Quebrada del Vino y me tomaron una ventaja que fue ya imposible remontar. Faltando kilómetro y medio para coronar pasó Guillermo y detrás Wilfran, Javier, los Ricardos y para mi sorpresa Héctor a quien suponía le llevaba buena ventaja, pensé que Guillermo le había pegado su empujoncito, pero no fue así, el joven Pedraza me demostró que para algo le han servido los Verjones y Sopatazos de entre semana, que le receta sin falta el profe Guillermo, y pasó de largo, si no es por la compañía de Ricardo Rodríguez me saca un buen tiempo, ganó en franca lid. En el alto me hizo la pregunta consabida: ¿cómo me viste?, entonces tocó darle el puñito de Covid y felicitarlo.
Descendimos, Wilfran los Ricardos y Javier se fueron adelante con el objetivo de alcanzar a Héctor quien no paró en el Rosal, pero su esfuerzo fue vano, no lo lograron. Guillermo y Pulga se quedaron para acompañarme y los tres llegamos a Siberia. Gracias a todos por su asistencia, espero que mi sueño-pesadilla les ayude a decidir por quien votar, porque yo quedé en las mismas. Están todos invitados el próximo domingo de marzo para recorrer territorio de Egan Bernal.
Domingo 20 de marzo de 2022
Cita:Centro Chía
Ruta: Cenro Chía- Zipaquirá- Alto del Zipa- Alto del Águila- Centro Chía
Hora encuentro 7:15 am
Camiseta: Verdillo
Porfa lleve su propuesta para la siguiente salida. |
Feliz semana.
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