INICIO
 
I
I
I
I
I
 



Me preocupa el nuevo cronista

Creo que quedaré sin Chanfa.

Como lo menciona mi colega ciclista, Orlando Molano en la excelente crónica que hoy se fajó, lamentablemente no pude asistir a esta etapa ciclística, uno de los más deliciosos recorridos por tierras de nuestros antepasados Muiscas.

Me preocupa pues me han tomado una buena ventaja en el entrenamiento, que espero recuperar esta semana. Pero mi mayor preocupación es la "chanfa" como cronista pues mi amigo el "tocayo" Orlando Molano nos resultó un excelente cronista de ciclismo.

Ahora me siento como el portero Diego López en el Real Madrid, muy nervioso tapando en los partidos de la Liga española, pero con la angustia de saber que detrás suyo, allí en el banco observando, hay un excelente portero, el mejor: Iker Casillas.

Un abrazo, sinceras felicitaciones y mis agradecimientos para el cronista Iker, perdón Molanito.

En cuánto a la pregunta de mi colega ¿Cómo será para Orlando Márquez un domingo sin bicicleta?, les cuento que andaba de guía turístico por Bogotá con unos familiares que llegaron de Costa Rica, precisamente mientras Uds. recorrían los territorios Muiscas, nosotros visitamos el Museo del Oro y allí, fíjense cómo son las coincidencias admirando la balsa Muisca y otros objetos precolombinos, descubrí en la exhibición una pieza en oro que no conocía, me sorprendió sobre manera, se trata de un casco que según los arqueólogos lo usaban los indígenas como símbolo de poder.

No resistí la tentación y le tomé ésta foto


Yo pienso diferente a los arqueólogos, estoy seguro de que se trata de un casco de ciclismo, su hallazgo podría indicarnos que seres muy avanzados de otros planetas, es decir ciclistas, nos visitaron y les dejaron ese deporte a los Muiscas como legado que hoy grupos de ciclismo como CicloBR ha continuado.

Me los imagino haciendo la doble a Guatavita o una contrarreloj al Alto de Guasca. Me imagino también que con esas "Muiscas "subiendo en taparrabo, ninguno de nosotros querría ir adelante, tocaría seguirlas muy de cerca y obligatoriamente "chuparles" rueda.

Ahora en cuanto al no uso de camisetas...en fin dejémos así, de pronto me ganó un buen pellizco de mi señora.

 

 

 

 

 

 




 

 

 


Bogotá marzo 30 de 2014.


Décima segunda salida del 2014.
Paseo sabanero, rumbo a Guatavita


El gestor de esta página, y que nos deleita con sus amenas crónicas dominicales, hoy no nos pudo acompañar desafortunadamente. ¿Cómo será para Orlando Márquez un domingo sin bicicleta?

Escuché la voz de mi tocayo que me dijo "haga el cambio" y me sentí animado a responderle "ya …..lo hice", y aquí van mis apreciaciones:

Hoy domingo 30 de marzo fue otro hermoso día en cumplimento de nuestra programación dominical. Jorge Buitrago llegó al lugar de la cita a las 7:15 a.m. sin Héctor Pedraza, su "manager". En medio de la espesa neblina que dominaba el sector, encontró muchos ciclistas con uniformes multicolores, pero no veía ninguna camiseta con los colores negro y rojo. ¿Cambiarían el uniforme o cambiarían de recorrido?

Bicicletas, ciclistas y carros acompañantes se confundían en un ir y venir. Según nuestros reporteros había una gran competencia por las rutas del norte, pues estaba restringido el paso por la vía hacia Subachoque. Los pitos, los llamados se escuchaban constantemente y los ciclistas con su número y su angustia propia de estos menesteres pegados a sus humanidades deambulaban, hacían cábalas y alistaban todo lo necesario para un buen desempeño.

Para consuelo de Jorge fueron apareciendo carros de los cuales descendían ciclistas como él los esperaba, eran sus compañeros de CicloBR, que de acuerdo con la programación recorrerían los paisajes aledaños a Briceño, Sopó, Guasca y Guatavita con sus tramos de carreteras empinadas, anheladas por algunos y temidas por otros, pero lo importante para todos era rodar junto a los compañeros en otra deliciosa jornada dominical.


Nuestro conductor elegido, William Bolaños, se hizo presente para cumplir con ese compromiso, ofreciendo a todos los compañeros bananos, bocadillos veleños y Chocoramos, una dieta muy apropiada para reparar fuerzas en estas agotadoras jornadas de pedaleo. Gracias William por las viandas, su acompañamiento y su gentileza durante la jornada.

A las 8:20 am. partimos 25 ansiosos ciclistas (ver lista) acompañados por dos vehículos (el de don Guillermo y el de William), los cuales escoltaban a este ramillete de jóvenes y tal cual maduro ciclista para compartir nuestro especial ejercicio y por qué no, medir fuerzas de sana competencia con el rival de turno.

A lo largo del recorrido, pudimos observar que la tal competencia de otros grupos tenía la misma ruta que nos habíamos trazado, competidores que pasaban raudos pidiendo espacio en el afán de no quedarse de su grupo. Nuestro colectivo continuó su marcha a un paso moderado hasta la "Y" de "El Salitre" donde las damas aceleraron su paso para iniciar la cuesta con alguna luz de ventaja sobre el resto del grupo. En la mitad de este trayecto, los "ascensores" apretaron la marcha para coronar esta primera cuesta.

El pacto acordado era que nos agrupábamos en el cruce de Guasca, pero esto no pasó de ser una promesa, un pequeño grupo se quedó, iniciando el ascenso hacia Guatavita algunos minutos después. En el desarrollo del famoso "sálvese quien pueda", la montaña fue testigo de las fuerzas y flaquezas de las piernas en la lucha por no desentonar cada uno en su palmarés ciclístico. Diego Duarte y Giacomo Criscione se destacaron como coequiperos apoyando a las damitas cuando el esfuerzo lo requería.

Cumpliendo este primer tramo, la avanzada del grupo hizo su arribo a la hermosa e histórica población de Guatavita Jacinto Cuta, seguido de Alberto Otálora, Eduardo González, Miguel Granados, Víctor Molano, luego seguimos llegando uno tras otro hasta encontrarnos reunidos todos en la tradicional panadería donde reactivamos fuerzas con los roscones, las Pony Maltas y demás golosinas que allí nos ofrecen, además de tomar un respiro en aras de lo que faltaba por recorrer.

Para el regreso hacemos otros convenios, que afortunadamente sí se cumplieron: las damitas inician primero la bajada, algunos compañeros las siguen minutos después y la mayoría del grupo más tardecito. Bonito recorrido: qué grupo, qué compañerismo; "que le mermen", "que esperen" y todos obedientes manteniendo el colectivo y pendientes de que nadie se quedara.

Nuestro compañero Edgar Dimián muy preocupado de que William, nuestro conductor, se aburriera de tanta soledad en el carro, decidió apearse con el fin de hacerle compañía. Bonito gesto, de verdad.

Llegamos al alto de "El Salitre" e iniciamos el descenso despegaditos y a ritmo vertiginoso. Alerta: ¡histórico!, logramos reagruparnos en la "Y". Allí, Giacomo y Eduardo se despidieron para seguir hacia "Patios", recorrido para ellos muy familiar. Esperamos que hayan finalizado con éxito, "chinos".

Los demás continuamos nuestra travesía por la planicie de Sopó y luego hacia Briceño para tomar la autopista y aproximarnos al sitio de partida. Ritmo controlado con aceleradas transitorias, donde alguna compañera perdía el paso, pero hoy los caballeros estaban prestos a colaborar y no permitir que el grupo se descompusiera.


Los silos de Almaviva estimularon a más de uno y no podía faltar el remate final, donde se lucieron Diego, Marcolino y Alejandro seguidos de sus perseguidores y del colectivo en pleno.

Fue una jornada satisfactoria para todos, en la que cabe destacar el accionar de Nóbile, de Anita, de Carolina y de Nidia al cumplir esta travesía de 92 kilómetros con un excelente desempeño y por supuesto de los demás "varones" acompañantes.

Ver fotos en CicloBR Facebook

Bueno, aprovechando la palomita, ahí les va más de ciclismo. Dos poemitas, uno ya publicado anteriormente y otro inédito, con mucho gusto.


LA CONSENTIDA


Mi mujer (esposa, novia, amiga o amante) lo sabe…
que disfruto en su ausencia de un tiempo para acá,
que también la consiento, la mimo, la acaricio,
y que también con ella logro felicidad.

La conoce…es escuálida pero a la vez muy fuerte,
cuando de ella disfruto, pues me aguanta el trajín,
qué  ricas cabalgatas, qué relación tan íntima,
con ella me transporto a un lejano confín.

Siempre aferrado a ella, unas veces jadeante,
momentos de disfrute, momentos de agonía…
volando al infinito, a veces al azar…
dependiendo del clima, recibiendo caricias
de  la lluvia, del viento o del sol canicular.

En su naturaleza, también tiene sus cambios,
y con su mecanismo me ayuda en mi accionar,
sus curvas son muy pocas en su conjunto armónico,
pero qué bien se adapta a mi antropometría,
por eso recorremos los dos el horizonte,
disfrutando al cansancio  de ésta, mi consentida.

El aire me conforta por la avidez de oxígeno,
el cerebro me informa que me debo hidratar,
mi sangre se renueva, mis células reviven
por el tic-tac cardiaco de este rico accionar.

Aceleramos..? Paramos..? Mi organismo decide,
la fatiga se impone sobre el lindo paisaje,
el contacto se pierde y yo desciendo de ella
con sonrisa y cansancio y más kilometraje.

Mi mujer (esposa, novia, amiga o amante) es consciente
que aquella es  importante y que también la quiero,
pues le cuento los ratos que me ha hecho pasar,
y me ayuda a cuidarla y a mantenerla en forma,
y subiendo o bajando  poderla disfrutar.

En esta historia insólita, Dios es mi coequipero,
y pedaleando juntos vamos hacia la meta,
qué rico ejercitarnos disfrutando la vida
con esta gran amiga llamada BICICLETA.

 

LA VUELTA DEL PUEBLO.

“Desde la carretera y en movimiento, que es lo importante”
Retumban los parlantes en la plaza de mercado
Y la atención se centra, pues son nuestros paisanos,
Pedaleando en la vuelta como seres mecánicos.

“La serpentina multicolor engalana esta verde campiña”
El oído se agudiza  esperando el reporte de los “escarabajos”
Pues nombran a Anatolio,  Patrocinio, Dubinelson, Belisario,
Oliverio, Cristóbal, Abelardo, Argemiro,  Sandalio,
Nombres cual requisito para trepar los Andes.

De cuna siempre humilde, pedalean contra el hambre,
Arriados en conjunto por aquel consumismo
De unas marcas lucrantes a expensas de estos héroes
Que cabalgan en flacos “caballitos de acero”.

En el polvo y la piedra, pavimento y concreto
Tapizados de lágrimas, sangre, sudor y pieles,
En la lucha titánica de valientes guerreros
Por llegar a la meta, en busca de laureles.

Algunos se rezagan volviendo a la vereda,
Con su pesada carga pedaleando en la vida,
Los mejores alcanzan  pelotones mundiales
Luchando codo a codo en busca de la cima.

Periplo deportivo de organismos menguados
Que esgrimen su bandera,  defienden su uniforme,
Sufrimiento, alegrías, sentimientos revueltos…
Pan y circo a este pueblo que vive tan conforme.

Orlando A. Molano Moreno.

 

 

Feliz semana.

Orlando A. Molano Moreno.

 


Google
http://www.ciclobr.com