Creo que acertamos, por allá llovía cántaros.
Crónica de un cambiazo: Cuchilla por algo más Chuscal.

Bogotá abril 28 de 2013.
12:30 p.m. Los veintisiete (27) asistentes a la salida ciclística de hoy () nos encontramos con que Bogotá a esta hora soporta un torrencial aguacero, las calles están inundadas y la radio informa que hay emergencias en algunas zonas de la ciudad.
A contrario sensu, nosotros disfrutamos de un esplendoroso y soleado día, desde la salida hasta la llegada. Definitivamente admiro la labor de mi amiga Dianita del Ideam, pues es más fácil que Uribe cierre su cuenta de Twitter que tratar de adivinar si lloverá o no lloverá.
Terminamos la tertulia pasadas las 12:15 p.m. sin noticias de los amigos Eduardo González y Giacomo Criscione, intentaremos al llegar a casa contactarlos telefónicamente para ver cómo les fue en el “alargue”.
El menú ciclístico para hoy era la subida a la famosa cuchilla de Guasca, pero en vista del crudo invierno acordamos cambiar el recorrido por una breve visita a El Chuscal y parece que por fin “le pegamos al perrito”, esto es, acertamos. Seguro que por Guasca cayó tremendo aguacero, ¿o sería que no?. Ni modos de llamar a Dianita, para qué nos amargamos, mejor pensemos en que nos salvamos del diluvio y punto.
Definitivamente los Dioses del clima estuvieron con nosotros, una verdadera suerte, la que hoy no tuvo el pobre Pachito, quien anda en una interminable racha, a solo 30 metros de la salida uno de los aros de su bici decidió abandonarlo luego de casi 8 o 9 años de uso y el otro para colmos anda en la misma; justo antes de partir nos había mostrado las fisuras, presentía que sería el último viajecito de sus inseparables ruedas, parecía estar haciéndoles el duelo anticipadamente y comentaba que con la escasez de abundancia de billete en la que anda ni modos de reemplazarlos pronto. Pero tranquilo don Pancho que Dios aprieta pero no ahorca. Imagínese que el trajinado aro se le hubiese partido bajando al Chuscal.
Tempranito Nobile, Nelson y Ana conformaron la avanzada, mientras Alvarito Cuervo, conductor elegido de hoy, nos atendía a cuerpo de rey con paqueticos de deliciosos refrigerios que él y su esposa prepararon con especial dedicación para nosotros. Definitivamente ya nos estamos quedando sin palabras para destacar estas muestras de aprecio y a fuerza de ser repetitivos tenemos que agradecer, en nombre de todos los ciclistas, a Alvarito y a su señora. Estos son los privilegios de pertenecer a un grupo de amigos, que unidos conforman esta solidaria y gran familia CicloBR.

Una verdadera delicia el trayecto Siberia- Rosal; hoy como cosa curiosa nadie quiso desbaratar el grupo ni acelerar para alcanzar a Nobile, Ana y Nelson, así que ellos pudieron subir con una buena ventaja y el grupo tuvo tiempo de calentar antes de atacar la cuesta de El Vino. Esta debería ser la norma general, pero a veces no falta quien quiere salir dando palo.

Durante un buen rato vimos en la subida a Giacomo en la parte trasera del lote acompañándonos. Igualmente Jorge Martínez subía despacio encantado conversando con una damita ciclista que no conocíamos. Pero este par pronto reaccionó y se fue en busca del lote delantero.
Nobile y Ana se lucieron y administraron de manera excelente la ventajita inicial y por poco coronan en solitario.

Si no me equivoco la foto de la llegada en El Alto del Vino podría ser esta: Martínez, Eduardo, Téllez, Jacinto, Giacomo, Ordóñez, Torres, Alvarado, Otálora, Molano, Márquez, Ana, Nobile y su escudero Miguel, seguidos de Pedraza, Melqui, Alejo, Pulga, Marcolino, Gabriel y Nelson. William, tuvo que quedarse auxiliando a Diego que pinchó hoy dos veces. Si no fue ese el orden en la llegada y alguien aparece en una posición errada en esa foto, le agradeceríamos escribirnos a reclamos@ciclobr.com.
Quien coronaba iba descendiendo para cumplir con la segunda parte del recorrido. Gabriel hizo el amague de bajar hacia La Quebrada de El Vino, pero al menor descuido buscó el retorno y a casita el muy pilluelo, pero tranquis Gabo que no le vamos a contar a nadie; como su foto hace rato no sale en facebook, dado que últimamente se devuelve rapidito, si le preguntan sus fans diga que sufre de sistitis y que justo cuando toman la foto está en el baño, hágale que nosotros lo apoyamos.
William Duarte decidió delegar la representación en su hijo Diego y en La quebrada de El Vino emprendió el camino de regreso. Miguel, como no ha tenido tiempo de entrenar, decidió bajar solo un kilómetro hacia El Chuscal en compañía de Ana y a quien llevó hasta el punto inicial en Siberia a cero estrés. Nobile y Nelson decidieron no aceptar la invitación de Miguel y se aventuraron a bajar casi 5 kilómetros, acompañados de Armando.
Marcolino, Pedraza, Alejandro y Melqui bajaron algunos kilómetros y se pararon en una curva a meditar para decidir si iban al Chuscal, a donde fueron llegando, Pulga, Márquez, Martínez, Hermes, Otálora, los Molanos, Diego, y Jacinto. Finalmente la opción del Sí, ganó y Marcolino, Alejo, Pedraza llegaron al Chuscal pero de inmediato partieron.
Mauricio Ordóñez, parecía tener afán, pues bajó al Chuscal pero tomó la vía de regreso de una y ni más…Tampoco supimos que pasó con Giacomo y Eduardo, asumimos que habían bajado unos kilómetros abajo del Chuscal, pues en la programación en tono de broma comentamos que ese par de avanzados amigos debía ir hasta las Hamacas, qué vaina no sabíamos de su obediencia.
Una vez Pulga completó el aire de sus neumáticos emprendimos el camino para el duro trayecto Chuscal - Alto del Vivo casi 13 kmts de pura montañita.
A mitad de camino el lote absorbió a Nelson, a Alejo y a Marcolino, mientras que Pedraza se resistía y le daba con el alma. Molano, Diego, Otálora, Martínez, Téllez (última vez que lo vimos) y Hermes aprovecharon para tomar distancia. El lote perseguidor quedó integrado por Melqui, Pulga, Márquez, Marcolino y Jacinto quien decidió acompañarnos. Adelante marchaba Pedraza, no lo pudimos coger, buena esa chinazo!!

Al paso por la Quebrada de El Vino vimos a Nobile y a Armando quienes habían parado por líquido. Pulga y Jacinto decidieron mermar el paso y acompañarlos. Seguimos Melqui, Alejo, Márquez y Marcolino que a los pocos kilómetros perdió la rueda.
Faltando un kilómetro para coronar el Alto de El Vino, Melqui que venía siempre a la zaga de Márquez y Alejo pisó el acelerador y pasó la meta con una buena distancia. Vale la pena resaltar la actuación de Alejandro quien se la “guerrió” de punta a punta en plena subida.

Un motociclista de negro y verde policía en una Kawasaky en duro nos traía preocupados pues iba detrás del lote, con tanta inseguridad le pedimos que pasara adelante y cuál sería la sorpresa al descubrir que se trataba del amigo Portela quien ahora es el duro de la moto; nos acompañó todo el trayecto hasta Siberia y hasta puso ruedita.
En el Alto esperaba William. Coronamos y nada de Giacomo ni de Eduardo; Alvarito Cuervo nos comentó que bajó en el carro y se enteró que iban camino a San Francisco.
Nos reagrupamos en El Rosal y nos dispusimos a completar los 17 kilómetros que aún nos faltaban. Nobile y Armando habían partido unos minuticos antes.

Marchamos en el lote hasta la Arenera donde se nos unió un grupo grande y por supuesto el paso por los taches en la bajada fue de “sálvese quien pueda”, ahí me cortaron y me perdí la película final, entiendo que Jacintico les ganó en el remate.
Gracias a la rueda de la moto de Portela no fue mayor la distancia, alcanzamos a Nobile a 2 kmts de la meta, marchaba en solitario, qué pecado, su acompañante Armandito había decidido dejarla a su suerte y para completar su amado cónyuge pasó de largo y ni la miró. Pasé adelante para cortarle el aire y animarla y faltando 200 metros la muy ingrata me superó cual bólido, si ven así paga el diablo... mentiras tremenda etapa de la Nobile, avanza a pasos agigantados en el escalafón femenino y amenaza el orgullo masculino de algunos como... y también ... ¿seré yo maestro?
Lo importante fue que todos llegamos bien, sin novedad y felices por esos 66 kilómetros que disfrutamos gracias a la dispensa de San Pedro. Llegó Nelson pero nada de Giacomo ni de Eduardo. Qué vaina ya la cosa estaba preocupante, pensamos que conociendo a Eduardo de pronto estando en San Francisco decidió invitar a Giacomo a La Vega y ya que estaba allí, llevarlo a Villeta, para "el alargue".
Como lo pudieron apreciar por la foto de la portada en Bogotá San Pedro decidió echársela toda y dejar sus nubes sin reservas de agua. Pensábamos en la lavada que se habrían de pegar el par de perdidos.

Ya en casa, vía telefónica los chicos perdidos se reportaron, nos contaron que se encontraron a los amigos de Ciclo Titanes que andaban por San Francisco y decidieron subir con ellos. Al regreso Alberto Rivera gentilmente acercó a Eduardo y llevó a nuestro caro amigo Italiano hasta el barrio las Aguas, con lo cual se salvaron del diluvio.
Las acotumbradas secuencia de imágenes sobre la salida las pueden consultar en
Mañana lunes publicaremos la programación para el mes de mayo.
Entre tanto, les deseamos una felíz semana. |