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Tema recomendado por Armando Torres

Los Calambres: Conoce las causas que los originan y cómo a evitarlos

Los calambres, esos pequeños espasmos involuntarios de los músculos, no muy graves pero sí bastante dolorosos, que suelen ocurrir después del ejercicio o por las noches son un problema que genera preocupación en los deportistas. Casi siempre se achacan a la deshidratación, pero la verdad en el fondo hay otras causas.

Por lo general, aquellos que padecen de calambres suelen ser crónicoss. Es algo que se repite cada que vez que entrenan o participan en alguna carrera.

Es común que le digan, eso es falta de potasio, consuma bananos y entonces los pedalistas se atiborran de plátanos, incluso en el momento del calambre, como si aquello fuese la pócima mágica

¿Quién no ha sufrido un calambre muscular después de un esfuerzo prolongado? Sus causas aún no están claras, pero podemos prevenirlos con unos sencillos hábitos.

¿Por qué sufrimos calambres musculares?

El origen de los calambres musculares es un tema controvertido, ya que aún no se ha encontrado una evidencia científica que asegure al 100% por qué se producen. Existen varias teorías sobre la aparición de estas contracciones repentinas de los músculos, pero no se ha llegado a un consenso.

Las causas de los calambres musculares, según uno de los últimos estudios publicados en el British Journal of Sports Medicine, son la deshidratación, la falta de electrolitos (asociada a la deshisdratación) y la alteración del control neuromuscular.

Deshidratación y pérdida de electrolitos.

Tradicionalmente se ha hablado de la deshidratación como la causa mayor de los calambres musculares asociados al ejercicio.
Tras un entrenamiento intenso, el cuerpo no es capaz de absorber la cantidad de oxígeno necesario para proceder a la oxidación de la glucosa, por lo que se produce una acumulación excesiva de ácido láctico que da lugar al calambre muscular.

La falta de electrolitos, como el magnesio o el potasio, es el otro origen tradicional de los calambres musculares asociados al ejercicio: la eliminación de estos compuestos a través de la sudoración podría producir calambres, ya que estos participan en los movimientos de contracción y relajación de los músculos.

El "pero" que se pone a estas teorías es que la pérdida de agua y de electrolitos debería ser masiva para que afectara al sistema muscular.

Control neuromuscular alterado

La teoría más novedosa es la de la disfunción del control motoneuronal: esto tiene que ver con una falta de comunicación entre el cerebro y los mecanismos de propiocepción de nuestro cuerpo, como el órgano tendinoso de Golgi.
Si se inhibe la relación entre ambos, el músculo no recibe la señal de "dolor" y sigue contrayéndose aún después de que le hayamos ordenado detenerse, produciéndose el calambre asociado al ejercicio físico.

A día de hoy no existe un acuerdo en la comunidad científica ni estudios que nos puedan asegurar totalmente el origen de los calambres musculares, aunque la teoría que más convence es la del control motoneuronal alterado.

¿Cómo prevenimos un calambre?

Como prevenir es más fácil que curar, lo mejor que podemos hacer es tomar medidas para no sufrir esos molestos calambres musculares, sea cual sea su causa. El primer consejo sería mantenernos correctamente hidratados tanto antes como durante y después del ejercicio.

Más allá del tema de los calambres, una correcta hidratación es vital a la hora de mejorar nuestro rendimiento y entrenar de forma segura. Si la causa de los calambres fuera la falta de electrolitos, podríamos solucionarlo ingiriendo alimentos ricos en calcio, potasio, magnesio y sodio, como verduras, y frutos secos.

En el caso de la disfunción motoneuronal, el mejor remedio es estirar de forma efectiva tras nuestro entrenamiento: los estiramientos nos ayudarán a mejorar la comunicación entre el cerebro y los receptores sensoriales propioceptivos, haciéndolos trabajar de forma más eficiente en futuras sesiones de entreno.

¿El banano evita calambres?

Esa idea de que la banana evita calambres es un poco confusa. La fruta es rica en potasio, carbohidratos (glucosa) y agua. Durante el esfuerzo físico existe por parte de los músculos una gran demanda de energía (glucosa).
Después de algún tiempo de ejercicio, el músculo agota sus reservas de glucosa y pasa a utilizar otros medios para generar energía.
Una de las causas de calambres es la acumulación de ácido láctico, que es “basura” metabólica, después de la generación de energía con baja utilización de glucosa. Una buena hidratación ayuda a “lavar” ese exceso de ácido láctico de la circulación y evita los calambres.

Por lo tanto, teóricamente el banano ayuda porque repone los niveles de potasio, hidrata y proporciona energía (glucosa) para los músculos. Eso es cierto para los calambres causados por ejercicios. No obstante, esta indicación no funciona con mucha gente. La respuesta parece ser de carácter individual, pero como el banano no le hace mal a nadie, no se pierde nada con probar.

Buerno Gabriel: espramos que de algo le sirva este artículo como complemento a las pastas Calambrol que le recetamos.

 

 

 

 

Bogotá abril12 de 2015

Un nuevo viejo recorrido que resultó ser

Una buena dosis para aliviar la adicción

Regresamos a los quehaceres ciclísticos luego del largo receso por la semana santa. En realidad solo dejamos de salir a montar en bicicleta con el grupo el domingo 5 de abril, pero a muchos nos pareció mucho más tiempo.

Es que para los que nos gusta practicar el ciclismo, si lo dejamos de hacer no nos vamos a sentir bien, pues este deporte es como un vicio, ¿o será mejor decir que es algo así como una adicción?. Veamos cómo se definen esas palabras en el diccionario:

Adicción: es el hábito que domina la voluntad de una persona. Se trata de la dependencia a una sustancia, una actividad o una relación.

Vicio: Gusto especial y desmedido de algo, que lleva a usarlo o consumirlo frecuentemente y a veces con exceso.

Es decir que según esas definiciones podemos afirmar que nuestra afición por el ciclismo es la adicción a un vicio.

Por supuesto que no vamos a creer que todos descansamos de la bicicleta, sabemos que varios de los que viajan lo primero que empacan en su bici y por allá donde  no los veamos se aplican unas buenas dosis de ciclismo. Para no mentir, los que nos quedamos en Bogotá también hicimos una que otra salidita en semana santa, es que el ciclismo domina nuestra voluntad.


Justo hoy el clima en Bogotá amaneció más bien feíto, había llovido y el piso estaba mojado y se presentaban ligeras lloviznas en algunos sectores. Como de costumbre algunos de nuestros colegas si no ven el sol desde sus ventanas asumen que en el sitio de salida de la etapa está cayendo un palo de agua y se meten a la cama, otros cogen el celular y madrugan a colocar sus consabidos mensajes pesimistas en whatsapp. Pero los tenemos identificados peladitos y ya no les paramos bolas.

Veinticinco (25) pedalistas (ver listado) “no comieron cuento” y se hicieron presentes en Los Kioskos, punto de salida para el recorrido de hoy y no se arrepintieron, pues durante todo el recorrido tuvimos un precioso día.

La etapa para hoy, pese a que conocemos la ruta nunca la habíamos hecho: Partíamos de Siberia, debíamos llegar a Subachoque subir al Alto de Canicas y luego tomar la vía al Rosal y coronar el alto del Vino antes de regresar a Siberia. En total 81 kmts con dos subidas que creo nunca habíamos hecho el mismo día.

Esa misma ruta la probamos el sábado pasado un grupito de seis ciclistas, en modo ciclo paseo  y nos pareció agradable, por eso la incluimos en la programación. Hoy si la sentimos dura a la velocidad del grupo.

Nuestro conductor elegido, Marcolino Barrera se había excusado bien temprano en la mañana, amaneció con un fuerte dolor en las articulaciones de los brazos y las piernas y tuvo que ser remitido al médico. Como quiera que estuvo en Agua Azul en los Llanos, por los síntomas suponemos que tuvo contacto con una bella zancudita transmisora del virus del Chicungunya que ya es casi una pandemia en Colombia. Le deseamos una pronta recuperación a Marco y ojalá que solo sea un resfriadito con dolor de huesos.

Don Guillermo Durán amablemente nos colaboró y su conductor nos escoltó durante el largo recorrido. Que Dios le pague don Guillo porque en CicloBR andamos cortos de fondos.

Partimos de Siberia con dirección a Puente Piedra pasadas las 8 y 15 de la mañana, los primeros kilómetros fueron de calentamiento y la gente aprovechó para “adelantar cuaderno”, es decir contar lo que hicieron en semana santa, dónde estuvieron y qué hicieron. Lástima no tener una grabadora, escuché  a varios decir que ni habían tocado la bici en la semana de receso, siii cómo no!!.

Giramos en Puente Piedra con destino a Subachoque, completamos 24 kmts en terreno totalmente llano y llegamos al repecho de la Virgen, y luego el de la entrada a Subachoque donde comprobamos qué tan calientes estaban nuestras piernas    para iniciar el ataque al Alto de Canicas; un par de kmts más adelante y allí estaba esperándonos la montaña esplendorosa, dispuesta a mirar qué traíamos para enfrentarla.

En el lote ya no iba Gabriel Uribe, volvió a sus viejas andanzas y en Subachoque decidió regresar solito a casa.

En la escuela, es decir al llegar  a los dos primeros kmts de la subida a Canicas, Nobile, Ana, Edgar, Cristián y William Trejos optaron por declinar el ataque a la cúspide  y regresaron para continuar con el resto de la etapa obviando el alto de Canicas, consideraron que aún no están para esos trotes, otra vez será.

Los 19 restantes pedalistas se fueron en busca del Alto. Tan pronto apareció la primera rampa durita, Giaco, W, Duarte, Carolina y Mauricio tomaron la delantera. Camilo que venía auxiliando a su Sra. Madre doña Nobile, partió en busca de los punteros, alcanzó a disputar con Giaco en la cima, Carolina, Duarte y Mauricio los siguieron y lograron coronar en posiciones de vanguardia en la primera de las dos cimas programadas para hoy.

Molanito, Martínez, Márquez y Reinaldo se batieron en franca lid por las siguientes posiciones. Atrás venía el Chinazo Eduardo seguido de Nidia. Pulga, Melki, Alejo, Alberto, Rafael, Ildefonso le daban con todo para alcanzar a Nidia, pero la chica no cedió. Don Guillermo subió escoltado por su tocayo Guáqueta, el "personal trainer" de Alejandro, ojalá le haya dado las claves de cómo logró que su pupilo mejorara en la subida.

Dimos media vuelta y colocamos coordenadas con dirección a Subachoque, allí nos esperaba la panadería del parque principal para reaprovisionar energía y descansar un rato, apenas completábamos 40 kmts prácticamente la mitad el recorrido.

Adelante Ana, Trejos y Cristian le habían tomado una buena distancia a Nobile y Edgar. Al inicio de la subida a El Vino el mono Trejos paró para tomarse el caldo que lo mata, el de pescado lleno de ojitos  de “grasita energética”.

En el otro lote, una vez concluido el descanso retomamos el camino por la vía al Rosal, Alejandro nos llevó a una velocidad que no bajaba de los 35 por hora, apenas si podíamos esquivar los baches. Para completar su “Personal Trainer”, Guillermo Guáqueta pasó a ayudarle.

En menos de lo que esperábamos recorrimos los 15,5 kmts entre La Virgen y el Rosal, un terreno quebrado que va minando poco  apoco. Superamos El Rosal y pronto apareció el giro hacia El Vino, nos esperaban 4 kmts de una subida de tercera categoría que no son nada fáciles si uno lleva ya 56 kmts encima incluído el alto de Canicas.

Los de la A tomaron la delantera, en mitad de camino encontramos a Nobile y a Edgar y en el retorno estaba esperándolos Ana para regresar pero la “obligaron” a completar la tarea. El Monito Trejos no quiso exponerse a devolver su caldito y regresó hacia Siberia, adelante ya lo habían hecho Cristian, Alberto Otálora  y Rafael.

El Vino fue testigo de la dura batalla que libraron Pulga, Melki, Nidia, Molanito, que les ganó el primero en el remate.

Descendimos y nos dispusimos a recorrer los 17 kmts de plano hasta Siberia, donde completamos 81,4 kmts de una etapa que resultó bastante agradable, por la combinación de plano, descensos, repechos y casi 12 kmts de dura montaña, una dosis que alivió esta insuperable adicción.

PD1: Antes de salir Don Guillermo aprovechó para tomarse una foto con Martín Ramirez.

El "Negro" como lo apodaban, hoy tiene 55 años y es recordado por su triunfo en el Dauphiné Liberé en 1984, donde se impuso a Bernard Hinault, en 1985 quedó segundo el Tour de L´Avenir.

PD2: Hablamos con Marcolino, ya está en casa, les envía saludes, el médico tiene dudas si se trata de Chicungunya, pero como le aplicaron una inyección ya está mejorcito. Está muy preocupado pues nos tenía preparada piña tajada y ahora le tocará hacer jugo de piña, compota de piña, mermelada de piña y cocadas de piña; diablos ojalá le quede algo para que el martes nos lleve al CDCH.

Les dejamos algunas imagenes de esta salida en CicloBR Facebook

Nos vemos el próximo domingo para subir a Patiguapos, en la vía a Zipaquirá.

Una feliz seman
a.


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