
La nueva Moda
BICICLETAS FIXIE y FLIP FLOP
El amigo Mauricio Ordóñez nos comentó por el Whatsapp que camino a su oficina se cayó de la bici y se resintió de un hombro. A ver Mauro, ¿qué hace montando en Bogotá amarrado en su bici de carreras?.
Ud, necesita una bici Urbana cómoda sin tanto cacharro, si choclos, que le permita sacar la patica rápido y ante todo lucirla.
Le hemos preparado especialmente para Ud. este artículo a ver si se anima a invertir una parte de su primita de junio en una Fixie.

Los jóvenes andan ahora locos con las denominadas bicicletas Fixie, son la quintaesencia del ciclismo urbano. Cuidado!!, si Ud. aún no tiene una puede estar "´Out", o sea ...arica.
Como muchos no sabemos sus características, vamos a intentar explicarles de qué se trata a ver si se le miden a una Fixie.
Empecemos por el significado: el término fixie (también, fixi o fixed) proviene de la expresión inglesa "fixed gear" que se traduce como "velocidad fija".
Es decir son bicicletas de un solo piñón que va fijo el cual hace que todo movimiento de la rueda trasera se transmita a los pedales (y viceversa, incluyendo el pedaleo hacia atrás).
De esta manera si uno va descendiendo con una fixie, los pies seguirán en movimiento no por la fuerza sino por el movimiento de la rueda.
Así funcionaban a comienzos del siglo XX las primeras bicicletas, antes de que se inventaran las de cambios, eran la famosas "panaderas". Este es el caso típico de las modas que van y vuelven, como las corbatas anchas y las angostas, los pantalones de bota ancha o bota pinillo.
Las Fixie no llevan frenos, no los necesitan, pues la rueda de atrás se frena con los pedales. Las usan para hacer acrobacias.

Los jóvenes se enamoran de estas máquinas porque dicen que experimentan una sensación de unidad con la bici, se produce cuando su cuerpo va acompasado con la velocidad. Adicionalmente adoran la simplicidad pues tienen muy pocos componentes, con la Fixie se reduce la bicicleta a su más pura esencia, con solo los elementos primarios, nada de descarriladores, tensores, cables, choclos, manilares de cambios o frenos y por supuesto, nada de accesorios como guardabarros, o retrovisores.
La simplicidad además implica no solo menos cosas que se dañan y para el caso de Bogotá menos elementos que se pueden robar si la deja en la calle atada por ejemplo a un poste.
No se requieren muchas herramientas para armarlas o desarmarlas, con una llave allen 15 basta.
Los colores del marco y las ruedas (generalmente cada una de diferente color) por supuesto son juveniles y vistosos, es la idea.
Estas bicicletas solo tienen dos pequeños inconvenientes: El primero, que en una cuesta exigente toca sufrir para superarla o bajarse y subir con la bici en la mano. Por esto son usuales en las ciudades donde el terreno es plano.
Para bajar en esas cosas sin frenos se necesita mucha sangre fría y habilidad. Si se trata de una frenada prevista, con el espacio suficiente y sin contratiempos, simplemente, al tener piñón fijo, tendremos que disminuir el ritmo de pedaleo hasta detenernos. Pero una de esas frenadas imprevistas, tan frecuentes en la jungla urbana, ya es otro cantar. Habrá que bloquear la rueda trasera para hacerla derrapar, desplazando el peso del cuerpo hacia la rueda delantera y deteniendo el pedaleo bruscamente a base de piernas.
Mauro, si ya piensa en una Fixie, podrá aprender cómo manejarla y llegar seguro y elegante a su oficina, descrestará a sus jefes y compañeros de trabajo.
El segundo inconveniente de una Fixie es su precio, contrariamente a lo que se pensaría no son baratas, pues son artículos de moda y ya las principales marcas comercializan sus propios modelos a precios astronómicos; cuestan entre 1.000 y 2.000 dólares. Por esto algunos jóvenes decidieron buscar marcos de bicis antiguas y armarse una económica, esto ha valorizado los marcos antiguos como los que tienen nuestros amigos Rivera, Peñita, Alvarito Cuervo y Armando.
Aunque las fixies son máquinas principalmente urbanas, el concepto de piñón fijo también tiene sus seguidores en la carretera y sobre todo en el ciclismo en pista, donde es la configuración obligatoria para las bicicletas.
Las fixies deben buena parte de su popularidad a los icónicos mensajeros ciclistas de Nueva York, que eran famosos por andar sorteando el terrible tráfico de Manhattan. Las Fixie Están transformando el mundo de la bicicleta urbana, unen belleza, "back to basics" (regreso a lo básico).
LA BICICLETA FLIP FLOP.

¿Qué quiere decir flip-flop? Es como tener dos bicis en una. En esta modalidad híbrida la rueda trasera lleva dos piñones, a un lado uno fijo (Fixie) y al otro uno libre (Single Speed) la rueda se puede cambiar de posición para poner el estilo que más le guste o necesite.
Así funcionaban a mediados del siglo XX las bicicletas de carreras, la rueda trasera tenía una relación fuerte para plano a un lado y otra suave para montaña en el otro. Cuando empezaba la cuesta los que se bajan para darle vuelta a la rueda.
Como ven la moda regresa.
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Bogotá abril19 de 2015
Salida número 11 del 2015
Tres horas en busca del sol

Un día frio en Bogotá, bastante nublado, 7 de la mañana y ni rastros del sol. Camino al punto de salida para la etapa de hoy me preocupa pues ya llegando a la Caro se aprecian nubes grises amenazantes que no dejan ver al astro rey.
En el punto de salida le pregunto a Molanito, ahora vecino de Chía, que cómo ve el día y qué pronóstico tiene. Sin dudar me responde que igual le preocupan las nubes. Tiene razón esas plomizas nubes nos acompañaron desde Bogotá, pero afortunadamente hoy 26 de nuestros pedalistas, ), no se dejaron amedrentar y por el contrario llegaron ansiosos para “echar cicla”, por ningún motivo querían perderse la subida al Alto de Patiguapos.
Nuestro apreciado amigo Cuta nos asistiría hoy como conductor elegido, nos trajo deliciosos bananos y rojas manzanas para el camino, buena esa Jacintico, muchas gracias.

No he podido saber por qué, de pronto es por su técnica, pero a la salida siempre rodeamos a Jacinto y le hacemos fila para que nos complete el nivel de aire a los neumáticos. Cuando el no asiste Marcolino lo reemplaza. Tal vez la respuesta es que ellos no cobran y además nos evitan el esfuerzo, la verdad no estoy seguro.
A las 8: 15 de la mañana, aún sin verle la cara al sol, fueron saliendo los ciclistas de la Caro con rumbo a Briceño, en el camino se fue conformando el lote. Más de la mitad optaron por salir con su impermeable puesto, los otros lo llevaban en el bolsillo, por si acaso dado que las nubes aún nos acechaban arriba, pero teníamos la esperanza de que apretando el paso tal vez lograríamos dejarlas atrás, así que la meta era avanzar hasta encontrar al sol, no lo veíamos pero intuíamos que andaba escondido por ahí cerca.
Pronto tuvimos a la vista el puente de Briceño que atraviesa la Autonorte, hicimos el retorno y tomamos la autopista hacia el sur para llegar a la Hacienda Hato Grande. A la derecha aparece la estrecha carretera que nos lleva a la vía a Zipaquirá. Qué pesar, cada vez es peor el estado de esta vía que comunica las dos autopistas y que colinda con la casa de recreo de los Presidentes; como estos ahora tienen la casa de huéspedes ilustres de Cartagena tal vez ya no les interesa ir a aguantar frio en Hato Grande y por tanto no es prioritario el arreglo de esa vía, bueno de pronto me equivoco y Vargas Lleras la tiene incluída en las llamadas concesiones de cuarta generación, con peaje incluído.
Afortunadamente son solo 2 kmts, luego nos espera la espectacular vía a Cajicá y Zipaquirá, donde, nuestras colitas, las ruedas de las bicis y los marcos descansan.
Las nubes plomizas seguían allí arriba, nos habían perseguido durante todo el camino, no logramos despegarlas, parecían disfrutar ocultándonos el sol. Mirando hacia adelante el panorama no era para nada bueno.
Pasamos un aviso que indica: Zipaquirá a cinco kmts, allí comenzamos a sentir en la cara unas pequeñas goticas de agua, ahora si pensé que no nos salvaríamos del aguacero. Iba cerrando el lote y pensando en el agua, cuando vi que todos comenzaron a detenerse, algo pasaba adelante; avancé un poco y descubrí que Pulga y Ana Niño habían rodado por el piso, justo cuando iban a cruzar la carrilera del tren, los rieles estaban húmedos, aunque iban despacio no alcanzaron a sacar el pie de los pedales. Estos cruces ferroviarios son peligrosos, máximo si ha llovido; si la rueda no atraviesa en ángulo de 90 grados respecto al riel el “guarapazo” es seguro.
Pulga no pasó de la magulladura en su pierna pero Ana se quejaba de su codo; el monito Trejos pidió el favor a Jacinto que los llevara hasta La Caro donde tenía su vehículo, era conveniente una revisión médica. Armando se ofreció a acompañarlos.
Los restantes 22 pedalistas continuamos el camino, curiosamente la llovizna desapareció. Más adelante el piso estaba húmedo parecía que no hacía mucho había llovido en esa zona. Teníamos que volver a cruzar los rieles del tren antes de Zipaquirá, esta vez todos ibamos muy atentos.
Frente a la entrada de Zipaquirá, escondida tras un paredón conformado por un bosque de eucaliptos está la estrecha carretera que veníamos a buscar, esa que nos conducirá al alto de Patiguapos. Un duro repechito nos da la más cordial bienvenida, pero como la mayoría la conoce la tomamos en una relación suave. De pronto los novatos en esa subida hoy eran Edgar Dimián y Rafael Angel.
Definitivamente el sol no apareció, pero como tampoco la lluvia íbamos tranquilos, ese vientecito frío ayuda a refrigerarnos pues teníamos que superar 4,6 kmts con duras rampas y tramos de subida continua especialmente en el último kilómetro.
Ignoro por qué los habitantes de la Vereda San Jorge le pusieron el nombre de “Patiguapos” al alto, tal vez la razón es que para subir allí en bicicleta se necesita fuercita en las patitas, es decir, ser un pati guapo como nosotros.
Curiosamente al coronar la cima de Patiguapos vimos por primera vez el sol, tanto buscarlo y vean en donde estaba escondido, justo en lo más alto de la montaña; parece que le gusta el ciclismo y hoy decidió tomarse un descanso, por unas horas dejó a la sabana a merced de las nubes, buscó un lugar y se dispuso a ver llegada de nuestra etapa.

Creo que el sol no perdió su tiempo, se divirtió viendo como los 22 pedalistas de CicloBR hacían esfuerzos y sufrían por llegar a su escondite. Al final todos lo lograron, hasta Gabriel esta vez le cumplió al sol y llegó arriba. Los Patiguapos como Giaco, Fabio, los Duarte, Manuel y el Chinazo coronaron primero la cuesta.
Un gran esfuerzo de Nobile, Cristian, Alvarito, Héctor, Edgar, Jorge, Alejo, Pulga, Don Guillermo, en fin de todos los 22 patiguapos. Se le nota el progreso a Manuel y ojo al nuevo aspirante a CicloBR, Rafaél pinta bien el jovencito.

Aprovechamos el calorcito en Patiguapos para descansar y rehidratarnos y como el sol partió pues tenía mucho trabajo en otras regiones, decidimos emprender el camino de regreso, las nubecitas grises llegaron y parecían celosas, lo mejor era dejarlas allá arriba con su carga de agua.
Al tomar la autopista frente a Zipaquirá llegó Jacinto el conductor elegido y su acompañante Armandito. Nos contaron que William iba en camino a la clínica Santafé para que le revisaran a Ana el brazo golpeado.
Mientras reconformábamos el grupo, se adelantaron Nobile, Héctor, Jorge, Cristian, Álvaro y Edgar. El lote perseguidor los vino alcanzar en el giro hacia Hato Grande, excepto a Héctor quien se les había volado, apenas lo pasamos a pocos kmts antes de los Silos, parece que a este muchacho le ha sentado bien el juguito de cebada. En Cajicá Cristian decidió acompañar en el carro a Armando y a Jacinto.
Como siempre en los últimos kmts de plano para llegar a la Caro el ritmo se intensifica y se inicia la lucha por llegar de primero en los Silos como si allí nos dieran medallas; es solo una forma de gastar los restos de energía.
Así concluimos en la Caro la salida número 11 del 2015.
Lamentamos el percance fortuito de Ana, parece que le afectó la apófisis del cúbito de su brazo izquierdo, en la parte que justo permite el movimiento de la articulación, le deseamos una pronta recuperación, estaremos todos muy pendientes.
A propósito, Jacinto tomó que me pareció curiosa.
Una feliz semana y los invitamos el próximo domingo para otra visita al Municipio de la Pradera, allí decidiremos si nos echamos un vinito adicional, dado que se pospone el chequeo que teníamos previsto para finalizar abril, los duros se van de patos a hacer los 140 kmts de la Gran Fondo Campagnolo, lástima nosotros aún no estamos para esos trotes (Guasca + Sisga).
Por si quieren verlas, les dejamos enunas foticos para el recuerdo.
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