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Al revés resultó mejor
Esta es laAl elaborar la programación del mes de junio el profe Salcedo nos sorprendió con un recorrido para el domingo 7, conocido por muchos de nosotros pero esta vez en sentido contrario y la verdad sea dicha le sonó la flauta.
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Qué delicia de etapa, tres horas para recorrer setenta y cinco kilómetros en total, escaso tráfico vehicular, mucho oxígeno, bellos paisajes, con la mezcla perfecta terreno plano y buena montañita para los trepadores.
Salimos de Briceño a las 8:20 a.m. vía a Sopó en una mañana fría bajo un cielo encapotado, como diría Max Henríquez, con probabilidades de lluvia. Mientras recorríamos los primeros 15 kilómetros hasta la Y que divide el camino (izquierda Guasca y derecha La Calera) el tiempo fue cambiando y apareció el sol, justo cuando iniciamos la trepadita al alto del salitre.
La primera subida seleccionó el grupo, ocho corredores tomaron ventaja en los 3.5 kilómetros de la subida al Salitre, encabezados por Alberto Otálora a quien al coronar fue superado por Carlos Reina. Alejandro Rodríguez encabezaba con Anita un poco más atrás el segundo grupo compuesto por doce pedalistas.
Eduardo Bedoya, quien se estrenó como conductor elegido disfrutó viendo por primera vez los toros desde la barrera, contó que es una buena experiencia. Al final dejó varias recomendaciones técnicas basado en los análisis que hizo de la etapa. Ojo profe cuando se pensione ya tenemos candidato para reemplazarlo.
Luego de coronar el alto, como de costumbre en terreno plano con ligero descenso la gente pisa el acelerador, son 7.5 kilómetros hasta el cruce de Guasca en donde vimos a varios persiguiendo para conectarse a su grupo.
Pasando el cruce de Guasca tan pronto se insinuó la montaña empezó el concierto de piñonería y cada cual fue tomando posición para dar la pelea en busca de la cima. Para llegar a Guatavita tuvimos que recorrer 9 kilómetros, de los cuales digamos que son 5 con una pendiente de cuarto nivel, trayecto en el cual se puede subir rápido.
Henry Gómez, quien a propósito está recién casado, aprovechó un descuido del lote de los ocho punteros y tomó una ventaja de casi 200 metros. Nos imaginamos el regalazo de su esposa cuando lea esta crónica y se entere del desempeño su maridito.
Pero, faltando menos de un kilómetro Miguelito Granados no permitió el irrespeto, reaccionó y lo cazó antes de llegar a Guatavita. Alberto Otálora que la había dado toda en la subida a El Salitre sufrió la pérdida de su motor principal y subió a media máquina.
Atrás llegó Carlos Reina Seguido de Gabriel Uribe, a quien vimos haciendo una excelente etapa. Unos metros atrás llegaron Orlando Márquez, Orlando Molano, Pulga y Dimián mostrándose los dientes.
Cerca arribó Alejandro seguido de Melquisedec y Alberto Otálora. Los Alvaros Cuervo y Campo lograron superar a Anita que traía a su rueda al mono Arteaga. Después ingresaron a Guatavita William Trejos, Orlando Pinillos, Marcolino y el profe con su pequeña pero pesada carga: Pachito que llegó con los restos.
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Una breve y refrescante pausa en Guatavita, pues apenas llevábamos 35 kilómetros y aún teníamos que recorrer 40 más.
A unos cinco kilómetros delante de Guatavita el tiempo volvió a cambiar repentinamente y se soltó una lluvia pertinaz que obligó a parar para usar el impermeable. Alvarito Campo sacó unos extraños forritos plásticos para sus zapatillas, aunque no nos contó en que boutique deportiva los compró, alguien de sapo contó que se consiguen en la sección de frutas de Carulla, Éxito y Cafam.
La llovizna pasó en menos de 10 minutos, al llegar a Sesquilé (distante 17 kilómetros de Guatavita) ya el piso estaba seco. Nos reagrupamos en la autopista central para recorrer los 23 kilómetros finales. Saliendo de Sesquilé nos recibe un repechito de 350 metros que obliga a bajar el plato. Allí se fraccionó el grupo nuevamente, pero más adelante en la bajada hubo reagrupamiento.
El profe quien venía afectado por la gripa, por primera vez se subió al carro acompañante. En la autopista volvió a su bici.
El terreno restante hasta Briceño se recorrió a buen paso, en una carretera con buena berma. El terreno es plano pero al final tiene una ligerísima pendiente que con ayuda del viento hace que el esfuerzo sea mayor.
William gritaba, pero esta vez no entendíamos qué decía. Nos acercamos y decía Vamos William, Ud. Puede William vamos, vamos!!!. Parece que está leyendo libros de Duque Linares sobre auto superación.
Pinillos parecía tener el detector de berma desfasado unos 15 o 20 grados a la izquierda pues con frecuencia se salía formando tercera fila. Al final le recomendaron hacerse un pequeño ajuste técnico para que pueda cumplir el artículo 8o numeral 13 literal h) del reglamento de CicloBR.
Si Ud. No pudo asistir, no se preocupe mijo esta ruta hará parte del menú mensual, estamos tratando de variar un poco pues hacia la 80 el tráfico y las opciones de parqueo son cada vez más complicadas.
Tanto la llegada como la salida por la autopista norte son muy rápidas. Recomendamos que en las salidas al norte nos coordinemos para que en cada carro vayan mínimo tres ciclista, de tal forma que podamos compartir el costo de un peaje y la gasolina. Quienes van sin carro pueden esperar a su “partner” en el punto de encuentro que utilizamos para la vuelta al norte.
Bueno, nos vemos el próximo domingo 14 q las 7:45 a.m. en Los Kioskos para la etapa a San Francisco (primera entrada). Nuestra conductora elegida Anita Niño quien cambia el turno por solicitud de Alejandro.
Le deseamos la mejor de las suertes a Jorge Arteaga quien será sometido a una intervención quirúrgica este fin de semana.
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Omarquez junio 7 de 2009
Notícula:
Qué será de la vida de Alberto Rivera, Alfredo Santacruz, Pedro Gómez, Francisco Ruiz?. Candidatos para la sección ¨Se Busca¨.
Si Ud. no tuvo
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