VISITAR SU SITIO WEB

Frases sabias: " La mitad de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos. ".

Si Ud. no tuvo oportunidad de leer la edición anterior haga click acá .

Bogotá  noviembre 26 de 2011.


Son las 10:50 a.m. y en la cima del Cerro de la Cruz, (vía a Icononzo), pese a la baja temperatura, un grupo de 19 amigos y familiares  celebra con algarabía la llegada uno a uno de los 33 ciclistas veteranos que partieron casi a las 9 de la mañana desde la población de Melgar en cumplimiento de la quinta y última etapa de la XXI Clásica de la Amistad.

Las cremalleras de las camisetas abiertas, los rostros sudorosos y algo descompuestos, el cabello empapado indican que la tarea de 16 durísimos kilómetros plagados de pendientes, no fue nada fácil, pero desde que partieron de Melgar todos tenían grabado en su meta el objetivo: coronar el puerto montañoso ubicado a 1531 metros sobre el nivel del mar.



El premio no era aquel que reciben los ciclistas profesionales, trofeos, dinero, viajes etc. Eran apenas unos puntos que sumarían para que su equipo ganara esta Clásica o ascendiera a en la tabla general de posiciones. No obstante, más que esos puntos los 33 pedalistas tenían otras razones  para este sacrificio, no era solo la satisfacción de coronar otra vez esa montaña y mejorar su tiempo, la verdad todos querían superar a los dos o tres  rivales que cada uno siempre tiene en la mira como motivación para entrenar.

Para los lectores que no conocen esa subida al Cerro de la Cruz, este gráfico>> les puede dar una idea de la proeza que las cuatro mujeres y 29 caballeros integrantes de CicloBR acaban de realizar.

Nuestro grupo no es de alta competición, aunque tenemos gente joven, el promedio de edad supera los 48 años, por lo cual hay motivos suficientes para celebrar. Los tiempos fluctúan entre 1 hora 18 minutos y 2 horas 10 minutos, pero poco importa en este caso, la victoria era poner pie en tierra en la cima de esa montaña una vez más.

Pero como empezamos esta crónica por el final, permítanos retroceder y ubicarnos en el punto de inicio.

Los “ciclistos” y ciclistas integrantes de los cuatro equipos participantes en esta prueba que definirá el título de la XXI Clásica de la Amistad y sus familiares comenzaron la concentración desde el viernes 25 de noviembre, en el hotel La Serena, un agradable y cómodo lugar que el Comité Organizador logró contratar a buen precio. Su ubicación es ideal, pues la carretera que nos lleva a la cima del Cerro de la Cruz, inicia precisamente frente a la puerta de entrada. Algunos incluso probaron sus piernas ese día subiendo algunos kilómetros.

Recordemos que el equipo Verdillo comandado por Miguel Granados  iniciaba la etapa con 36,5 puntos,  apenas 3,5 más que el Equipo Vamos Colombia a cargo del poeta  Andrés Forero.

Las otras dos escuadras, lucharán por el tercer y cuarto puesto, pues además de llevar desventaja (Veintidós años 31,5 puntos  y Naranja Negro 28,5 puntos), hoy solo podrán contar con 6 de sus ocho integrantes. De los Naranjas no saldrán Alberto Bernal, quien desafortunadamente estaba comprometido con la organización de un evento ciclístico profesional como parte de su trabajo habitual; tampoco tendrán a  Pedro Gómez  que a última hora los abandonó.

Los más afectados serán los Veintidós años,  casi que tienen asegurado el cuarto puesto pues por inconvenientes de salud o familiares en etapas anteriores no asistieron varios de sus integrantes y para completar   hoy su líder los abandonó a su suerte, algo inusual en esta histórica prueba, afectando indirectamente a los Vamos Colombia. Aun así quieren dar la pelea para demostrar que cuando existe compromiso se pueden dejar en alto los colores de su divisa aunque no  sea  ubicándolo en la parte alta del pódium, pero si en  un rinconcito de  su corazón.

El poeta Andrés, el viernes en  la noche revisaba una y otra vez en su portátil el simulador que diseñó en Excel para predecir cuál sería el puntaje máximo de cada equipo, teniendo en cuenta que según las normas el primer ciclista en coronar la cima obtendrá para su escuadra 8 puntos, el segundo 7,5, el tercero 7,0, el cuarto 7,25, el quinto, 7,0, el sexto 6,75  y así sucesivamente hasta 1,25 puntos para el último.

Andrés intercambiaba opiniones con Alfredo Gálvis quien a su vez, días antes,  le había gastado el almuerzo a su Jefe de Informática para que hiciera una proyección similar. Ambos habían llegado a la conclusión que era difícil ganarle a los Verdillos, más no imposible, pues en ciclismo nada es predecible tan fácilmente, pues un pinchazo, un mal día puede variar los resultados. Como ven la expectativa era grande por el resultado de esta etapa de alta montaña.


El día llegó, en la entrada del hotel se fueron concentrando los competidores de las cuatro escuadras. El Equipo Negro Rojo invitado de honor y fuera de concurso, partió unos minutos antes  con cuatro integrantes Nobile su capitana, Pablo Torres, Víctor Portela y Jorge Gutiérrez.

Dos agentes policiales de Tránsito y Transporte nos esperaban en sus potentes motocicletas, habían sido comisionados para escoltar y abrir vía a la caravana ciclística, un servicio de la Policía Vial, obtenido gracias a la oportuna gestión de Alfredo Gálvis con las autoridades correspondientes.  

Los Verdillos estaban preocupados pues Esther había llegado con su cara inflamada como consecuencia de un absceso dental, y temían que no pudiera correr. Pero el nivel de compromiso de ella con su equipo era tal que tomó la determinación de participar, dando ejemplo de coraje a otras escuadras.  
 
La Juez Fica Maríangela Jaimes  y su asistente Beatriz de Cuta dieron la largada al lote de 33 pedalistas que partieron neutralizados. Un kilómetro y medio más arriba estaba ubicada la raya de salida en donde se inició la prueba. Rápidamente el grupo se fue subdividiendo de manera natural de acuerdo con las condiciones o nivel de los participantes. El sol parecía iba a ser un obstáculo pues abrazaba a los ciclistas minándoles fuerzas.

Adelante comandando y cuidándose mutuamente estaban Andrés Forero, Eduardo Bedoya, Miguel Granados, Jacinto Cuta, Franck Munar, Eduardo González y Alfredo Gálvis. Antes del kilómetro siete  partió el poeta Forero, favorito indiscutible a quien dejaron alejar pues sabían que era inútil  gastar fuerzas, así que todos pensaron en obtener el segundo lugar en la prueba.
Un segundo grupito escalonado se fue conformando con Orlando Molano, Alberto Otálora, Alberto Rivera, Alfredo Santacruz  y William Bolaños.

Más atrás Anilsa sorprendía pues comandaba el tercer grupo, llevando  a pocos metros de su rueda trasera a Luis Eduardo Pulgarín, a Edgar Dimián, a Melquisedec Reina, Pacho Morales  y Orlando Márquez; unos pocos metros atrás marchaban Esther Rueda, Carlos Galindo  y Armando Torres que perseguían.

En el fondo del lote estaba casada la pelea entre William Trejos, Alejandro Rodríguez, Ildefonso García, Ana Niño, Jesús Reyes y Marcolino  Barrera.

En el equipo fuera de concurso, Jorge Gutiérrez pedaleó hasta agotar su reserva y decidió subirse al vehículo de Consuelo para asumir su tarea como reportero gráfico, su especialidad. Nobile, Pablito y Víctor cumplieron con su meta y coronaron.

Retornando al primer grupo, la fotografía era esta: Cuta comandaba el lote que perseguía a Forero, a quien imaginaban bien adelantado; lo seguía Eduardo González, Miguel Granados y Eduardo Bedoya. Otálora, Gálvis y Molano ya habían cedido espacio a los “monstruos”.

En el segundo lotecito Rivera había pasado a Bolaños y marchaba tranquilo con Santacruz cerca. Su sorpresa fue mayúscula al ver que con apenas ocho kilómetros de recorrido lo pasó el poeta Forero, empujando raudo a Bolaños.

En su cabeza se armó en segundos un proceso jurídico: para nuestro respetado abogado, el poeta, como está sobrado,  había subido hasta la cima ganándoles a todos y se había devuelto a empujar a Bolaños, violando flagrantemente una de  las normas básicas acordadas para esta prueba, “Quienes terminen la etapa NO PUEDEN BAJAR A EMPUJAR A SUS COMPAÑEROS”.  Su profesión de abogado lo obligaba a defender la Juridicidad, es decir el criterio donde predomina la solución de estricto derecho.

De inmediato reaccionó y mientras  avanzaba, en medio de su ira, recordó las   cátedras de derecho de sus maestros y le llegó a su memoria el denominado “Ius puniendi”, aquella  facultad que corresponde a un determinado sujeto de imponer  penas ante la comisión de delitos.

Aunque ya lo había condenado, dada la flagrancia y las evidencias que para Alberto parecían irrefutables, empezó por el interrogatorio con un reclamo al poeta, señalándole que estaba cometiendo una infracción a la norma que prohibía subir y luego bajar a empujar. Forero, con flema inglesa le preguntó si era que no conocía la última  enmienda a la norma cuyo cumplimiento Alberto reclamaba, respuesta que no hizo más exacerbar su ira. El poeta continuó aplicando gasolina al pequeño incendio indicándole que si quería se verían en los “extractos judiciales”.

- Ignorante , campesino se dice estrados judiciales   no extractos judiciales .

- Perdón, es que yo soy de "Extracto 1"

Para resumirles Alberto decidió tomar la ley por su mano y le echo mano a la camiseta de su rival, luego de un largo forcejeo, sin perder la compostura el poeta le aclaró:

- Hermano fresco, Ud. cree que yo ya subí y volví a bajar?. Ni que fuera superdotado. Simplemente, me escondí para que no me vieran los de la A y siguieran pensando que les llevaba la delantera, de esta manera podía ayudar  a mis compañeros.


Entonces Alberto comprendió su equivocación y ofreció disculpas a su interlocutor que había logrado sacarlo de casillas. Ambos continuaron la prueba normalmente y la cosa no pasó  de una simpática anécdota para recordar.

Entre tanto, adelante esta era la situación:

Miguel Granados vio como desfallecían sus rivales, González, Bedoya y Cuta, aprovechó para sobrepasarlos, en la meta se enteró que no era el segundo en llegar si no el ganador de la etapa ante la extraña estrategia del poeta Forero, que se les había escondido en el kmt 8 para devolverse por sus amigos, sin que lo vieran.

Molano y Otálora tomaban ventaja y en el grupo tres, las damas le daban una paliza a los caballeros; sorpresivamente Esther y Anilsa habían dejado rezagados a Dimián, a Melquisedec, a Márquez a Pulgarín y a Pacho con quienes venían subiendo. Al final, Esther le ganó el duelo a Anilsa por poco tiempo, con los cual las damas ganaron 5,25 y 5 puntos para sus equipos, al ubicarse en los puestos 12 y 13 respectivamente.

Pero las sorpresas no paraban, Pulgarín comenzó a ceder terreno inexplicablemente, al punto que lo sobrepasó, Melquisedec, Dimián, Carlos Galindo, Márquez, Pacho Morales y Hugo Gutiérrez. Esto prueba que en el ciclismo nada es predecible cualquiera tiene un mal día cuando menos se espera. Galindo y Melquisedec quienes al parecer descubrieron un novedoso método para rendir  sin entrenar mucho, se colaron magistralmente en ese grupo.

Vale la pena aclarar que Pulgarín tuvo otra oportunidad y se desquitó dejando atrás a todos sus rivales, definitivamente a el no le va bien en la montaña, pero si en la pista, ver video al final de esta nota.

Alfredito Santacruz, pagó hoy la última cuota del paro ciclístico que por la caída tuvo que hacer. Pacho Morales se lució en la etapa.

William Trejos se sacudió del resultado del año anterior y superó a 5 de sus 28 rivales, un buen “hándicap” para el mono.

Al procesar los resultados las jueces dieron como ganadores en la etapa por un punto a los integrantes del sólido equipo Verdillos, sobre los Vamos Colombia que viniendo de menos a más dieron la pelea inteligentemente.

Con sus merecidas victorias debidas al trabajo integral y compromiso  los Verdillos se coronaron campeones de la vigésima primera versión de la Clásica de la Amistad. Las cuentas y posiciones oficiales aparecen arriba al lado derecho.

Una pequeña parada en la Chicherie de Madame Juana nos permitió rehidratarnos, en debida forma:

Finalizada la ceremonia de premiación los ciclistos y las ciclistas, en familia, acabaron con los restos de energía que les había quedado, en una agradable reunión que tuvo sesión de karaoke, y por supuesto baile, en donde se pudieron lucir aquellos que mejor azotan baldosa, por ejemplo>> y que tal estos profesionales de la salsa?.


Agradecemos a todos los ciclistas por su participación y muy especialmente a las familias que nos acompañaron en Melgar. Igualmente a las Jueces Maríangela, Ángela María y a su asistente Beatriz.

Como siempre Anilsa publicará durante la semana en Face-Book CicloBR, las foticos exclusivas de esta prueba.

MOTOR DE BÚSQUEDA EN PAGINAS DE CICLOBR

Google
http://www.ciclobr.com

Concluyó exitosamente la vigésima primera versión de la tradicional prueba la Clásica de la Amistad con la quinta etapa subiendo al Cerro de la Cruz o Alto de Icononzo.

La ceremonia de premiación, esta vez a cargo del maestro de ceremonias Alfredo Gálvis, nuestro Vicepresident, se inició a las 9 de la noche con la entrega de los premios especiales
- Premio a las jueces Ángela María y Maríangela.
- Premio a los novatos 2011: Nobile, Eduardo y Nelson González, Pablo Torres, y Andrés Forero.
- Premio a la Constancia, para destacar a los tres ciclistas que asistieron con mayor regularidad a las salidas dominicales en 2011 otorgado a Miguel Granados, Anilsa Gómez y Francisco Morales

El Equipo Negro Naranja igualmente recibió premios especiales para los asistentes a la final.

Finalmente la premiación a los equipos que disputaron la Clásica de acuerdo con la siguiente Clasificación.

 

Aquí pueden consultar el orden de llegada de los ciclistas en la quinta etapa y los puntos que cada coequipero logró cosechar en franca lid para su Equipo.


MAGIA PERDIDAS SUEÑOS AUSENTES
(Parte III)

Antes de continuar narrándoles este cuento, recordemos que en la parte uno, por cosas del amor y de la magia que regala en amor puro, mi alma tuvo oportunidad de vivir unos momentos hecha una con el alma de una paloma de esas que recogen con paciencia su alimento de las calles Bogotanas, con suaves y sutiles besos, mientras ágilmente evaden los cientos de vehículos que nunca las ven, a los que pareciera importarles poco la vida de “las míseras palomas”, carros cuyas inmensas llantas negras amenazan constantemente la vida de las palomas como si fueran avalanchas negras; en la segunda parte del cuento terminamos advirtiendo que el sentido de lo que para algunos podría ser una vida patética (la de aquellas palomas) es hermosear la vida y que ese es exactamente el mismo sentido de nuestra existencia, de forma que hasta la muerte resulta hermosa.

LOS SUEÑOS AUSENTES

En medio de mi silencio y del canto de las palomas, lentamente me dormí. Y como cuando el corazón no descansa en paz los sueños no son sueños de verdad, tuve un sueño tan oscuro pero tan intenso que parecía realidad…

Unas mujeres, que no eran mujeres pues tenían alas grises como las de las palomas grises, corrían asustadas con sus corotos, corrían desconsoladas por un sufrir. En sus miradas casi perdidas, ¡ah, corazones desesperados pude intuir! Y no era de avalanchas negras de lo que huían; huían de sombras sin color, de esas sombras que escondidas en dos verdades se visten de mil colores.

En ese sueño en particular las sombras se habían vestido de verde olivo, un verde tan alejado de la magia y tan preso de la razón que los poseídos, mientras de tal color creían vestir, no advertían que apenas eran espejismos verdes, almas sin pena que causaban gran pavor, ausentes hijos del olvido.

Todos sabemos que en los sueños suceden cosas locas y mi sueño no era la excepción; aquellas sombras sin color no sólo no tenían color, como sombras no tenían ser, aunque tenían la fuerza de la existencia, por eso, para poder actuar, necesitaban adueñarse de la voluntad de aquellos a quienes la vida les había dado un ser, lo cual no era difícil pues en aquel mundo había demasiados seres débiles de corazón.

En mi sueño, mientras unos corrían creyendo hacer el bien, los otros corrían creyéndolo también. Las mujeres de alas grises deambulaban con sus corotos y sueños rotos, quizás perdidas, vueltas desecho, absurdo, plaga maldita que en aquel mundo parecía cundir. Allí estaban picoteando aquí y allá, tan asustadas que corrían dejando sus sueños atrás, vacío el tiempo y ausente el lugar.

En medio de tal carrera me vi corriendo también, aunque yo no sabía si era sombra verde o paloma gris, si corría o era corrido, lo único cierto fue que una paloma blanca a los ojos me miró y con la fuerza de su alma, al oído me susurró “¡Abstente con todas las fuerzas de tu alma, de toda acción que no hermosee la vida!”.
Continuará... (espere en la parte IV el final)

un abrazo de noche y luna.

Daniel Andrés


Recomendamos estos sitios web, en los cuales el equipo de diseño y programación de CicloBR colabora:

www.tenisbr.com.co

www.atletismobr.com.cowww.asopenbre.com


 

 

nuestra casi profe Marcolino Barrera AMPLIAR AMPLIAR AMPLIAR ALBERTO PINEDA JACINTO CUTA VER LISTADO DE EQUIPOS JUDITH MARIA MERCEDES VISITAR SITIO WEB Facebook Ciclobr @ciclobrcolombia Ver video VER ARCHIVO