En cuestión de gustos no hay disgustos.
Bogotá, domingo febrero 17 de 2013
Tercera salida oficial del grupo en este año, esta vez con la travesía Siberia- Canicas Siberia; recorrimos una distancia total de 70 kilómetros. Asistieron en total 22 ciclistas ().
Como preámbulo a la crónica, les pido una licencia para una pequeña reflexión filosófica.
Los gustos nos unen o nos separan. Cada persona valora las cosas o los hechos de una manera diferente, la coexistencia de diferentes posiciones es precisamente la tolerancia. Lo que a mí me gusta no le gusta a los otros y lo que yo pienso no puede ser igual a lo que piensan los demás. Dice un adagio popular que para los gustos se hicieron los colores y que en cuestión de gustos no hay disgustos.
Hecha esta introducción hoy nos dedicaremos en esta crónica a contarles los que nos gustó y lo que no nos gustó de esta salida en bicicleta. Uds. tranquilos, no se estresen, es una opinión, pues igual pasará que a algunos les guste lo que a nosotros no nos gustó y del mismo modo pero en sentido contrario como dijo aquella reina filósofa paisa (, por si alguien no se acuerda, fíjense que a algunos les gustó).
Empecemos por mencionar que nos gustó que hoy nos hubieran acompañado Jorge Gutiérrez y su esposa Consuelo. Los Gutiérrez estuvieron ahí presentes y solidarios con sus compañeros, pues a Jorge le correspondía el turno como conductor elegido. Gracias a esta parejita, por su compañía, por el detalle que nos llevaron y por la labor que hicieron como asistentes en carretera y como reporteros gráficos.
Además nos gustó que Jorge hubiese aprovechado para montar con nosotros unos buenos kilómetros dado que tenía copiloto. Un buen ejemplo de cómo integrar a la familia en estas salidas dominicales, que tal llevar a la señora o a la novia (no a las dos al tiempo por favor) una vez al año como copiloto?, llevémoslas así nos entenderán un poco más en este gusto por la bicicleta; por supuesto lo mismo pero en sentido inverso, ¿capisci Esthercita?.
Nos gustó que hoy nuestra gente estuviera madrugadora, exceptuando a dos de nuestros más estimados amigos, quienes son un caso perdido, definitivamente perdieron la batalla contra el despertador. Logramos un verdadero récord, a las 8:09 a.m. ya estábamos en camino, claro que contribuyeron las goticas de agua que comenzaron a caer justo cuando estábamos preparados para partir.
No nos gustó el efecto que causaron esas moléculas de agua lluvia, minúsculas partículas, en algunos integrantes del grupo que partieron veloces y despavoridos sin darse cuenta de que algunos aún estaban preparándose. ¿Será eso lo que los científicos llaman el acelerador de partículas?. Afortunadamente muy conscientes decidieron mermar el paso para que nos pudiéramos agrupar. De lluvia finalmente nada, tuvimos una soleada mañana.
Nos gustó ver de regreso a Pachito Morales, a Pedro Gómez y a William Duarte quien estuvo en el grupo en los comienzos, un ciclista muy completo que nos “daba en la cabeza” y que hoy salió con su hijo, un sardino con su misma pinta y que parece seguirá sus pasos, le venía fallando la bici pero subió muy bien.

Igualmente nos gustó conocer a un nuevo colega, un Antropólogo que llegó hace seis años de Europa a hacer una maestría en la Javeriana y se quedó en estas bellas tierras. En su patria Italia, cuna de grandes ciclistas su afición al ciclismo no pasó de simple espectador del Giro, pero curiosamente acá en Colombia se contagió gravemente del virus del ciclismo. Su primer sueldo como docente de Filosofía en la Universidad se lo llevó una bicicleta de ruta, desde entonces ya han pasado dos años y dos marcos. Hoy Giacomo Criscione fue nuestro invitado, demostró que tiene no solo pinta de ciclista si no que sube bien. Lamentablemente por el acelerador de partículas no pudimos presentarlo y al final no supimos si regresó a Italia, pues se nos perdió. Nada Giacomo acá tiene amigos colombianos para compartir, pues igual que Ud. somos portadores del virus del ciclismo. Por el mensaje que nos envió se queda en Colombia!! (Ver en la columna de la derecha).
De todo nuestro gusto el paso al cual Miguel y sus asistentes de hoy condujeron al grupo hasta el comienzo de la subidita a la virgen, allí llegaron todos...

..., bueno casi todos, pues nuestro buen amigo Armandito venía más quedado que salchichón de tienda, nos consta que no es falta de fuerza, no es desmotivación, no es falta de entrenamiento; todo se explica por la estrategia de preparación que le ordenó su "personal training" este año, según la cual no puede sobrepasar determinados pedalazos por minuto en cada cambio. Definitivamente no nos gusta, no nos cae bien el entrenador de Armandito pues no le ha dado resultados y últimamente anda portando el letrerito de FIN, pobre muchacho, dele alas, déjelo volar amigo asesor.
Nos gustó que Alejandro y Marcolino hubieran hecho el esfuerzo y subieran al alto de Canicas.

Tenemos entendido que Armando, Alberto Otálora, Nelson, Pachito y Gabriel dieron media vuelta en la Escuela. Unos kilómetros más adelante regresó Pedraza. Nos gusta que la gente escoja el kilometraje que quiere hacer mientras poco a poco va logrando la plenitud de sus condiciones para más adelante medírsele al recorrido completo.
Lo que más nos gustó:

No lo podía creer, algo así como para Ripley, llevábamos más de la mitad de la subida a Canicas y un lote de diez y siete ciclistas marchaba compacto. Seguíamos avanzando y todos ahí, faltando tres kilómetros solo Alejo y Marcolino perdieron la rueda. En la parte del aserradero, Eduardo no aguantó más y aceleró el paso, lo siguieron Martínez y Giacomo. Allí si el lote se dispersó pero uno tras de otro fuimos coronando Canicas.

Nos gustó mucho esa actitud, nos acompañamos durante casi todo el trayecto y al final sí cada uno sacó lo que le había sobrado. Nos hubiera gustado que hubiesen parado un minutico en el alto para reagruparnos y esperar a los que aún estaban subiendo, nos gusta que la gente salga a montar sin afán, pero no hay problema, hay gustos para todo.
A Eduardo y a Pablito parece no gustarles el recorrido que se programa por corto y hoy bajaron a Tabio. A otros en cambio les gusta, como se dijo en cuestión de gustos no hay disgustos.
Bajamos relajados, con la esperanza de encontrarnos en Subachoque como es costumbre, incluso en el camino ya me imaginaba esa coca-colita helada y el pandebono con bocadillo. Pulga y yo cerrábamos el lotecito que se diluyó en la bajada. Oh sorpresa cuando llegamos al parque de Subachoque ni una camiseta Verdillo. A algunos nos encanta parar a reagruparnos y tomar unos minuticos de descanso, pensamos que es parte fundamental de nuestra esencia como grupo recreativo, pero vea Ud., a otros no les gusta parar, vienen con el tiempo limitado. Chao pandebono otra vez tal vez serás mía coca colita helada.
En la Virgen, nos esperaban Esther, Miguel, Marcolino, Melki Molanito, con Pulga armamos este grupito de 9 pedalistas incluido Marcolino William y su hijo que nos llegaron. Jorge decidió acompañar a Consuelo en el carro.
Adelante, con una considerable ventaja marchaban, Armando, Pacho, Gabriel, Alberto, Pedraza y Nelson. Más atrás Giacomo, Martínez, Hermes y Pedro. Nos gustaría ver un solo lote, o máximo dos, pero nada que hacer son gustos.
En la tradicional tertulia en Los Kioskos nos reencontramos la mayoría, departimos como nos gusta y pasamos unos minutos muy agradables repasando la salida y las incidencias.
Comentamos sobre la importancia de que nos programemos para las salidas dominicales, para poder disfrutarlas plenamente y sobre, la parada de reagrupamiento. A nuestra edad ya debemos superar los afanes. Del afán no queda si no el cansancio.
Como hoy nos la estamos tirando de filósofos en la crónica y aprovechando que hablamos de gustos, confieso que a mí personalmente, siendo un completo ateo, por ejemplo me gusta este texto del libro Eclesiastés 3 de la Biblia:
Fragmento
“De nada sirve afanarse.
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo si se afana debajo del sol?.
"
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol”.
"
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora:
“Un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz...”
No encontré la frase: “ y un tiempo para montar en bicicleta con tus amigos”, pero creo que está implícita. A mí me gusta, pero no sé si le gusta a algunos, (porque para los gustos se hicieron las ferias) que desde que llegan viven afanados bajo el sol, como por ejemplo Jorgito Martínez, Hermes Alvarado y Pedrito Gómez,
Feliz semana. |