!Párese en los pedales
y así descansa!. !Coloque las manos
en el manubrio de esta forma!.!Ese es el ritmo!. !Un, Dos, Tres!. Así,
siempre dando consejos, los conocimos quienes
tuvimos el privilegio de ser sus alumnos,
en la carretera y en las sesiones de gimnasia.
Sus compañeros en vigilancia y en
Compras y Suministros recuerdan igualmente
cientos de anécdotas de Gustavo a
quien todos apreciábamos.
Gustavo
Aldemar Herrera nació el 10 de enero
de 1954, pesaba apenas 56 kilos y se destacaba
por su físico delgado que le valió
el remoquete del FLACO HERRERA.
Cuando iniciamos con CicloBR en 1987 el
Flaco ya llevaba 12 años practicando
el ciclismo. Fue un deportista superdotado,
con una facilitad impresionante para escalar
montañas en su consentida bicicleta.
Al igual se destacaba en las subidas a Monserrate;
era imposible seguirle el paso aún
cuando llevaba a sus hijas cargadas.
Todos recordamos su método de entrenamiento:
tratar de empujar una pared con sus piernas
y brazos para coger fuerza. Decía
que en el ejército aprendió
que el entrenamiento debía parecer
tan duro para que después la guerra
pareciera un juego.
Me
parece verlo llegar en "Pluto",
ese viejo Zastava naranja que permanecía
más tiempo en el taller que en las
calles, con un suéter vinotinto y
gris algo desgastado, su pelo largo y ese
incipiente bigote tipo cantinflas, haciendo
bromas y contagiando a todos con su alegría
, especialmente en las reuniones, cuando
de pronto aparecía al frente en el
escenario con una vieja guitarra entonando
casi siempre esta canción:
“Yo sólo quiero mirar los campos,
yo sólo quiero cantar mi canto,
pero no quiero cantar solito,
yo quiero un coro de pajaritos.
Quiero llevar este
canto amigo
a quién lo pudiera necesitar
Yo quiero tener un millón de
amigos
y así más fuerte poder
cantar…”
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En
realidad tuvo muchos amigos, pero lamentablemente
falleció el 13 de mayo de 1994, víctima
de un absurdo atraco callejero. Vivió
intensamente esos 40 años, durante
los cuales se la "gozó".
Se tomó las politas que quiso y cuando
quiso.
Participó en los primeros seis Nacionales
de Ciclismo. En el primero ocupó
el tercer lugar a unos pocos segundos del
líder Manuel Leal ; en el segundo
fue Subcampeón. En los tres siguientes
siempre estuvo en los primeros diez lugares.
En 1994 se corrió el séptimo
Nacional de ciclismo en homenaje al Flaco
Herrera.
Recordamos
hoy con cariño a ese querido amigo
a quien se llevó prematuramente la
violencia. Para el fue más importante
divertirse y enseñar sin envidia
todo lo que sabía de su amado deporte,
el ciclismo, que ganar competencias.
Igualmente recordamos con mucho cariño
y enviamos un abrazo a sus dos hijas, a
su esposa Netty Mora, “la chata”
como el le decía cariñosamente,
en ese entonces una excelente atleta que
nos acompañaba en las caminatas.
Bogotá, mayo 13 de 2008
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