Camarita lo vi como llanero tragándose el camino cual centauro majestuoso
Bogotá, marzo 5 de 2017
Para escuchar mientras lees
Compadre Marcolino, para celebrar su cumpleaños, intentaremos matizar la crónica de hoy con los dichos del lenguaje de su llano, aunque Ud. ya se las sabe todas y las que no las tararea. Primero lo primero, felicitarlo por los 86 kmts que se aplicó hoy, que para quien lo lea no parece nada, pues el que no lleva la carga le parece que no pesa. Nos alegra, compadre Marco Ud. si sabe que hombre flojo no monta caballo bueno ni goza mujer bonita.
Los que si sabían que el camino era largo y el bastimento poquito eran Héctor y su señora María Sagrario, se vinieron con el carro repleto de mecato para atender con todas las de la Ley a sus amigos ciclistas, la verdad no sé cómo cupo allí Jorge Buitrago dado que con las bolsas de refrigerios no le cabía una aguja al auto. Nos atendieron a cuerpo de rey, cada uno de los ciclistas recibió una bolsita que contenía, herpo, ponquecito, galletas, bocadillo, turrón y vasito de arequipe hasta con palito para degustarlo. Como si fuera poco, bananos y jugos de botella. La familia Pedraza se pasó en atenciones, mejor dicho compadre si hubieran conseguido las varas, el burro, la leña y el carbón, seguro que nos hubieran asado mamona. Dios les pague, qué pena, se gastaron sus buenos churupos, hasta sobró pues calcularon más de veinte y hoy solo asistieron 17 pedalistas (ver listado).
Eran las 7 y 50, ahora si apriete las batatas que lo que viene es sabanaa!. Empezamos a rodar, el día estaba frío y si mirábamos al cielo gris, parecería que iba a charuciar, pero la verdad pronto esas nubes se fueron para otro hato y dejaron que el sol hiciera su tarea. El deseo de sabaniar nos llegó hasta el peaje de Siberia, la Policia otra vez confinó a los cientos de ciclistas y motociclistas a pasar de a uno en uno por el estrecho sendero y en consecuencia jodíos se formó la que nos trajo, tocó ajilarse y mamarnos el trancón. Por más gritos para que aplicaran la “inteligencia vial”, no hubo poder humano para convencer a esos care pija para que habilitaran un carril de autos como los han hecho en otras ocasiones.
Para colmos a los policías les dio por hacer batida en ese punto a los motociclistas para revisar que el casco y el chaleco tuvieran el mismo número de la placa, y como el que remienda no estrena, partieron a un montón de avivados. Por ahí vimos a alguien recogiendo firmas para escribirle a los de la concesión, amanecerá y veremos, este problema se solucionará cuando la rana eche pelo y el lagartijo copete, porque donde manda capitán… o mejor dicho donde canta loro real no canta cucarachero.
El lote de nuestros pedalistas se entretejió con los más de 500 colegas que conformaban el trancón, fuimos pasando a pie por el caminito que nos dejan, al llegar al otro lado el que iba cruzando se iba yendo y del grupo no quedó sino el recuerdo. Allí todos perdimos referencia, no sabíamos quién iba adelante o atrás, la tarea de Héctor como conductor elegido se comenzó a complicar. Todos íbamos ojo e garza buscando camisetas Negro- Naranja.
Pasamos a Alvarito, yo iba con Rei y con Ricardo pero los jóvenes se fueron tras los punteros quedé más varado que Garza en Barrizal. Antes de la subida a la Virgen me pasó A. Rivera y me fue sacando lucecita, me tocó seguirle la rueda un grupito de azul, pues cuando uno se está ahogando hasta de un caimán se agarra, sabía que los Molano venían muy cerca.
Pulga acompañó a Nobile hasta la subida a la Virgen, ella había anunciado que con Isabel, Jorge y Alvarito seguirían directo al Rosal sin ir a Pradera. Me cuenta Pulga que en Subachoque lo encontró a Ud. compadre Marco esperando al Grupo, porque disque Ud. pensaba que iba de primero, le dio la noticia que iba era de último entre los que irían a Pradera, me imagino la piedra que le dio al saber que no iba de cabrestero camarita y que lo que esperó lo había podido aprovechar para llegarle a los punteros.
Yo sabía que no hay caballo malo, si no peón que no se acopla, así que sin saber las posiciones de mis colegas en la infinita hilera le seguía dando con la esperanza de que se cumpliera el refrán llanero: “No siempre llega adelante, el que sale de primero".
Pasando Subachoque volví a a tener la visual sobre A. Rivera, en el primer repecho pasamos a Laurita como ven le había rendido bastante a nuestra Bióloga que hasta Subachoque era la puntera del lote, allí me di cuenta que llevaba pisándome los pelos de la cola a los Molano. Subimos la Herradura y nos llegaron Eduardo y A. Otálora, buenas rueditas que me servirían para investigar quiénes eran los punteros, así que a pegarme al grupo que cabresteaba A. Rivera y atento a no quedarme pues el que tiene sueño liviano no lo matan dormido cuñao.
A pocos kmts de la Pradera avistamos a los dos punteros, primero a Ricardo y luego a Rei, el Chinazo prendió la leña, es que gallo es gallo aunque la gallina le pegue.
Con A. Rivera y el Chinazo encabezando el lotecito en el que iban además A. Otálora y los Molanitos con mucho pesar absorbimos a los punteros, desafortunadamente su trabajo de punta a punta no les alcanzó para ganar la etapa pero ya habían dado bastante realce a la imagen de sus patrocinadores.
En el punto en el que aparece un falso plano a un km de la Pradera me acordé que quien vive pensando en zorro, nunca tiene gallinas y decidí gastar mis ahorros energéticos, le di un riendazo a mi potro a ver si caían fruticas del moriche. Pero como el Chinazo sabe que mientras más manchao es el tigre, mejor es la pelea me salió al coleo, pasó primero los policías acostados a la entrada y se declaró vencedor, yo lo pasé antes del puente pero no me la valió, es que ´perro viejo late echao.
Uno a uno fueron llegando al primer objetivo los doce ciclistas que se le midieron a Pradera. Chinazo, A. Rivera, Orlando y Víctor Molano, O. Márquez A. Otálora, Ricardo, Rei, Laura, Pulga, Marcolino y W. Trejos que sorprendió, es que el catire anda en su mejor momento, desde que su médico de cabecera le permitió superar el tope de los 45 kmts
Óigame pariente, Ud. bien sabe, que Llanero no bebe caldo ni pregunta por caminos, pero Alberto Rivera ni Ricardo pararon en Pradera, siguieron de largo en busca del camino a la plaza de Mercado de Subachoque, donde los esperaban sendos calditos de Pajarilla. Para allá partió tambien W. Trejos se saboreaba durante el camino.
Los demás nos dimos un descansito de unos quince minutos en Pradera antes de reanudar y luego si camaritas a inflar cachete que ahora es que queda tabaco.
Mientras, el grupo integrado por Nobile, Isabel, J. Buitrago y Alvarito, seguramente ya estarían cerca o subiendo al Vino.
Y como la corocora el grupito alzó el vuelo, los potros de carbono y aluminio recién trochados parecían empujados a fuerza de rejo recién labrao, iban en busca de Subachoque, en el jaripeo Laura y yo nos quedamos a poco de llegar a Subachoque, pensaron en esperarnos en Subachoque pero continuaron y más bien redujeron el paso, así les pudimos llegar luego de pasar la segunda batea.
En minutos ya teníamos al frente el horcón de la boca de la subida al Vino y en las piernas 63 kmts recorridos, nada que hacer a trepar se dijo cuñao, pues al que no le gusta el son que le eche la colcha al arpa.
Rei que hoy estaba machiro o resabiao, quería desquite y de una salió espantao y en minutos cogió una buena ventaja. Laura salió dispuesta a no dejarse. Y como un solo palo no hace leña, les montamos la perseguidora con Los Molano y el Chinazo. Pueden creer que le llegué a 500 mts del alto, pero maté al tigre y me asusté con el cuero, me pasó por la derecha y el chinazo por la izquierda, se confirma que alpargata no es zapato ni que le pongan tacón.
Buena Victoria de Rei, estaba herido, no lo dejamos ganar en Pradera y loro con ala cortada es el que más aletea.
Alberto Rivera, William y Ricardo que ya traían su caldito puesto trataban de darnos alcance, pero les llevábamos su cucharadas de ventaja. W. Trejos decidió no subir al Vino y regresó a Siberia. Nos reagrupamos en el Vino y cuando iniciábamos la bajada llegaban Alberto y Ricardo.
Y como Zamuro no come alpiste ni gavilán cacarea, del Rosal a Sibería eso fue un zumba que zumba. Como las uvas se veían verdes decidí quedarme para acompañar a Laura, nos despegaron pasando los taches de la Arenera.
Alberto Rivera logró llegarle al grupo antes del peaje, luego de una intensa persecución, mientras su partner de caldo Ricardo pagó los platos y tuvo que llegar con el letrerito de FIN a Siberia.
Unos pocos se quedaron a la tertulia que se me iba aguando pues dejé las llaves dentro del carro y se me cerró, afortunadamente tenemos a dos expertos cerrajeros, Pulga y Eduardo que sin cobrar un solo churupo hicieron el trabajo.
Bueno, creo que eso fue todo compadre Marcolino, camarita le digo la verdad hoy lo vi joven a sus 63, siempre ahí como el llanero tragándose el camino cual centauro majestuoso. Me cuentan que en el Vino hubo batalla Nobile- Isabel, la ganó la Mayora de la familia González.
A todos felicitaciones por las metas logradas en la etapa de hoy, nos veremos en la subida al Alto de las Margaritas con ñapa, donde como dice la canción el rocío besa las flores.
No se preocupen, les diremos dónde espantan pa que pasen rezando.
PD: Si alguien tiene duda sobre el significado de alguna palabra o dicho utilizado en esta crónica, no duden en consultar a Marcolino o a Edgar traductores expertos autorizados de la jerga llanera.
Si ves a un llanero triste
Fue que lo dejo su amor
Se le murió su caballo
O le ofendieron su honor
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