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Bogotá, Colombia mayo 17 de 2015.

Lampedusa, la triste historia de una paradisiaca isla, de paraiso a cementerio de inmigrantes

"Una pequeña isla, paraíso turístico, alejada del país al que pertenece y donde el azul turquesa del agua y el azul del cielo contrastan con el verde de la naturaleza". Esta descripción no corresponde a nuestra bella isla de San Andrés en Colombia, es Lampedusa, un sitio turístico del Mediterráneo, cuyas playas están consideradas entre las 10 más bellas del mundo, el Ministerio del Turismo promocionaba así esta isla de playa blanca y aguas cristalinas>.

Lampedusa, ese bello y sonoro  nombre me quedó sonando en la cabeza cuando lo escuché  el pasado 19 de abril de 2015 en las noticias de los diarios y la televisión europeos:

Un viejo barco pesquero  que transportaba a 950 personas  naufragó a 130 millas de la isla italiana de Lampedusa. Hay 28 sobrevivientes, allí viajaban 200 mujeres y entre 40 y 50 niños. Durante días, los buzos trabajaron para recuperar los cuerpos hacinados en las bodegas del pesquero y después sus ataúdes, entre estos 41 de color blanco para los niños, fueron colocados en el hangar del aeropuerto de la isla o amontonados en camiones frigoríficos”. Ver video Europa Press>>

Es una vergüenza!!  Dijo el Papa.

En el mencionado barco no iban pescadores, se trataba de inmigrantes africanos. Lamentablemente tragedias como esa se han venido repitiendo una y otra vez desde hace casi 10 años ante los ojos del mundo, como se puede apreciar en el siguiente resumen que elaboré consultando pacientemente notas publicadas en los medios de comunicación vía internet.


16 de abril de 2015: El naufragio de una embarcación con migrantes procedente de Libia dejó 41 personas desaparecidas. Según el testimonio de cuatro sobrevivientes recibidos en Lampedusa, en la nave había 45 personas.

11 de febrero de 2015: Más de 300 migrantes mueren luego de que las lanchas neumáticas en las que viajaban hacia Lampedusa naufragaran frente a las costas de Libia. Otros 29 mueren de frío durante las labores de salvamento de los guardacostas italianos.

Agosto 24 de 2014: Más de 250 inmigrantes han muerto en el naufragio, según la guardia costera. "Creemos que hay más de 250 cuerpos bajo el agua", ha asegurado el oficial. De confirmarse la cifra de víctimas, se trataría de la mayor tragedia de la inmigración irregular a través del mar desde el siniestro en aguas cercanas a Lampedusa en octubre del año pasado.

Octubre 3 de 2013: Más de 200 fallecidos en el incendio de un barco con inmigrantes en Lampedusa.  Solo unas horas antes había arribado otro barco con 463 inmigrantes a bordo.

Septiembre 7 de 2012: Decenas de inmigrantes desaparecen tras un naufragio en Lampedusa. Según el relato de los supervivientes, en el barco viajaban unas 130 personas.

2 de junio de 2011: Más de 250 personas pierden la vida frente a las costas tunecinas en el naufragio de una embarcación cuando trataban de llegar a Lampedusa. Otras 577 personas fueron rescatadas.

9 de mayo 2011: Una embarcación procedente de Libia con 72 personas a bordo, quedó a la deriva durante 16 días. Todos los inmigrantes menos 11 murieron de sed y hambre, al tratar de llegar a Lampedusa.

6 de abril 2011: 250 inmigrantes murieron o resultaron desaparecidos, tras un naufragio ocurrido frente a la isla de Lampedusa

20 agosto 2009: De los 78 inmigrantes eritreos que se echaron al agua con la esperanza de llegar a la isla de Lampedusa, sólo cinco lograron sobrevivir. El resto murieron por agotamiento.

29 de marzo de 2009: Más de 220 desaparecidos dejó en el naufragio de una embarcación frente a las costas libias rumbo a Lampedusa.

07 marzo 2002: 12 muertos y más de 50 desaparecidos cerca de Lampedusa al naufragar de un barco con inmigrantes.

24 diciembre 1996: Cerca de 300 inmigrantes murieron ahogados entre Malta y la isla de Lampedusa después de que su embarcación chocara con otra.

Lampedusa, si, Lampedusa, sabía que ese sonoro nombre lo había escuchado antes, pero no recordaba cuándo ni dónde. Me intrigó y pensé que sería bueno conocer un poco más al respecto. Durante varios dias dediqué algunas horas a buscar información y a tomar apuntes solo como información personal, pero luego decidí que esta fascinante y dolorosa historia merecía ser compartida, así que finalmente me motivé a escribir este artículo con lo que aprendí de Lampedusa y las tragedias que la rodean.

Empecemos por analizar por qué los inmigrantes de áfrica escogen  a Lampedusa como destino fatal.  ¿Qué es lo que motiva a esas oleadas  de inmigrantes, niños, adultos, madres con hijos lactantes o a punto de nacer a  jugarse la vida y lanzarse al mar apretujados  en rudimentarias barcazas o  en viejos botes pesqueros, sin agua ni alimentos?. Perdón, pensándolo bien, tal vez sería mejor iniciar por ubicar  a Lampedusa en el mapa, por lo menos yo no sabía dónde queda.

Lampedusa es una pequeña isla italiana que tiene una superficie de 20,2 kilómetros cuadrados (para que tengan una idea: nuestra isla de San Andrés tiene 26 kmts).  Su población actual no supera los 6.300 habitantes. Es la parte más meridional de Italia. Está ubicada a 113 kilómetros de Túnez en la costa Africana y a 205 kilómetros al sur de Sicilia.

Lampedusa era una base marítima para los antiguos fenicios, griegos, romanos y árabes. Perteneció a España pero en 1630 el rey Carlos II le cedió el título a la familia Tomasi Di Lampedusa, este la vendió en 1840 al Reino de Nápoles.

La isla es parte de la provincia siciliana de Agrigento. Como vimos en el video promocional Lampedusa era hasta hace una década un pequeño  paraíso turístico muy apetecido. Vía ferry o vía aérea se puede viajar todo el año desde Lampedusa hacia Sicilia y viceversa. En el verano, hay conexiones a  Roma y Milán, además de muchos otros enlaces de temporada con la península italiana.

Por estar ubicada tan cerca de las  costas africanas, los inmigrantes saben que en tres o cuatro días de navegación, pueden arribar a la ansiada Europa. Esa es la razón por la cual desde comienzos de la década del 2000 se volvió el principal  objetivo de los inmigrantes ilegales provenientes que buscan un futuro en Europa, para ellos y para sus familias, tal como sucede con el “sueño americano” en nuestro continente. Quienes lo logran y consiguen algún trabajo miserable, giran dinero a sus familiares que quedaron esperándolos.

A Lampedusa, esta pequeña y paradisíaca isla,  llegan cada día centenares de inmigrantes africanos huyendo de los conflictos políticos y revueltas que sufren sus países, Siria, Túnez,  Libia, Somalia y Eritrea. Los africanos huyen de la persecución a manos de los dictadores y fanáticos religiosos que los decapitan o violan a su mujeres e hijas. Las guerras en Siria e Iraq y las otras que afectan el África Central y el África Occidental son claramente impulsores de la migración. En el caso de Eritrea, se cree que muchos de los migrantes son jóvenes que huyen del servicio militar obligatorio, el cual se ha descrito como "una especie de esclavitud". Para completar el cuadro Estado Islámico, ya amenazó que inundaría occidente con inmigrantes entre los que camufla miembros de ISIS.

Estos viajes ilegales y peligrosos por el mar mediterráneo en vetustas embarcaciones sobrecargadas, son operaciones de contrabando de personas dirigidas por  milicias libias, jefes tribales y bandidos comunes, seres sin escrúpulos que han aprovechado ese problema para enriquecerse;  compran a bajo precio viejos barcos inservibles, los acondicionan a medias y en ellos transportan a quienes quieren huir de sus países. Los inmigrantes son tratados brutalmente por estos traficantes de personas,  deben soportar el calor sofocante del desierto en  Libia, donde está el principal punto de partida y luego el hacinamiento y condiciones infrahumana en las bodegas de esos barcos. Las  autoridades señalan que los traficantes cobran  un precio entre US$540 y US$1,080 por persona. Los traficantes no suelen ir en el barco, van cerca en una segunda embarcación. A veces recogen al capitán y a la tripulación y abandonan el buque para dejarlo a su suerte cerca de la costa italiana.

Ese problema ha convertido a Lampedusa en un cementerio, pues allí desembarcan los cadáveres que rescatan de los naufragios y en su territorio fallecen otros tantos que logran llegar y que son hacinados en refugios construidos para ese propósito en el lado opuesto a la zona turística de Lampedusa. Ver testimonio

Obviamente el malestar de los pobladores y de las autoridades en Lampedusa es grande, pero en mayo de 2012 Giusi Nicolini, una ecologista fue elegida alcaldesa de Lampedusa, conocía el problema y pronto se convirtió en una defensora de los  derechos de esos inmigrantes. Dirigiéndose a las autoridades de  la Comunidad Europea dijo:

Cuán grande tiene que ser el cementerio de mi isla?”, “Vengan a contar cadáveres conmigo”, le ha dicho al primer ministro Enrico Letta.

Lampedusa se siente sola y desasistida por Italia y a Italia le pasa lo mismo respecto a la Unión Europea y a los países de la Europa del norte. Salvo Italia, otros países se niegan a recibir a los inmigrantes. Portugal ha recibido menos de 30, España 1305, Inglaterra apoya con barcos a cambio de que “no les envíen africanos”. La Comisión Europea se escuda diciendo que según las normas de la Comunidad Europea la inmigración es un problema que atañe a cada país y no a la CE. Ignora que los inmigrantes quieren ir a cualquier país europeo y que escogen a Lampedusa solo como la puerta de entrada por su cercanía de África.

«Hay que instituir una operación humanitaria. Los inmigrantes no son personas armadas, ¿por qué tenemos que hacer una operación militar en su contra?», señala la Alcaldesa de Lampedusa.

«Son personas que requieren ayuda, que se ahogan. Necesitamos un cambio histórico en la política europea porque el drama que se está viviendo es histórico, no se puede aguantar más que tengan que ahogarse porque se les niega la entrada en Europa», manifiesta Nicollini

Para la alcaldesa, cerrar las fronteras no es la solución. «Es imposible hacer eso en el mar, no veo cómo se puede continuar con esta gran hipocresía. No se puede construir un muro en el mar, aunque muchos lo harían si pudieran. En vez de esto deberían tomar las riendas de este proceso urgentemente y no dejarlo en manos del crimen organizado», enfatiza.

«Ahora, en Europa no se puede entrar ni para pedir asilo ni para trabajar. Hay que dar posibilidad a estas personas de pedir ayuda, a las que escapan de la guerra y gestionar también correctamente la llegada de los que vienen a trabajar. Hace falta una política migratoria común», subraya la alcaldesa italiana.

«Europa debería despertarse y crear un canal humanitario para que estas personas puedan partir de origen de manera legal, dar asilo a los refugiados políticos y permitir que vayan al país que quieran. Algunos desean unirse a sus familias que ya están en el extranjero, en otros países de Europa, no en Italia»,

En este video podemos ver el dramático testimonio de la valiente Alcaldesa quien debería ser postulada para que dirija El Parlamento Europeo, tiene muy claro el problema y las soluciones.

La Alcaldesa parece tener toda la razón pues la Unión Europea, como decimos los colombianos, se ha hecho la de la vista gorda, ante el problema y se ha dedicado únicamente a  las tareas de vigilancia marítima para disuadir, evitar que otras embarcaciones lleguen y para rescatar a las que naufraguen. Para ello crearon las operaciones “Mare Nostrum” y “Tritón” para controlar las fronteras, disfrazadas de operaciones humanitarias, para ellos es más importante el control de las fronteras que la protección de las personas. “La presenten como la presenten, “Tritón” no es una operación de búsqueda y salvamento”, ha dicho Nicolás J. Beger, director de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas

No obstante los barcos que envían al mediterráneo han contribuido al rescate de miles de inmigrantes que de otra forma habrían sido devorados por el mar.

Cuatro años atrás el Primer Ministro Italiano el famoso Don Silvio Berlusconi, (si señores, aquel que fue acusado por la fiscalía de pagar a una niña marroquí de 17 años para tener relaciones sexuales) promovió en Italia una Ley que  convirtió en delincuente a todo inmigrante indocumentado y penalizó las conductas de los se atrevieran a ayudarlos alquilándoles una vivienda o  bien rescatándolos del mar. Y eso que gracias a las protestas en Europa, se excluyó la pena de cárcel. Esa terrible  Ley de Seguridad abarca también otros temas, por ejemplo creó las "patrullas ciudadanas" que, bajo el control de los intendentes, saldrán a la calle a defender el orden y la seguridad, lo cual recordó las siniestras leyes contra los judíos de 1938 de la dictadura de Benito Mussolini. Una especie de “Convivir” contra inmigrantes.

Los europeos, con ese temor a la invasión de inmigrantes africanos a su territorio olvidan que África ha acogido a unos 40 millones de migrantes en su mayoría europeos.

Olvidan que de alguna manera ellos son responsables de la pobreza y desigualdad reinante en África, continente al que explotaron y del que extrajeron durante siglos sus riquezas mineras, petróleo, cobre, oro, estaño, cobalto, cromo, uranio, coltán y diamantes y luego abandonaron a su suerte dejando el campo abierto a los dictadores. Desde el siglo XIX aparecen las apetencias de los países europeos para repartirse África se instalan ingleses y franceses, grandes del imperio, pero también belgas, alemanes, italianos, portugueses y españoles. En 1880 los europeos ocupaban únicamente una serie de posiciones costeras; en 1914 Africa está totalmente repartida entre las potencias europeas y sólo subsisten dos Estados independientes: Liberia y Etiopía. Los llamados imperios de la revolución industrial  se dedicaron a sacar las materias primas para luego venderles a esos territorios los productos terminados, dejando a su paso miseria y subdesarrollo. 

Volvamos a Lampedusa, vean cómo actúan los políticos: en octubre de 2013, como lo narró el diario El País de España, luego de una de las tragedias con miles de inmigrantes africanos fallecidos al tratar de buscar de manera ilegal un futuro en Europa que se les negaba por los cauces legales el primer ministro de Italia, Enrico Letta, anunció esta perla: "todos los muertos en el naufragio de Lampedusa recibirán la nacionalidad italiana". Qué buena noticia!!, murieron pero finalmente lograron nacionalidad europea. Pero justo el mismo día a la misma hora la fiscalía de Agrigento (Sicilia) acusaba a los 114 adultos sobrevivientes rescatados de un delito de inmigración clandestina, que según la Ley Berlusconi serían castigados con una multa de hasta 5.000 euros y la expulsión del país.

Los políticos italianos han prometido de todo a Lampedusa para acallar la voz de la alcaldesa, incluso hablaron de postular a Lampedusa para el Premio Nobel de la Paz; esa pequeña comunidad de sólo 6.300 habitantes, deja de lado su vida privada y sus intereses, (la temporada turística que dura solo unos meses al año)  para ayudar y dar cabida como sea a los sobrevivientes de los dramáticos viajes de la esperanza. Es gente que nunca ha dejado de ser humana. Este sería un premio que tal vez logre despertar a los gobernantes europeos ante el drama humano de la inmigración africana.

Hay quienes opinan que “El Nobel para  Lampedusa tal vez representaría una luz de esperanza, para aquellos que se ven obligados a abandonar su tierra de origen y a buscar en casa de otros lo ellos nunca podrán conseguir en la suya. Significaría que alguien en el mundo está pensando en ellos, en los condenados de la tierra, en los muertos del mar”. Pero en mi humilde opinión  creo que los europeos no premiarán a Lampedusa pues va contra sus intereses.

Por ahora parece que ya no son muchos los inmigrantes africanos que llegan a Lampedusa pues la operación Mare Nostrum, los intercepta en el canal de Sicilia y los conduce a un puerto seguro en Sicilia, Campania o Calabria. Pero, aun así, esto no ha detenido las muertes y el Mediterráneo sigue siendo un enorme cementerio. “Mientras siga habiendo guerra, pobreza y persecución, seguirá habiendo personas desesperadas que asuman terribles riesgos. La UE y sus Estados miembros no pueden ni deben volverles la espalda y dejar que mueran ahogadas a las puertas de Europa”.

Pero también los españoles tienen su pecado en este problema, han construido muros del horror para proteger su frontera con Marruecos en la posesión que tienen en África. A ese muro es que se refiere la alcaldesa de Lampedusa cuando habla de que si pudiera la CE lo construiría en el mediterráneo. Vean esta nota del periódico El Diarios.es>

Con cada nueva tragedia surge la esperanza de que Europa adoptará una legislación migratoria que solucione los problemas, pero pronto todo vuelve “a la normalidad”, las iniciativas humanitarias van paralelas a las draconianas medidas anti-inmigración. Y lo más grave continúa el crecimiento de los partidos xenófobos que ya tienen mucho futuro, incluso posibilidades de gobernar, en varios países.

Al mismo tiempo que el nuevo comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, propone la creación de visados humanitarios, Italia, que preside este semestre la UE, lanza una operación de alcance europeo contra los inmigrantes sin papeles. Parece haber una profunda brecha entre los enfoques liberalizador y restrictivo, pero, en realidad, ambos forman parte de una misma y deficiente estrategia de Europa ante la inmigración irregular”.- El país de España octubre 22 de 2014.

Según el diario El País de España la Unión Europea tiene ya lista una  misión militar para combatir el tráfico de inmigrantes en el Mediterráneo. La operación contemplará “todos los medios necesarios”, incluso la destrucción de barcos.

Finalizamos con esta reflexión: El problema de inmigración por desigualdad, se repite mucho en otras partes de mundo. Para la muestra nuestro botón: No hace mucho los colombianos emigraban a Venezuela pues allí ellos nadaban en la opulencia por el petróleo, hoy cuando las cosas han cambiado nos expulsan.


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El escritor español Rafael Argullol escribió en 1981 una novela que tituló justamente LAMPEDUSA.  Conoció la isla vivió allí varios años y se enamoró de sus paisajes, que lo inspiraron a escribir la novela del mismo nombre;  construyó su argumento en torno a una mujer de misteriosa hermosura.

Ahora al saber de tantas tragedias escribió esto:

En su momento visité una isla con apariencia virginal y mitológica, y algo de estas dimensiones trasladé a mi libro, pero ahora Lampedusa únicamente puede ser la isla de los cadáveres que yacen en el fondo del mar y que de algún modo esperan una vindicación.
Yo he reeditado varias veces Lampedusa, una historia mítica y de amor. Y lo que debería hacer es reescribirla por entero y ponerle un nuevo título: La isla de los espíritus dolientes

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Ver: "A las puertas de Europa"’. Premio World Press Photo 2015 en la categoría de vídeo: Un trabajo del fotógrafo Carlos Spottorno publicado por EL PAÍS SEMANAL

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Nota:

La verdad no sé qué significa Lampedusa, no sé si es un apellido italiano o el nombre de alguna cosa, pero con esta tragedia de la que tampoco no sabía mucho, aprendí que alrededor de Lampedusa hay términos que se entrelazan y forman una increíble historia: ahora para mi Lampedusa significa, belleza, mar cristalino, muerte, solidaridad, traficantes, riqueza, violencia, xenofobia, desidia, política, dictadores, Europa, inmigración, pobreza, explotación, colonialismo.

Lampedusa es solo un accidente geográfico, una bella población, pero a mi juicio es como si Dios la hubiera escogido para que el mundo supiera sobre la tragedia que vive África, el continente que fue cuna de algunas de las primeras civilizaciones. Esa tragedia fue causada por otro continente, Europa, que ahora se niega a reconocerlo y menos  a tenderle la mano, ante la mirada impávida de las potencias de América y  Asia.

Omarquez

 



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