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La amistad es el sentimiento que une a las personas con un lazo incondicional.

Bogotá enero 23 de 2021

Así se esfumaron dos pedalistas

Se reintegró al grupo Pablito, bienvenido. Marcolino venía dispuesto a salir hoy, pero en su última semana en Agua Azul Casanare, un perro le salió en plena carretera y lo tumbó de la bicicleta al tratar de lanzarle un chorro de agua con su caramañola; algo parecido le ocurrió a Molanito bajando de Zipacón. En tantos años de trajinar por las carreteras de Colombia, en CicloBR, hemos tenido muchas historias con perros, algunos amistosos como aquellos que acompañaban a Guillermo y a Giaco en la vía a Las Margaritas y otros de malas pulgas.

Según la nueva modalidad de programación, la semana pasada habíamos acordado que hoy visitaríamos la cumbre del Sisga, una subida agradecida que nos trae muchos recuerdos. El amanecer en Bogotá no era amigable con los ciclistas, día frío, nublado y oscuro seguramente no ayudaría para lograr una buena asistencia. Lloviznaba en algunos sectores de Bogotá, pero al pasar el peaje en la autopista nos encontramos con un cambio repentino, cielo despejado, y dia soleado, lo cual alejó nuestros temores y animó a los 15 que decidieron arriesgar. Pensé que sería el primero en llegar pues me rindió, eran las 6 y 40 a.m. pero Héctor y Fernando ya estaban en el parqueadero preparándose para la etapa.

Hoy era otro dia de retos, para motivarlos me inventé el Rivera – Flores, y la verdad parece se lo tomaron en serio, el sábado en el CDCH hubo guerra sin tregua, pese a los múltiples embates, ninguno pudo sacar al otro, por lo cual todo terminó en un justo empate

Hoy Fernando preguntó si venía el Sr. Rivera y justo apareció muy temprano, por tanto, todo indicaba que habría combate.

Eduardo Bedoya anunció que había venido un hermano de Erwin Hoyos (QEPD) amigo de su hijo, lo presentó, nos ofreció su vehículo como carro acompañante. Una vez aparecieron Manuel y Hernán Raúl su hermano, partimos en busca de la Meta en el Sisga ubicada a 41 kmts.

El Sr. Hoyos, parece que es un duro de la bici y a los pocos minutos se dio cuenta de que estaba en el grupo equivocado, prendió el mecho y se fue adelante con Bedoya, nos duró poco el carro acompañante. Afortunadamente sabíamos que atrás venía el vehículo del hermano de Manuelito, conducido por su hijo Camilo Andrés, una Toyota “Bubbuja”, como decía nuestro recordado amigo el monito Artega, quien hoy por problemas de salud se ha alejado del ciclismo.

Rodamos a un ritmo suave que se mantuvo hasta el peaje El Roble antes de Sesquilé, me parecía extraño, todos tan aconductados.

- Entonces que Pulga cómo la ve?.

- Yo aquí pensando en el regreso eso va a estar duro, me respondió.

- Claro me imagino la estrategia que tendrá.

- Pues si el Chinazo, Fernando o el Alberto no salen a joder me regreso tranquilo.

Apareció el primer repecho al pasar el peaje, Alberto y Fernando habían tomado una ligera ventaja e iniciaron la subida primero. Lorena partió con un pasito parejo, justo en el camino yo le había preguntado al Chinazo si ella estaba volando después de Letras, "claro hermano si en estos dias subiendo al Verjón me dio en la mula". Recuerdo que recién empezó yo la esperaba para acompañarla en las subidas, así que de todas maneras decidí pegarme a su rueda. Logramos llegarles a Rivera y a Flores quienes estaban a punto de coronar, pasé por un ladito haciendo la V de la victoria, iban en una frescura conversando y ni se dieron por enterados del esfuerzo que hice al finalizar el repecho. En la bajada volvieron a despegarnos, Alberto no perdona descenso.

Pasamos Sesquilé y en minutos tuvimos que ajustar a cambios suaves pues la carretera nos avisaba que se venía el primer repecho duro de la subida al Sisga. Bedoya nos había tomado una ventaja grande, seguro ya estaría en el alto esperando.

Manuel había anunciado que se devolvería en Sesquilé con su hermano, A Chinazo le encargaron acompañar a Martín el hijo de Lorena (un niño de unos 8 o 10 años).

Pulga subía atrás con Nobile, sin duda se estaba reservando para el plano. Alberto y Fernando, seguían en conversaciones, Héctor aprovechó y pasó adelante, qué curioso no le respondieron, detrás de él se ubicó Ever, amigo de Lorena. Pablito decidió acompañar un rato a Nobile y luego se fue en busca de los punteros, pero ya le habíamos tomado ventaja. Lorena decidió atacar y tomó la punta; Alberto y Fernando continuaban, como Tola y Maruja, pensé que era la estrategia de Alberto para mantenerlo tranquilo, aproveché la conocida rueda de Lorena y los que se pegan; en el camino se le unió otra jovencita en bici de montaña, y entre las dos me fundieron faltando un kilómetro y medio. A falta de 500 metros pasó Fernando como una exhalación, parece que vio a unos amigos de Ciclo Galli y rompió conversaciones con Alberto, pero ni él ni yo le llegamos a Lorena, lo cierto es que el esfuerzo me sirvió para un honroso tercer puesto.

Nos reagrupamos en Sisga, Chinazo cumplió su labor y subió a Martín quien llegó bravo, por lo duro del recorrido para él, tiró la bici al Prado. Entretanto los hermanitos Panesso pararon a desayunar en Sesquilé, para luego integrarse al grupo de regreso.

Bajamos a la antigua panadería Aquí Paran Por Pan, cambió de dueños hoy es una pequeña cafetería.

Como siempre, anunciamos que nos reagruparíamos después del peaje. Nobile y Héctor salieron unos minuticos antes. En la bajada Alberto me dijo:

- Ponga la vajilla grande y plato pequeño y vámonos,

- Yo bajo suave como siempre, no hay afán, al final tendrán que esperar, le respondí.

- No es afán es para disfrutar la adrenalina.

Dicho eso, ajustó la vicera de su casco contrarrelojero, bajó las manos a los manillares, metió la cabeza entre sus manubrios, levantó la cola, y en segundos se perdió en la siguiente curva, tras él partieron Bedoya, Fernando y Ever. Bajamos con Chinazo, Pulga y Pablito a un máximo de 43 kmts hora.

Antes del repecho final paró el Chinazo, los cambios le venían molestando, Pablito se quedó para colaborarle. Luego en la última bajada antes de llegar al peaje Chinazo pasó volado. Llegamos con Pulga al peaje con la intención de esperar a Pablito y de reagruparnos todos, pero ¿cuáles todos?. Sorpresa, allí no había nadie!!.

Pulga, no parecía nada contento, prendió motores tenía la esperanza de que los veríamos más adelante. Me vi a gatas para seguirle el paso, ponía un ritmo de 40 y 43 kmts, que a duras penas yo aguantaba, si le hubiera subido un puntico más me habría quedado; pese al esfuerzo no les llegábamos a los compañeros esfumados, me preocupaba que Pablito no nos alcanzaba y era el único que venía atrás.

Pasamos Tocancipá y Gachancipá y seguíamos sin avistar a los fugados. Unos Kmts antes de Briceño vimos a Nobile, la alcanzamos y un poco adelante iba Héctor.

Yo paré para esperar a Pablito, venía acompañando a una muchacha, no se porqué pero me acordé de Pablus Gallinazus, pero no, tu tranquis Sandra lo de Pablo era filantropía ciclística pura. Finalmente nos integramos con Pulga y Nobile, casi no pescamos a Héctor ese muchacho ya casi entra a las ligas mayores le han servido sus 50 kmts diarios en la pista del CDCH, iba con Eduardo Bedoya pero finalmente les llegamos.

Eduardo Bedoya se quedó, luego nos contó que pinchó. En el camino recogimos al Chinazo, ya éramos seis pero ni rastro de los dos del reto, definitivamente se los tragó el horizonte. Al llegar a los Silos Héctor decidió echar sus restos y lanzar un ataque sorpresivo, pero Pulga, que se notaba venía de malas pulgas, no estaba dispuesto a que se contara en la crónica que además de que no lo habían esperado en el peaje, le habían ganado en el repecho de los Silos de Almaviva, luego de un rápido crujir de piñones le puso el Turbo; me acordé de Marcolino y decidí reemplazarlo, por lo menos logré que Pulga no me sacara más de dos metros. Llegamos a la entrada hacia el parqueadero, en el separador nos esperaban Fernando, Alberto y Ever con cara de felicidad. Antes de que preguntaran les dije, gracias por esperar qué buenos amigos y pasé la calzada con dirección al parqueadero. Fernando murmuró, Uyy nos van echar.

Guardé mi bici en el carro y me dirigí al restaurante para integrarme a la tertulia. Cuando llegué estaban todos como serios, Nobile me llamó aparte y me dijo, es que el Pulga vació al Alberto. Luego me contaron cómo fue la cosa:

Pulga se dirigió a Alberto y en tono exaltado le reclamó por no haber esperado en el peaje que es lo acostumbrado y lo acordado. Alberto no atinó a responderle nada y señaló con su dedo a Ever, que asustado presenciaba la escena. Dios en qué me metí pensaría el invitado. Entonces Pulga se molestó más y le dijo a Alberto; “asuma, no le eche la responsabilidad a los demás”. No hubo respuesta del implicado, afortunadamente.

Pulga acomodó su bici, la tertulia inició Fernando, igualmente preocupado por la situación se apresuró a pedir refrescos de cebada para bajar los ánimos, en minutos todo se volvió una anécdota, Pulga retornó a la calma.

Entonces emulando a nuestro genio investigador el Fiscal Barbosa, mediante el método Socrático de preguntas y diálogo me puse a tratar de reconstruir lo que había pasado. Todo tenía que ver con el famoso reto que en mala hora me inventé con el ánimo de motivar a la gente. Alberto Rivera sabía que en subida Fernando lo saca de lejos, entonces en el Sisga lo mantuvo a raya a punta de conversación y logró evitar que le tomara mucho tiempo al coronar. Como sabía que después del peaje venía un larguísimo plano donde tendría que enfrentar a Pulga y a Fernando, decidió bajar a 86 kmts por hora del Sisga, “si me quieren botar en el plano entonces que me alcancen bajando”, confesó, por eso no esperó en el peaje como ha sido la tradición.

Terminamos descubriendo que Fernando, muy bueno para subir y duro para el plano le resultó gallo en bajada y le ganó en el descenso a Riverita. Fernando si le dijo que pararan en el peaje para esperar a Pulga, pero Alberto le respondió, “Si se queda que coja buseta”, la misma frase que Pulga inventó. Así se esfumaron.

Pulga quien tenía sus planes para prender la leña en el plano se frustró al ver que le habían ganado con una inesperada treta. Lo paradójico es que Fernando le tomó más de seis minutos a Alberto en la llegada. Esto se supo en la, para ese momento, era ya animada tertulia:

- ¿Qué le pasó Don Alberto?.

- Fernandito, es que subí la mano para cuadrarme las gafas y se me cayeron, tuve que parar para recogerlas, revisarlas y limpiarlas.

- Con razón Don alberto le saqué cinco minutos.

- Me sacaste 10, pero recuperé cinco.

A nosotros nos tomaron quince minutos.

Manuel se encontró a los evadidos y logró llegar con ellos.

Todo lo narrado se ve muy trascendetal, pero tranquilos reitero no pasó de una anécdota, la tertulia fue de lo mas divertido, los que más disfrutaron fueron los dos evadidos o esfumados.

Moraleja: no inventes retos pendejos y menos al inicio de temporada, porque se los toman a pecho y pasa lo que pasó.

Conclusión: Si cada uno utilizara su fortaleza para llegar solo a la meta final, entonces aquellos que mejor suben luego bajan despepitados para llegar de primeros al regreso. Igual, los que mejor bajan como sucedió hoy, actuarán igual y ya estaríamos en carreras dominicales, habría que comprar copas y medallas para premiarlos, mientras que los que no tenemos ni una ni otra de esas dos fortalezas llegaremos una hora después. Entonces habremos perdido la esencia del grupo.

Recomendación: Cada uno es libre de aplicarse su dosis de adrenalina, si con eso disfruta. Algunos por la edad, prescripción médica o recomendación familiar no nos aplicamos esa hormona. En todo caso no podemos pasar por alto que somos un grupo recreativo integrado por pedalistas de todas las categorías y edades.

En la salida tratamos de ir en grupo como ha sido tradicional, al iniciar una subida, los escarabajos compiten entre ellos, pero arriba en la cumbre esperan a que lleguemos todos. De esta manera nadie se desanima. Luego de una bajada larga mos reagrupamos para saber si todos llegan bien, máximo ahora que no contamos con carro acompañante.

Al regreso trabajamos por mantener la unidad del grupo por lo menos hasta faltando cinco kmts, en ese punto que compitan los que tienen con qué, los demás llegaremos atrás, pero tratando de conformar uno o dos grupitos. Antes de que inicie el embalaje debemos cerciorarnos de que no venga nadie muy colgado.

A mi personalmente me da pena ajena por ejemplo con Manuel Panesso y su herman Hernán Raúl, lo animaron por el chat a que regresara, sale con nosotros y nadie lo espera. ¿Con qué cara le insistiremos luego a Alvarito a Armando o a Edgar para que nos acompañen, si ya saben el final de la película?.

Advertencia: En adelante el que vuelva a romper el protocolo con su ánimo competitivo, ya sabe a que debe atenerse, a una vaciada de Pulga, como dijo Alberto hasta con ceja levantada y todo. Así que pilas.

Superado el impase y quedando como quedamos de amigos luego de lo que no fue más que algo anecdótico, procedimos a votar por el recorrido para el domingo 30 de enero, por unanimidad ganó El Chuscal.

Domingo 30 de enero

Cita: parqueadero Estación Terpel Siberia o en el de tractomulas

Ruta: Siberia -Chuscal

Hora encuentro 7:15 am

Camiseta: Verdillo

Porfa lleven su propuesta para la siguiente salida.

Hasta la proxima, que tengan una buena semana y por favor terminen su cafecito que se les enfrió tratando de saber si al final hubo puños.