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ROGRAMACION PARA EL MES


     
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Bogotá marzo 6 de 2022

Sabíamos que nos iba a llover

Era previsible, el mes de marzo comenzó con lluvias, anoche diluvió en Bogotá y hoy el día amaneció con un cielo gris plomizo y el piso mojado, pero la experiencia del domingo anterior nos indicaba que teníamos que asistir porque abrigábamos la esperanza de que en La Caro el clima fuera ideal para disfrutar el domingo de bici.

En el parqueadero del asadero Don José, se apreciaba cielo bastante nublado y un frio intenso y sucedió lo que temíamos, de un momento a otro se soltó un fuerte aguacero, afortunadamente ya todos estábamos resguardados en el restaurante, eran las 11 y 30 de la mañana y afortunadamente recién habíamos terminado la etapa, así que como dice la canción infantil: “Que llueva, que llueva que la vieja está en la cueva”.

San Pedro permitió que nos aplicáramos 92 kmts en un inolvidable recorrido que nos llevó hasta la vereda de Santa Rosita.


A las seis y media de la mañana ya teníamos cinco pedalistas dispuestos a todo, el parqueadero estaba inusualmente lleno, muchas tracto mulas y además al parecer había una prueba de ciclismo que partía desde allí. Esperamos hasta las siete y veinte, el conteo aumentó a 17 ciclistas, Nobile anunció que el Chinazo y Lina Lorena venían en camino pero decidieron que partiéramos, “que cojan buseta” o que persigan dijo alguien. Cerca de Hato grande nos alcanzaron con lo cual el combo llegó a diez y nueve (ver listado), quórum suficiente para deliberar en carretera, en un día que presagiaba lluvia.

El horizonte se veía oscuro por las nubes negras, pensamos que más adelante estaba lloviendo, pero a la altura del cruce hacia Sopó repentinamente el cielo se despejó, salió el sol y nos alegró el día. El convoy marchó raudo pero a velocidad moderada para que nadie perdiera el paso; en Tocancipá el sol salió a hacer alguna diligencia y nos abandonó por unos minutos, pero ya estábamos seguros de que la lluvia hoy no había sido invitada por estos parajes, lo que había era optimismo..

Dejamos atrás las poblaciones de Briceño, Tocancipá y Gachancipá; cuando habíamos acumulado casi 38 kmts avistamos el aviso que anuncia el peaje del Roble, sinónimo de montaña para los ciclistas, es la primera “puntilla” antes de llegar a Sesquilé. Fernando ya estaba en la primera posición, sabemos que le encanta ganar de punta a punta y esta vez no quería que nadie le frustrara la medalla de oro en el primer premio de montaña. Pasando el peaje nos tocó poner pie en tierra, una joven ciclista resbaló justo antes de terminar ese paso bordeado por dos peligrosos muros de cemento.

Antes de llegar al peaje yo decidí abandonar mi tradicional puesto de guardia trasero del pelotón y pasé entre los primeros, al comenzar la subida Fernando observaba hacia atrás en busca de Lina Lorena, aún la recuerda con cariño y no quería que lo sorprendiera; pero como al lado del enfermo come el alentao, aproveché y comencé a subir el repecho en punta, sabía que antes de la mitad me sobrepasarían, pero oh sorpresa, Lorena olvidó bajar el plato y Fernando reaccionó tarde, perdió sus primeros puntos para el maillot de pepas rojas con quien menos lo esperaba.

Terminado el descenso que sigue, nos reagrupamos en el cruce de Sesquilé, tomamos el puente y buscamos la vía a Suesca; la carretera se ha mantenido en buen estado, la última vez que pasamos por allí fue el 15 de noviembre de 2020, salvo uno que otro hueco, pero en general está bien. El lote rodó casi compacto, el paisaje da una sensación de tranquilidad y sosiego, olor a plantas de la sabana, fincas con casas antiguas y muchas centenarias tapias de adobe.

Para varios de los integrantes, entre ellos Héctor, esta era una nueva aventura. Para otros sería la cuarta visita a Santa Rosita, poblado, algo despoblado, que bautizamos en esta crónica como la Vereda de las casas coloridas, en aquella ocasión nos dedicamos a tomar fotos de las casitas más bellas alrededor del camino. La primera visita a Santa Rosita la narró de esta manera nuestro apreciado colega Orlando Molano QEPD.

Pronto avistamos el particular cruce que nos conduce a la vía a Santa Rosita, se caracteriza por una especie de terraplén en donde pasamos de improviso del terreno plano a la izquierda a una vía que pica hacia arriba, al lado derecho.

Son aproximadamente 4 kmts de ascenso con una pendiente que fluctúa entre 3 y 6% de desnivel, muy agradable para quienes no somos escaladores pues nos permite subir con una buena relación y seguramente muy fácil para escarabajos como Fernando, Eduardo, Lorena, Wilfran o Guillermo, aunque este último se dedicó hoy a colaborarle a Nobile en la subida.

Fernando, Eduardo y John Bedoya, Luis Eberto, Lorena y Wilfran de dieron leña para coronar la cima. Entiendo que Fernando cogió los puntos que necesitaba para levantar su alicaído ánimo, la verdad no supe a ciencia cierta pues me despegaron faltando un kilómetro.

Luego nos descolgamos 3 kmts para llegar a Santa Rosita nuestro destino. Paramos a descansar en una tiendita antes del “centro comercial de Santa Rosita”, otra tienda que Guillermo bautizó así la primera vez que fuimos.

Quienes no conocían la ruta preguntaban, si la subida era igual de dura, los animamos indicándoles que era un kilómetro más corta y de menor pendiente. Esperamos a Nobile que había pinchado y a Luis Maldonado, el amigo de Alberto Otálora, quien vive en Miami, nos acompañó en varias salidas durante sus vacaciones que terminaron esta semana; un guerrero, en su todo terreno se queda, pero llega en solitario como sea.

Nobile y Marcolino partieron unos minuticos antes y luego el resto de asistentes. El ascenso es más corto efectivamente y en minutos coronamos, la referencia para el fin de la subida son un par de reductores de velocidad de los de plástico duro y tornillos que tanto amo yo, pero que esta vez por primera vez logré superar sin poner pie en tierra.

En el descenso hacia el cruce de Suesca, se alborotó el grupo. Por supuesto me quedé, afortunadamente con la compañía de Guillermo que como siempre anda pendiente de todo el grupo. Nos estaban esperando pasando el peaje del Roble. Algunos habían seguido de largo. Pulga encabezó la persecución y en minutos se le dio cacería a la avanzada.

En la autopista poco a poco el ritmo se fue elevando, el último repecho en Gachancipá se encargó de seleccionar el grupo; quedaron adelante 10 de los 19 asistentes, Pulga, Fernando, Luis Heberto, Eduardo, John sus dos amigos Mauricios, Lorena, Chinazo, y Wilfran, a quienes fue imposible alcanzar.

En el remate para llegar a Almaviva, Pulga les ganó, otra frustración para Fernando quien había iniciado la fuga. Con una buena diferencia llegamos con Héctor, Marcolino, Pablito, Ricardo y luego, Javier, Nobile, su escolta Guillermo, Alberto, y cerrando bien atrás Luis Maldonado “el Gringo”.

Alcanzamos a cambiarnos el traje y prepararnos para la tertulia y los esperados comentarios de la etapa, antes de que se desgajara el aguacero. Hubo consenso, fue una excelente ruta, licenciada por San Pedro, quienes no la conocían quedaron con ganas de repetirla. Como dijimos fueron 92 kmts de adrenalina pura y diversión total. Gracias a todos por su asistencia.

Para el próximo domingo día de elecciones parlamentarias y escogencia de candidatos de las diferentes coaliciones, acordamos un recorrido corto que les permitirá estirar piernas a quienes están entrenado duro entre semana, (Guillermo y su combo y el de los Pulgas), y mantener la continuidad para los Choquencianos que quedamos, Marcolino y quien escribe.

Domingo 13 de marzo de 2022

Cita:Parqueadero Estación Terpel Siberia

Ruta: Siberia- El Vino- Chuscal- Siberia

Si gustan, los de la A se puedenbajar a Tabio.

Hora encuentro 7:00 am

Camiseta: Azul - La Paz

Porfa lleve su propuesta para la siguiente salida.


Feliz semana.

 

 

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