< CICLOBR-CLUB DE CICLISMO AFICIONADO- COLOMBIA
 
ASí se ceró CicloBR Algunos de lso artículos pubicados Normatividad del Grupo Pongse en contacto con nosotros REGRESAR  ALA PAGINA INICIAL


   

 

¿Quiere consultar si hemos escrito en esta web sobre alguna ruta ciclística?, ¿busca una crónica en especial o un tema específico?. Escriba en la siguiente casilla del buscador y consulte en la base de datos de CicloBR.
 
www.ciclobr.com

PROPUESTA PARA ASAMBLEA

 

Ciclopaseo a Villa de Leyva

LA HISTORIA PENDIENTE

El relato de esa actividad de CicloBR, realizada entre el 1 y el 3 de diciembre del pasado año, estaba pendiente de escribir, mil excusas a nuestros lectores por la pequeña demora de 48 días, pero más vale tarde que nunca. Aprovechando la tranquilidad del comienzo de año, nos propusimos revivir lo acontecido en Villa de Leyva y sus poblaciones aledañas durante el Ciclopaseo de integración, un buen ejercicio para la memoria, así que intentaremos reconstruir la historia, aunque seguramente se nos escaparán detalles, por el tiempo transcurrido y la falta de información debido a la dispersión que ocurrió en el grupo, como podrán apreciar más adelante.

Diciembre 1/3 de 2023

Con la colaboración de Javier Fernández el Comité de CicloBR organizó el ciclopaseo de integración a esa preciosa región de Boyacá al cual finalmente asistieron 22 pedalistas y 11 familiares.

William Duarte llegó frustrado a Villa de Leyva, pues su bici se le partió durante la etapa que hicieron, el día anterior, desde Zipaquirá a Chiquinquirá con Wilfran, Guillermo, Orlando Carrillo y WilliamTrejos.

 

Con ayuda del hotel Willy logró alquilar una todo terreno superpesada y así hizo las dos etapas programadas del Ciclopaseo, muy valiente.

Nos hospedamos en el Hotel Marqués de San Jorge, el cual nos había acogido hace algunos años. Las etapas fueron definidas con la colaboración de Javier Fernández el ciclista con mayor experticia en las rutas de esa zona

Por sugerencia de Armandito, el viernes 1o de diciembre en la noche, nos fuimos a visitar el Observatorio astronómico de Zaquenzipá, ubicado en la vía que conduce a Santa Sofía. Parecía interesante, pero al final resultó un tanto decepcionante, tal vez teníamos mayores expectativas, pero es un sitio más para niños; como todos éramos adultos fue divertido escuchar a su director- propietario hablar sobre temas como el sexo de los extraterrestres, además nos ayudó a cultivar la imaginación pues con el telescopio que allí tenía fue imposible observar los planetas y las galaxias como se prometía en la publicidad del observatorio, pero bueno, la intención es lo que vale, gracias Armandito volvimos a ser niños.

 


Primera etapa: sábado 2 de diciembre

Villa de Leyva - Chiquinquirá y luego regreso a Villa de Leyva.

Se programó para que la categoría B fuera solo hasta el Alto de Santa Cecilia pasando Tinjacá; el resto del grupo de la categoría A debería ir hasta Chiquinquirá.

 

Tuvimos el apoyo de tres vehículos acompañantes, gracias a la colaboración de Sandrita Barrera y Margarita su señora madre , Sandrita esposa de Pablito y la esposa y la hermana de Gilberto Coy.

Además asistieron: Martha la señora de Melki y Camilo su hijo, Marylú esposa de Orlando Carrillo, Stephanie y Zhari Vanessa.

Tuvimos la presencia de veintidos pedalistas (22): William D., Guillermo, Héctor, Alberto Rivera, Pablito, Hermes, Javier, Wilfran, O. Carrillo, Jorge Bernal, Jorge Martínez, Melki y su amigo Gilberto Coy, Nobile, Eliana, Marcolino, Armando, Carolina Dimián, O.Márquez, Edgard, Pulga y William Trejos.

La idea era hacer la etapa, regresar al hotel y luego volver a Tinjacá en los carros para asistir al almuerzo campestre que la familia de Javier nos había organizado en su casa de Tinjacá.

A a las 8 a.m., pasaditas nos reunimos en la puerta de salida del hotel, para salir de Villa de Leyva en busca de la vía que conduce a Sutamarchán y luego a Chiquinquirá.

Por lo general siempre se presenta algún inconveniente a última hora, es inevitable, algunas personas descubren fallas en sus bicis, a otros les coge el afán de partir y no falta el chinazo que ese dia se levante tarde, son 37 años que llevamos organizando y sabemos que esas cosas ocurren. Pulga tuvo que colaborar con varios colegas y se retrasó la salida, incluso alguno de los que recibió su ayuda salió volado. Finalmente se quedaron ocho ciclistas esperando a Pulga: Nobile, Marcolino, Armando, Carolina Dimián, O.Márquez, Edgard, y William Trejos. Como pueden apreciar eran justo "los más veloces del lote", los más "chuchas" como diría Henry.

 

El resto, un grupo de trece, decidió adelantarse, en segundos se perdieron en el horizonte; al finalizar la etapa dijeron que la idea era esperarnos Sáchica. Lo que no sabíamos muchos es que la población cuenta con dos salidas que conducen a Sutamarchán y una de ellas no pasa por Sáchica. El grupo que partió primero tomó la salida tradicional, la que pasa por Sáchica. El grupo de Pulga, como no supo en donde giraron los primeros, preguntó a los villaleyvanos quienes les indicaron: "girar a la derecha en el primer semáforo, luego buscar un desvio donde se puede tomar a la derecha para ir a Santa Sofía o la izquierda que conecta con la principal y los saca a unos 5 kmts adelante de Sáchica". Más claro no canta un gallo.

Antes llegar al cruce a la bici de O.Marquez se le cayó la cadena en el primer repecho, Pulga paró para auxiliarlo; los demás siguieron avanzando, pero en lugar de tomar el cruce a Sutamarchán tomaron por la vía hacia Santa Sofía, pues no hay señalización visible. Por esa via siguieron Marcolino, Edgard, Carolina, Nobile, Trejos y Armando.

En el cruce hacia Sutamarchán Pulga y Orlando pararon un buen rato pensando que se darían cuenta y regresarían, pero no fue así. Entonces le pidieron el favor a Sandrita Barrera que fuera en su carro, los alcanzara y les avisara para que se devolvieran, pero habían tomado mucha ventaja y fue imposible que ella los ubicara, entonces decidieron tomar el mismo camino que había seguido el grupo de Marcolino, con la esperanza de que pararan y los esperaran en algún punto, pero nunca los vieron, tampoco respondieron las llamadas que les hicieron.

El carro de la esposa del señor Coy se fue con el grupo que tomó la salida a Sáchica. Sandrita Barrera se fue a acompañr al grupo de su padre, mas tarde llegó el vehículo de la otra Sandra la esposa de Pablito. Luego los dos carros acompañantes decidieron ir en busca del grupo de Marcolino, nunca los lograron encontrar.

Wilfran y Guillermo estaban esperando en Sáchica, sin saber lo que pasaba; los demás marchaban raudos hacia Sutamarchán.Wilfran le marcó a O. Marquez y supo lo que estaba pasando, acordaron que siguiera con Guillermo hacia Sutamarchán mientras el grupo extraviado se reunificaba.

Como lo mencionamos Marcolino y su grupo tomaron la vía hacia Santa Sofía, destino de la segunda etapa programada para el día siguiente. En mitad de camino, al ver que la via se empinaba se dieron cuenta del error y se devolvieron, por suerte encontraron un aviso que indicaba una tercera ruta a Sutamarchán, Ese aviso solo es visible en bajada por eso no lo vieron. Se trataba de una carretera nueva que en efecto los llevó a esa población, luego regresaron a Villa de Leyva, en el camino se encontraron con Jorge Martínez, integrante del grupo que iba a Chiquinquirá, se había devuelto antes. Parece que el grupo de Marco también llegó algo disgregado.

Como lo mencionamos, los vehículos conducidos por las dos Sandritas nunca se encontraron con el grupo de Marcolino, parece que siempre estuvieron detrás de ellos.

Del grupo de Chiquinquirá William Duarte, y Melki subieron solo al alto de Santa Cecilia, y regresaron a Villa de Leyva con Gilberto que se subió a su carro.

A Chiquinquirá llegaron Alberto, Guillermo, Wilfran, O. Carrillo, Hermes, Eliana, Jorge Bernal, Javier, Pablito y Héctor.

 

En la foto faltan Javier y Carrillo, la niña de moradito los acompañó de Sutamarchán a Chiquinquirá y a Tinjacá.

Ellos hicieron el recorrido completo, pero al regreso, dada la hora, se quedaron en Tinjacá y entraron a la casa de los padres de Javier Fernández para asistir al almuerzo, no sabían el Zaperoco que se había formado a la salida de Villa de Leyva con el resto de sus compañeros quienes andaban más perdidos que el hijo de Lindbergh.

Entretanto, Pulga y Omárquez como penitentes aún perseguían en vano al grupo de Marcolino. Terminaron haciendo toda la subida a Santa Sofía; la bici de Orlando seguía fallando, la cadena se salía al colocar cambios suaves.

Pasaron de largo por Santa Sofía y tres kmts más adelante Pulga paró, se acordó que Moniquirá queda llegando a Santander, por poco terminan en Barbosa. Se devolvieron y entraron al bello pueblito de Santa Sofía a descansar y a cargar provisiones, ya andaban extenuados con la sufrida y fallida persecución, para completar con una bici molestando y sin carro acompañante.

En Santa Sofía les dieron las indicaciones correctas, debían regresarse, bajar 7 kmts y buscar el cruce a la derecha que los llevaría a Sutamarchán pasando por los viñedos.

Luego de desandar el camino, en efecto encontraron la señalización que indica el cruce, lamentablemente esa señal no se aprecia subiendo; es la nueva vía a Sutamarchán, que incluso en Google maps aparece como secundaria; salvo por un par de trayectos en obra, está recién pavimentada.

Finalmente, los dos solitarios ciclistas llegaron a Sutamarchán, casi a la una de la tarde; en pleno sol, emprendieron de una el largo camino a Villa de Leyva por la vía a Sáchica, pensaban que todos los estarían esperando en el hotel. Pero la mayoría a esa hora ya estaba en Tinjacá.

Pasadas las dos de la tarde finalmente nos encontramos todos en la casa de Don Yebrail Fernández y Doña Cecilia Mojica padres de Javier. Tienen una hermosa casita de recreo en Tinjacá, con gran variedad de árboles frutales, entre ellos naranjos, mandarinos, además uvas y por si fuera poco un cultivo de mojarras, un verdadero paraíso. Les quedamos eternamente agradecidos por sus atenciones y gran acogida, igualmente a Martha Isabel, la esposa de Javier.

Allí, felizmente luego de la odisea, se cumplió el objetivo del ciclo paseo y como se aprecia en la siguiente imagen todos nos pudimos integrar...

 

Además de la versión de cada uno de los perdidos, se supo, entre otras cosas (de las que se pueden contar) todo lo que sufrió Hermes subiendo al alto de Santa Cecilia, salió disparado y luego se quedó sin gasolina, las molestias de Carrillo en su colita quemada por la etapa de encime que se hizo desde Zipaquirá el dia anterior. Lástima, por la extraviada del cronista, seguramente nos perdimos varias anécdotas.

Al sitio del asado llegaron Alexandra, y las dos hijas de Orlando Carrillo, Stephanie y Zhari, quienes se habían quedado disfrutando la piscina del hotel; Marylú se perdió el asado tuvo un percance al parecer ocasionado por el agua, se quedó en recuperación.

Si en la crónica no queda claro cuál fue el camino que tomó cada uno de los tres grupos, de pronto este mapa puede ayudar, a ilustrar.

 

El que no sabe es como el que no ve. Afortunadamente preguntando se llega a Roma, así se llegue tarde a un asado.

En la noche, luego de un merecido y reparador descanso salimos, en varios grupos, a comer, pero al final nos encontramos, sin haberlo acordado, en la plaza principal de Villa de Leyva.

 

 

Segunda Etapa: domingo 3 de diciembre

 

No tomaron la salida para esta etapa: Orlando Carrillo, su colita no le daba más pese a la cremita cero que se aplicó en abundancia la noche anterior, tampoco Eliana quien tenía un compromiso laboral. Edgard y Carolina también declinaron la invitación se dedicaron al turismo.

Pasadas las 8 de la mañana, partimos de Villa de Leyva con destino a Santa Sofía, la misma ruta que Pulga y Omarquez hicieron el día anterior, al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas. Curiosamente, esta vez si todos esperaron pacientemente a la salida para que el grupo no fuera a diseminarse por varios caminos, acordaron que los "chuchas" fueran en la vanguardia con Marcolino quien ya había aprendido el camino.

Cada uno subió a su paso a Santa Sofía, una deliciosa pero un tanto exigente cuesta de siete kmts. William Trejos se rindió y prefirió ir de acompañante. Una vez avistamos Santa Sofía Javier invitó a tomar la variante que va a Moniquirá, la cual es empinadita, casi todos aceptaron el reto. Pulga y Orlando entraron de una a Santa Sofía, el dia anterior habían sufrido esa variante y prefirieron evitarla, mandaron decir que de todas maneras muchas gracias.

 

En Santa Sofía descansamos, nos hidratamos y retomamos el camino, aún faltaba mucho terreno para llegar a Ráquira.

Como ya todos éramos unos expertos en las vías de la región descendimos y tomamos el cruce de los viñedos y en par patadas estuvimos en Sutamarchán. Armando y Jorge Martínez giraron hacia Villa de Leyva, no les interesaban las artesanías.

 

Tal como estaba programado, fuimos hasta Ráquira, los lectores no lo van a creer, llegamos prácticamente en Grupo. Allí descansamos, algunos compraron souvenirs; degustamos deliciosos helados hechos en Ráquira.

 

William Duarte cansado por la pesada bici decidió en Tinjacá regresar al hotel, creo que en este paseo bajó de peso con el tremendo esfuerzo que hizo sobre el tractor que alquiló.

Nobile, Trejos y O. Márquez decidieron seguir en carro y subieron sus bicis al vehículo de Sandrita Barrera; Marcolino, a falta de cupo en su vehículo siguió en bici. Estaba escrito, se presentía que el regreso hasta Villa de Leyva iba a ser una leñera, la premonición se cumplió.

Vimos a Guillermo dándose candela con el amigo de Melky en los repechos. Marcolino se ubicó bien y resistió hasta el final.

 

Los que pagaron el pato fueron Héctor y especialmente el Sr Bernal a quien dejaron atrás casi desde Tinjacá. No valió avisarle a Guillermo para que le bajara, pues se habían quedado más atras sus dos amigos, estaba toreado por el sr. Coy y no quería soltar la presa.

 

Quienes veníamos atrás en el carro de Sandrita, vimos la angustia del Sr Bernal, pero no teníamos cupo, además su bici le venía fallando, para completar tenía tos por culpa del helado de coco que se comió en Villa de Leyva. Le preguntamos si quería subirse y de una aceptó, así que tocó que el Sr. Márquez se desacomodara y bajara su bici, afortunadamente los 15 kmts que faltaban los podía hacer con plato y ese no le molestaba, así que hágale para eso hizo el curso el dia anterior.

Para finalizar con broche de oro, Orlando Márquez entró a Villa de Leyva por Sáchica, Sandrita no lo vió y ella tomó la via #2 (según el mapa) luego al ver que no lo alcanzaba se fue por Sáchica y le llegó ya adportas de Villa de Leyva.

Cuando llegamos al hotel ya varios habían partido hacia Bogotá y ni hubo tiempo de despedirnos.

Almorzamos con la familia Carrillo y los Pulga en Villa de Leyva y partimos hacia Bogotá al final del día.

Héctor se marchó algo molesto, pues en el parqueadero del hotel descubrió que los nuevos rines de su Hyundai tenían solo dos copitas. ¿Se los robaron?, ¿se le cayeron en el camino?.Para efectos del reintegro CicloBR le solicitó presentar copia de la denuncia, auntenticada en la notaría de Villa de Leyva, foto de las cuatro copas y factura electrónica de compra certificada por la Hyundai; con esos documentos nuestro abogado el Dr. Alberto Rivera adelantará las gestiones pertinentes ante la compañía de seguros del hotel.

Amigos, este fue el resumen de lo que pudimos recordar del Ciclopaseo a Villa de Leyva con el cual cerramos la temporada 2023. La historia ya figura en el libro virtual de CicloBR.

Así finalizamos el ciclopaseo que se había diseñado para integración, luego de un semestre complicado en materia de asistencia.

Hay varias versiones sobre el origen de aquella Torre de Babel que se formó en el primer recorrido. Lo bueno fue que, sin pensarlo, un ciclopaseo se convirtió en tres y que cada uno se lo disfrutó.

Veremos cómo se logra reactivar el grupo y mejorar la asistencia en este año 2024. Como se anunció, con ese objetivo, se programará la Asamblea en enero

FELÍZ AÑO!!.

---

Enero 21 de 2024.

Primera salida oficial 2024

Nobile, integrante del Comité de Ciclismo publicó ayer 20 de enero de 2024 esta invitación:

   

Veintidos pedalistas atendieron la invitación, una cifra que no veíamos desde el ciclopaseo a Villa de Leyva que convocó un número igual de pedalistas.

Nos acompañaron: De izquierda a derecha en la foto, Andrés Beltrán pareja de Lorena, Lina Lorena, John Bedoya, Martín, Mauricio (familiar de John, Eduardo Bedoya, Nobile, Chinazo, Santiago, Alberto R., Alberto O, Orlando C., Javier F, Orlando M, Pablito, Edgard, Pulga, Luis Hebert, Marcolino, Pacho, Javier V y Wilfran.

Nos escoltó en su vehículo Carol la hermanita de Lorena. Menos mal pues como verán tuvimos pinchazos y percance mecánico.

 

La idea era hacer una etapa corta para iniciar el año, salimos del asadero Don José en la Caro rumbo al Alto de las Arepas. Algunos tenían previsto continuar hacia Patios.

Una mañana un poco oscura que presagiaba lluvia, pero nos dejó hacer la tarea tranquilos. Los primeros en partir fueron Edgard y Marcolino, quienes entre chiste y chanza nos tomaron buena ventaja, los vinimos a alcanzar subiendo a las Arepas.

Luego del peaje, Santiago Otálora reportó pinchazo recibió la ayuda técnica de Wilfran y Javier y la asistenca de Carol.

Antes de llegar al cruce del Salitre los "duros" entre los cuales estaba O. Carrillo, apretaron el paso, para tomar alguna ventaja en la subida a la Arepas. En la subida se apreció el primer duelo del año entre John y Javier Velandia, ganó John quien anda motivado con su nueva bici de carbono.

Desayunamos en el Alto de la arepas, Alberto Otálora se regresó de una vez.

Pablito, Javier F, Chinazo Wilfran Andrés, Lorena y Matías complementaron su recorrido subiendo a los que iban rumbo a Patios. Wilfran y Javier Fernández completaron la llamada vuelta al norte.

El resto del grupo descendió del Alto y tomó rumbo a la Caro. En la bajada se le quebró el tensor a la bicici de Alberto Rivera, Luis Hebert le avisó a los que iban rumbo a Patios y muy amablemente Carol se regresó para recogerlo pues su bicicleta quedó inhabilitada, pese a los esfuerzos del profe Pachito.

Como el carro de Alberto había quedado en la Calera, le dio las llaves a Eduardo Bedoya para que se lo llevara a Bogotá, por eso aparece Alberto en la foto del grupo que fue a Patios.

Los Bedoya, Mauricio, Luis Hebert, Javier Velandia y Carrillo tomaron la delantera, Pulga se quedó para acompañar al grupo de retaguardia en el que venían Edgard, Santiago, Nobile, Marcolino Omarquez y Pachito.

En el camino de regreso Edgard reportó dos pinchazos en su rueda trasera, Pulga y Pachito tuvieron buen trabajito, al Sr tesorero le tocó obligatoriamente invertir en corazas.

En el asadero de San José nos esperaba pacientemente Carrillo para participar en la tertulia. Alli nos enteramos de que Guillermo, Ricardo y William Duarte, (no sabemos quién más) andaban no tan lejos de nosotros, estuvieron haciendo la etapa Zipaquirá, Pacho Zipaquirá. Completaron 72 kmts y subieron hasta 3100 metros/snm. Felicitaciones a los colegas de ese grupo por los duros recorridos que hacen siempre tratando de superar cada vez sus metas.

En la tertulia de hoy se tocó el tema, la gente piensa que obviamente siempre será mejor sumar que dividir, especialmente en esta coyuntura donde justamente estamos haciendo esfuerzos para unir al grupo que el año pasado anduvo disperso. Como lo mencionó Alberto Rivera hoy en el chat, la Asamblea convocada para el 27 de enero, será un buen escenario para sincerarnos y analizar si finalmente queremos remar en el mismo sentido en un solo bote, así sea pequeño, o nos escindimos y utilizamos varias embarcaciones, si no tenemos un mismo objetivo. Pero igualmente debemos reflexionar pues de pronto los equivocados somos nosotros tratando de cohesionar algo disímil que no necesariamente se debe o puede unir.

Se me viene a la memoria algo que hace años escuché en uno de esos seminarios empresariales, es una teoría que se basa en la llamada técnica japonesa del kintsugi1, un método de reparación de una pieza de porcelana resquebrajada haciendo énfasis en sus fracturas en lugar de ocultarlas o disimularlas.

El kintsugi da una nueva vida a la pieza transformándola en un objeto incluso más bello que el original.

1 Dice la leyenda que el arte del kintsugi nació durante el s. XV cuando el shogun japonés Ashikaga Yoshimasa envió su taza de té rota hacia China para que la repararan. Cuando la devolvieron, el shogun se disgustó al ver que la pieza había sido enmendada con unas grapas de metal mediocres. Esto motivó los artesanos de la época a buscar una forma de reparación alternativa que fuera agradable a la vista, sin esconder las fracturas.

Feliz semana.

______

PD: Agradeceríamos confirmar directamente a la Sra Nobile anfitriona de la Asamblea de Asociados convocada para el próximo sábado 24 de enero. La invitación se envió al whatsapp de cada uno de los afiliados activos. De igual forma la propuesta para debatir sobre el ajuste a la forma de elaborar la programación de recorridos.

 

 <