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Invitación
Orlando Molano y su familia los invitan a participar el la Clasica CHIA- CHIQUINQUIRÁ CHÍA que se realizara entre el 17 y 18 de octubre de 2015.
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Enemigos y amigos en el Tour e Francia
Tomado de La Vanguardia Deportes
Coppi y Bartali (1949)
Mucho antes de que Carlos Bilardo lanzara su grito de guerra, “al enemigo ni agua”, los dos ciclistas italianos más famosos de la posguerra, Fausto Coppi y Gino Bartali, legaron para la posteridad una imagen histórica. Curzio Malaparte definió así a Bartali: “Un hombre en el sentido antiguo, clásico, metafísico también… sólo levanta la cabeza para mirar al cielo”. No en vano le apodaron el fraile volador. Y de Coppi dejó escrito: “Es un mecánico. Sólo cree en el motor que le ha sido confiado, es decir en su cuerpo”.
Su rivalidad deportiva, política e incluso religiosa, dividió Italia. Pero en el Tour de 1949, en el Aubisque, se quedaron solos en un pasaje decisivo, en una dura jornada de calor infernal. Y, cuentan unas crónicas, Coppi agarró su bidón y se lo pasó a Bartali: “Toma, aún queda”. ¿O sucedió al revés? La polémica sigue abierta. Pero el bidón pasó de una mano a otra. Ni se miraron.
Hinault y Lemond (1986)
Al término del Tour de 1985, Bernard Hinault, que había logrado su quinta victoria, prometió que ayudaría a su compañero Greg Lemond al año siguiente. Pero las cosas no fueron tan fáciles. Con el apoyo decidido del público, que soñaba con un sexto triunfo del francés, Hinault le hizo la vida imposible a Lemond. Luego flaqueó en el Izoard y Lemond no quiso rematarlo, sólo tomó el liderato con escasa renta ante la etapa reina (Galibier, Croix de Fer y Alpe d'Huez). En la cima del Galibier, Hinault le pidió a Steve Bauer que se lanzara y le siguió. Los dos se fugaron. Lemond montó el contragolpe y con él se fue Ruiz Cabestany.
En el Télégraphe se reunieron los cuatro fugados, tres del mismo equipo. Nuevo ataque de Hinault, esta vez él solo. Y Lemond le pidió consejo a su director, Paul Koechli, quien, completamente superado por la situación, le replicó: “Haz lo que te venga en gana”. En Historias de un ciclista Pello Ruiz Cabestany explica: “En teoría, Lemond no podía tirar por Hinault porque era de su equipo. Bueno, eso según las normas del compañerismo, porque el americano no sólo tiraba como un poseso sino que me ofreció un dinero por colaborar yo también.
Como pensaba hacerlo de todas las maneras, acepté, tiré entre los dos puertos, le cogimos y me quedé despatarrado a mitad de la subida a La Croix de Fer. Hinault y Lemond llegaron agarrados de la mano a Alpe d'Huez. Como buenos compañeros de equipo...”. Así fue. La imagen de los dos amigos en la cima del Alpe d'Huez también forma parte de la colección de las mejores fotografías de la historia del Tour.
Indurain y Rominger (1993)
Si algún campeón del Tour se especializó en ceder etapas y ganar carreras no fue otro que Miguel Indurain. Durante sus cinco Tours, de 1991 a 1995, nunca ganó una etapa en línea. Le valía con llegar delante y llevarse todas las cronos. En algunas ocasiones su obsequio fue tan flagrante que nadie se creía del todo sus justificaciones.
El reinado de Miguelón empezó en los Pirineos, en un ataque con el italiano Claudio Chiapucci en el descenso del Tourmalet. Indurain tomó el liderato y Chiappucci se llevó la etapa. Pero más que un regalo eso fue un pacto, el más viejo de la historia del ciclismo: “Para ti la etapa, para mí el amarillo”.
Mucho más astuto fue Indurain cuando, en sus batallas con Tony Rominger, le dejaba parte del pastel al suizo. Un caso ejemplar sucedió en 1993, en el final alpino de Isola 2000, donde todos entendieron que el navarro frenó para dejar pasar a Rominger, aunque una vez más lo negó: “No me quedaban fuerzas”, dijo. Su director, José Miguel Echavarri, lanzó una de sus parábolas: “Primero son los dioses y luego los santos. En el Tour, dios es el maillot amarillo y los santos, las etapas”. Algo así, con menos verbo, dijo Contador en el Tourmalet.
Armstrong y Pantani (2000)
Lance Armstrong era distinto. Lo quería todo. Pero un día se sintió generoso y le dejó una victoria a Marco Pantani. Fue el inicio de una gran enemistad. Sucedió en el Mont Ventoux. Ataque de Pantani que sólo el texano fue capaz de replicar. Una vez solos, al italiano le costaba seguir los relevos de su compañero de fuga, pero sobre la línea Armstrong renunció al triunfo.
El rey del Tour lo proclamó a los cuatro vientos y Pantani se sintió herido. Encima, Armstrong le llamó elefantino, un mote que le disgustaba. Y Lance se hartó: “Fue un error dejarle la victoria.
Todo el mundo sabe que no era el más fuerte”. Pantani prometió dedicar el resto del Tour a atacar a Armstrong hasta desfondarlo. Sin éxito.
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Bogotá septiembre 27 de 2015
Salida número 31
Volvimos a bordear el embalse de Tominé
Hoy se le apareció la virgen al dueño de la panadería en Guatavita, donde hemos parado los 29 pedalistas que partimos de La Caro (), un grupo de consumidores que ni se imaginó atender. Seguramente la ventica en tinto, cocacolas, Ponymaltas, panes, roscones y otras viandas fue significativa.
Para llegar a esta bella población recorrimos 48 kilómetros en nuestras bicicletas desde La Caro, de donde partimos a las 7 y 40 a.m. Hasta acá ha sido todo un “ciclopaseo”. El lote se fraccionó en Sesquilé, por lo cual el trayecto de allí hasta Guatavita lo hicimos en varios grupos disfrutando el paisaje y la vía que bordea completamente uno de los costados del embalse del Tominé, la cual fue totalmente reparchada y no se parece en nada a aquella trocha que recorrimos por última vez el 5 de mayo de 2013.
Apenas hemos completado la mitad del recorrido pero ya tenemos bastantes cosas que contar.
Por ejemplo en La Caro estuvimos a punto de cambiar el recorrido, Alejandro nos recordó que la tercera etapa del Clásico RCN, partiría desde Tocancipá y que seguramente cerrarían la vía. Pero hace tantos meses (casi 29) que no hacíamos este recorrido a Guatavita entrando por Sesquilé que decidimos arriesgarnos a que nos pararan en Tocancipá, eso sí les pedimos a los conductores de los vehículos acompañantes que se adelantaran y pasaran esa población.
Uno de esos vehículos lo conducía Martha la esposa del Chinazo Eduardo, quien sacrificó su domingo para colaborarle a su sobrino Camilo Pulgarín pues le correspondía el turno como conductor elegido. Camilo nos trajo una canasta repleta de refrigerios, comprados con su propio peculio, pues el joven ahora devenga, para felicidad de sus padres. Muchas gracias a Camilo por ese bonito detalle y a Martha por toda la colaboración.
La copiloto de Martha hoy era Nidy Johana Jiménez, amiga, digo yo pues no quiero levantar chismes, de William Bolaños quien por fin se animó y decidió hacer hoy su primera salida oficial del 2015 con el Grupo. Nidy nos colaboró además como reportera gráfica. Muchas gracias y esperamos verla muchos domingos acompañando a este muchacho que se nos había extraviado.
Otro que se reintegró hoy fue Jorge Buitrago, luego de unas extensas vacaciones por tierras tolimenses. Bienvenido, nos adelantó que su compadre Héctor ya está pensando en retomar la bici. Un saludo para “el viejo Hétor”.
Pensando en lograr pasar a tiempo antes de que cerraran la vía en Tocancipá partimos a buen un paso, estábamos a solo 20 kmts y confiábamos en que lo lograríamos. Llegamos a Tocancipá, la policía ya había cerrado el tráfico vehicular de norte a sur y se disponía a parar el otro carril, afortunadamente logramos pasar, es que la fe mueve montañas.
En uno de esos pasos provisionales destapados para cambiar a doble calzada, Alvarito Cuervo quien iba en un lotecito no pudo sacar el pie del pedal y cayó con su bici casi detenida. Lamentablemente se golpeó la rodilla. Avisamos a quienes encabezaban el lote para que esperaran pues los que íbamos con Alvarito quedamos rezagados. Pese al dolor logró subir el repecho antes de Sesquilé pero allí decidió que era mejor subirse al carro.
Lamentablemente ese golpe, aparentemente sin mayor trascendencia le ocasionó ruptura del ligamento anterior de la rodilla derecha y la fisura de un huesito. Mala suerte Alvarito, lo lamentamos mucho, esperamos que la recuperación sea pronta.
En Sesquilé, para recordar aquellos viejos tiempos de las vueltas a Colombia, convinimos en parar para ver pasar la caravana del Clásico RCN que había salido de Tocancipá.
Pero solo Pulga, Alejo, Pablo, el Chinazo, Orlando M.y Víctor Molano, Marcolino, Guillermo, Alberto O, Orlando, Manuel Giaco y Camilo aceptaron la invitación los demás optaron por continuar hacia Guatavita, pues el plan no les pareció divertido. Giaco y Camilo decidieron avanzar hacia el Sisga para verlos en plena subida, pero al igual que para nosotros, el espectáculo duró solo unos pocos segundos, el inmenso lote que ocupaba toda la vía pasó raudo y apenas si pudimos tomar algunas fotos. Sin duda el que más se divirtió con esta experiencia fue Alejandro.
Más arriba en la via al Sisga Camilo logró este al paso de la caravana "multicolor".
Luis Alberto Bernal, exintegrante de CicloBR iba en la caravana, seguramente en uno de los vehículos acompañantes y nos “distinguió”, le marcó al celular de Pulga y les envió saludos.
Una vez se perdió en el horizonte el lote del Clásico RCN, regresamos para continuar con nuestra tarea, nos faltaban aún 14 kmts para llegar a Guatavita, llenos de repechos y la subida al "Lavadero" que nos deja en el pueblo. Realmente no supimos quién coronó primero en Guatavita del grupo que se adelantó, pero me imagino que Miguel. En el grupo de los fans de Clásico RCN venció Manuel.
Con estas anécdotas regreso a Guatavita, donde les contaba al comienzo que estábamos descansando. Todos lucían tranquilos, es curioso nunca los había visto en ese estado despreocupación, charlaban animadamente y no parecía que tuvieran afán en continuar pedaleando. Esperamos a Giaco y a Camilo y partimos pues aún teníamos que recorrer 50 kmts para llegar a la Caro.
Afortunadamente el hermoso día de hoy fue preparado especialmente para nosotros y parece que nos acompañaría hasta regresar al punto de salida.
A Guatavita llegaron Mauricio Ordóñez quien venía por Patios y Gabriel, parece que hizo la vuelta por Sopó. Con ellos y el señor Hernando Mayorquín, quien llegó con Carolina, completamos el lote de 29 pedalistas.
En la bajada y luego en el trayecto desde el cruce de Guasca se armó la de Troya, ahí si se aceleraron, Pulga encabezaba el lote, parecía que querían recuperar el tiempo que gastamos en la tertulia en Guatavita. Con Ildefonso nos tocó perseguir con el acelerador a fondo, los logramos cazar al inicio de la bajada del Salitre.
En la Y pararon para reagruparnos. Eduardo, Camilo, Giaco y Carlos Galindo retornaron por la vía a Patios. Carlos se quedaba en La Calera donde reside. Los demás continuamos hacia Sopó. Marcolino, Alejo y Gabriel se adelantaron y lograron administrar la ventaja hasta llegar a la Caro.
Miguel nos condujo hasta Sopó a un ritmo parejito pero durito; pasamos Briceño y entramos en la recta final en la autonorte, solo nos restaban 12 kmts para regresar a la Caro, todos estaban a la expectativa pues sabían que al avistar los Silos de Almaviva se iba a prender el fogón, como en efecto ocurrió. El primero en tomar la iniciativa fue Don Guillermo, Miguel y Jacinto salieron a su rueda. En la llegada Jacinto y Miguel disputaron el embalaje, vi muy cerca a William Bolaños, se nota que se había preparado para el debut.
Wiiliam Trejos llegó en solitario, pero hizo todo el recorrido, Nobile logró mantenerse en el lote casi hasta la meta final. Felicitaciones a todos por este gran esfuerzo.
Qué buen entrenamiento el de hoy, 98 kmts para agregar a la curva, una buena preparación con miras a la Clásica de la Amistad que se inicia en Octubre y para el Ciclo Paseo Orlando Molano 70 años.
En el restaurante de la Caro partimos la torta a los cumpleañeros de los últimos tres meses, mientras Nidia hacía un solo de
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