Más perdidos que cucaracha en fiesta de pollos
¿Fenómenos paranormales en la vía Tenjo Canicas?

Bogotá, junio 9 de 2013

La orientación, palabra que proviene de oriente (lugar de donde sale el Sol), es lo que permite a alguien seguir o encontrar el camino correcto o deseado, sobre todo cuando se encuentra perdido o desorientado. El sentido de orientación es innato a los seres vivos

En tantos años de experiencia montando en bicicleta con este grupo de amigos de CicloBR he podido comprobar que todos tienen muy buen sentido de la orientación, unos más que otros, pues como seres "vivos", algunos se pasan. Claro que como toda regla tiene su excepción, el monito Trejos me consta que si se pierde dándole la vuelta  a una moneda, pero que llega llega.

Los neurólogos dicen que las direcciones arriba/abajo, adelante/atrás, izquierda/derecha están representadas en los canales semicirculares de nuestro oído interno. Señalan que allí hay unas joditas que se llaman  “cilios” que se mueven en una u otra dirección según la posición que adopta nuestra cabeza, los cuales le ayudan al cerebro a la vaina de la orientación.

Ni más faltaba que vaya a dudar de que a nuestros ciclistas les fallan los tales “cilios”. A esta edad algunos estamos algo sorditos pero con los “cilios” funcionando bien, pues fíjense que luego de las salidas domingueras, siempre llegamos a casita, nunca nos perdemos. Me consta que  no le ha pasado ni siquiera a nuestro amigo y compañero  “Celio” (nombre cambiado para proteger su identidad), su “cilios” le funcionan como un relojito.

Bueno, debo reconocer que en el pasado la verdad ha habido casitos muy esporádicos, por ejemplo le pasaba a veces a nuestro gran amigo “Rafa Caycedo” (QEPD), de pronto era una leve fallita de sus “cilios”, pues parece se le descargaban  o algo así, pero el man llegaba a casa así fuera por la nochecita.   

Entonces, si todos tenemos el sentido de la orientación bueno y los “cilios” funcionando al peluche, no sé qué diablos pasa cada vez que tomamos la vía Tabio- Tenjo Canicas, algo nos ocurre, nos perdemos uno, o todos a la fija. Hoy precisamente nos volvió a ocurrir algo extraño, estoy por creer que hay por allí presencia de fenómenos paranormales, analicen Uds. lo que sigue y me darán la razón.

Salimos de Siberia, 21 pedalistas (ver listado) paramos en la estación de Gasolina Terpel, donde inicia el desvío a Tenjo.

Allí nos esperaba Melquisedec y su cuñado Leonardo, en quien delegó plenipotenciariamente la función de conductor elegido. Nos traían bocadillos, ponqués y bananos de la Vega, hubo para dar y convidar.  Dios les pague, a propósito, cuente con nuestro voto cuando formalice su candidatura para la Alcaldía de San Juan de la Vega Melki.


Hoy nos acompañó por primera vez Reynaldo Pulido, un ingeniero civil de 38 años, nos escribió el pasado mes de abril, al correo de CicloBR. Resultó ser empleado del Acueducto y conoce a Diana, pues fueron compañeros de natación, pero no sabía que ya ella era de nuestro clan. Como dicen las señoras, este mundo es un pañuelo. Además nos escoltó en su vehículo la esposa de Reynaldo. Esperamos que se hayan divertido en la primera salida y que ojalá no se asusten por el extraño fenómeno ocurrido hoy.


En el camino apareció Víctor Portela conduciendo su Kawasaki enduro, nos acompañó durante todo el trayecto, el sonido de su poderosa máquina y su pinta  nos hizo sentir que llevábamos escolta militar, algo que no sobra en esta carretera. Muchas gracias “Viptor”, por la sorpresa y por ese detallazo.

Sin novedad alguna, rápidamente consumimos los 14 kmts hasta llegar a Tabio, hasta allí nuestros “cilios” venían funcionando  a la perfección, pues ni el mono William se perdió, lo que si preguntaba con insistencia era que cuánto tenía el “Pavé” al paso por Tabio, le preocupaba su colita, pero lo tranquilizamos informándole que sólo eran unas tres cuadras

Lo único fuera de lo normal fue ver cómo Marcolino salió disparado y nos pasó a todos, trataba de “cazar” a un vehículo Twingo habano que nos cerró en uno de estos triple-policías acostados que colocaron recientemente en esa vía, yo le alcancé a enviar saludos a la suegra de la novia a ese irresponsable conductor. Menos mal Marco no lo pudo alcanzar porque iba embejucado, como nunca lo habíamos visto.

En Tabio no nos habíamos perdido jamás, pero hoy no sé qué pasó, algunos  nos desviamos y llegamos a un parque, afortunadamente preguntando nos indicaron  el camino y pronto retomamos la ruta. Acá empezó el problema, no había duda, algo o alguien estaba interfiriendo  nuestros “cilios”.


Nobile iba preocupada por la llegada a Tabio, la última vez nos habíamos perdido pasando el pueblo, quería que paráramos para agruparnos todos, pero ya saben lo difícil que es lograr eso…los ciclistas calientes no tienen frenos.

Ocho kilómetros más y ya estábamos en Tabio, tomamos la entrada correcta, lo sabíamos porque llegamos al Pavé, lo raro es que nos pareció muy largo, sería que al Alcalde le había dado por alargar esa tortuosa vía para joder a los ciclistas?.

Adelante, en un  grupito  de 10 iban conmigo: William Duarte,  Alberto Otálora y Pedraza, lo seguíamos, Nobile, Esther, Gabriel, Diego, Jaime López y  Camilo,  y nos conducían con seguridad; atrás oímos a algunos que gritaban: “Es por acá!!”, pero veíamos tan seguros a los líderes que pensamos que el otro grupo de 11 pedalistas que venía atrás (Melquisedec, Marcolino,  Diana, Pulga, Fernando, Pacho, Ana, Armando, Trejos, Jaime y Reynaldo) debían estar perdidos.

Los 10 de adelante finalmente tomamos una vía pavimentada, el alma nos volvió al cuerpo, definitivamente, el grupo de los 11 estaba equivocado. Pero la felicidad duró poco,  se acabó el pavimento y nos adentramos en una vía sin pavimentar, bastante ondulada y bien empedrada, por la cual tuvimos que transitar más de 15 minutos;  finalmente apareció el pavimento, pero en forma de pared, una amenazante subida de 40 metros que solo Pedraza en su todo terreno con piñonería para tapias pudo coronar, los demás a poner paticas en tierra y hágale mijos…

Tuvimos que reconocer que los equivocados éramos los  10, definitivamente algo le pasó a nuestros “cilios”; ahora que recuerdo si sentí como un ultrasonido en los del lado izquierdo cuando iba echando pata con mi bici en esa pared.

Por allí salimos a la vía que buscábamos, era la carretera a Canicas, Eureka!!.La noticia buena era que nos ganamos 1,5 kmts de la subida pues salimos adelante. Leonardo el conductor elegido nos comentó que el otro grupo  venía más atrás, lo que nos alegró, por fin una a nuestro favor no joda!!.

Pedraza aprovechó que coronó primero y quién dijo miedo, el mugroso salió como pepa de guama, lo volvimos a ver en Canicas.


A los dos kilómetros vimos a Fernando Reina, integrante del grupo que supuestamente venía por detrás, entonces supimos que además de desorientados éramos unos retrasados, mejor dicho lo estábamos.  Lo curioso es que a los de adelante les pasó algo similar, pero al revés, pensaban que nosotros íbamos adelante, por ejemplo Pulga le dio con el alma pensando en alcanzar a su esposita e hijo, pero al llegar a la meta no vio  a nadie, llegó con Reynaldo.

Fuimos coronando Canicas y allí estaban los del grupo de los 11, cuyos ”cilios” no se afectaron por el extraño fenómeno. Faltaban Marcolino, Melki y Armando, habían parado a esperarnos, pues a Marcolino se le metió en la cabeza que nos vio, estaba seguro que íbamos en sentido contrario y nunca llegaríamos a la vía correcta. Leonardo le avisó a Melki que nosotros ya estábamos subiendo y entonces retomaron el camino pero con una enorme diferencia, pobrecitos, pero demostraron su solidaridad, muy buenos amigos.

Finalmente nos reagrupamos todos los 21 en la panadería de Subachoque donde le tomaron el pelo a los líderes del grupo 10 que nos hicieron perder.  Pero yo creo que la cosa no es tan sencilla como parece, acá tuvo que haber pasado algo raro, nuestros “cilios” se jodieron por culpa de algo o de alguien.  Cuando iba  a pata le pregunté  a un campesino que cómo se llamaba el sitio y me dijo que le decían el Triángulo de la Bermudas, pues “todos los domingos vemos por acá grupos de ciclistas más perdidos que cucaracha en fiesta de pollos sumercé, algo raro pasa en esta zona señor”.

De Subachoque a Siberia la Mona Esther y Melqui decidieron meterle la pata, se pegaron casi todos los del grupo de los perdidos. En la recta final salió William Duarte quiso ganar el remate, peo de malas pues venían Marcolino y Melqui a la pata y tome. En el arranconazo pagaron el pato Gabriel y Esthercita.


En Siberia nos juntamos los 21 del paseo, todos felices por la aventura, la perdida hizo parte de la diversión, en la tertulia se veían felices comentando lo narrado.


Yo seguía preocupado, entonces me puse a revisar las fotos que tomó Leonardo, especialmente las del Triángulo de las Bermudas y les cuento  que  encontré una que me dejó frío. Finalmente tenía una posible explicación  lógica al mal funcionamiento de los “cilios”  de aquellos que tomamos ese desvío donde los campesinos se divierten al ver como los ciclistas despistados se encuentran de frente con esa pared y no tienen más remedio que tirar infantería.

Los invito a ver esta foto, sabrán el porqué de mi preocupación con los bichitos esos de la orientación, llamados “cilios”, pueden reirse si quieren, pero para mí nos los magnetizaron los extraterrestres, cerca deben tener una base subterránea. Mañana mismo contacto a los Ufólogos y les envío las pruebas.

Feliz Puente

PD: foticos en Facebook CicloBR, por favor revísenlas Uds. puede haber otros fenómenos extraños.

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Continúan ocurriendo fenómenos extraños.

Bogotá, lunes 10 de junio de 2013

Hoy lunes fin de puente henos acá reunidos  
bebiendo las mieles del ciclismo amado
deporte que nos mantiene siempre unidos
pero, en la dosis adecuada que es lo recomendado.

Perdón, me contagié de las rimas que nos envió el buen amigo Molano, un cálido y merecido homenaje a la redonda,  ese adminículo, el balón de fútbol, que al igual que el ciclismo, le ha dado tantas glorias a Colombia, pero que a cambio recibe solo patadas.

Traduciendo el primer párrafo, al lenguaje de  nosotros los mortales, con el perdón de mi tocayo: Hoy nuevamente acá disfrutando de otro día de ciclismo, en compañía de 15 amigos (ver lista) que se le midieron hoy a aplicarse una nueva dosis de bici para completar la tarea de un largo  fin de semana.

Un corto recorrido de apenas 44 kilómetros con solo 4,5 de montaña, como para estirar las piernitas, luego del esfuerzo de ayer. Nuevamente tuvimos la suerte de contar con Víctor Portela como acompañante y escolta, el ronronear de su Kawasaky ya nos hace falta. Gracias Víctor por sacrificar dos mañanas de su puente festivo, para acompañar a sus amigos.


Salvo por la subida al Vino donde cada uno pudo disfrutar a sus anchas de la competencia por coronar entre los primeros, podemos afirmar que el resto tanto en el trayecto de ida como al regreso fue un mar de tranquilidad y sosiego.

Esthercita puso un fuerte paso en los primeros kilómetros de la subida, William, Molano, Otálora y Diego lo aprovecharon, pero a mitad de camino se despidieron, la dejaron conversando con Reynaldo,  el nuevo, que igual trató de abandonarla, pero la mona no estaba dispuesta a otro desplante y se le pegó, sin cederle terreno  hasta cruzar la raya.

Márquez se quedó viendo un chispero, no tenía suficiente para entrar en esas conversaciones, apenas si pudo superar a Gabrielito y a  Pedraza, pero vio pasar de largo a Jaime orgulloso con su nueva camiseta Verdillo, tampoco le quiso conversar.

Pulga, consolidó su título como el mejor padre de familia, pendiente de Camilo y de Nobile. Luego se regresó para animar a Fernando y a Diana. Fernando venía subiendo pensativo y algo preocupado; no sabíamos qué ocupaba su mente, al final descubrimos la causa de su inquietud, ver acá>>

En la salida y al bajar vimos a los amigos Titanes con  Franck Munar quien retomó la senda del ciclismo, bienvenido a su deporte Franky.

Al regreso ocurrió otro fenómeno sobrenatural, algo nunca visto, créanme, no es una tomadura de pelo, esta vez si es en serio. Como una que otra vez para animar la crónica me invento cositas, van a pensar que hoy es uno de esos días.

Pero hoy si estoy contándoles algo que ocurrió en la realidad, parece increíble, pero créanme por favor, no les miento, ¿para que lo haría?. Creo que este fenómeno ocurre muy pocas veces en décadas, en mi caso es la primera vez que lo aprecio:
Hoy llegamos todos en grupo!!

Por supuesto que hubo embalaje, el primero en salir, un poco anticipadamente fue Jaime, la camiseta nueva le daba fuerzas, pero Pulga,  William y el resto querían salir en la foto, otra vez será Jaime.

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Novedades para las siguientes salidas:

1. Hoy en la tertulia se planteó que como el próximo domingo no hay salida, para la siguiente vamos a estar desentrenados (ja, ja, para creerles), entonces sugieren que la salida hacia Santandercito no sea desde los Kioskos, si no desde la Bomba Petrobras que queda antes del cruce hacia la Vía al Salto. Quedamos pendientes de sus comentarios y pronto estaremos comunicando sobre lo que se decida.
   
   
2.  Luis E. Pulgarín figura en la planilla de conductores elegidos y su turno estaba programado para el domingo 30 de julio. Lamentablemente ese día no estará presente, pues debe seguir trabajando en su candidatura a la Alcaldía de Viotá. Diana y Fernando se ofrecieron muy amablemente para reemplazarlo, así que ese día tendremos agüita helada en bolsitas, un nuevo producto saborizado de la EAAB.

El pasado 9 de junio se dio la partida a la edición sesenta y tres de la Vuelta a Colombia en bicicleta, la carrera por etapas más importante de nuestro país, que hace parte del calendario de la UCI (Unión Ciclista Internacional).

Participarán 163 pedalistas, 4  equipos nacionales y 4 extranjeros (Amore & Vita de Ucrania, Utensilnord de Hungría, San Luis Somos Todos de Argentina y Selección de Ecuador) quienes recorrerán 2138 kmts en 14 etapas.

La primera vuelta a Colombia la gestaron los  periodistas de El Tiempo, Pablo Camacho Montoya y Jorge Enrique Buitrago "Mirón", junto con Efraín Forero,  ellos le propusieron al jefe de redacción de El Tiempo, Enrique Santos Castillo, que su periódico auspiciara y organizara la primera Vuelta a Colombia.

Efraín Forero le propuso hacer una carrera de prueba entre Bogotá y Manizales para demostrar la viabilidad de su propuesta. Hizo la prueba, convenció a El Tiempo, al cual se sumaron otras empresa como Avianca, Bavaria, Avisos Zeón y la Flota Mercante Grancolombiana. El 5 de enero de 1951 arrancaron de la Avenida Jiménez de Bogotá 35 participantes que debían cubrir en diez etapas un recorrido de 1.233 kilómetros.

De los 35 participantes treinta lograron culminar la prueba. El primer campeón fue Efraín Forero quien ganó siete de las diez etapas de la prueba.

Lamentablemente hoy este evento, pasa casi desapercibido en los medios de comunicación, pero nos trae muchos recuerdos de infancia, era el programa favorito de millones de colombianos en todas las poblaciones de Colombia. Las transmisiones radiales ayudaron a construir  identidad regional y nacional.

Nadie nos despegaba del radio, el país se paralizaba con las transmisiones en vivo de locutores como Carlos Arturo Rueda Calderón, el “campeonísimo”,  probablemente fue el locutor más destacado de la radio deportiva. Inventó los apodos de ciclistas, boxeadores y futbolistas.

La manera como describía la geografía colombiana a través de los micrófonos, nos hacía volar la imaginación, nos sentíamos en plena carretera sufriendo o gozando al igual que los ciclistas, por un transistor de pilas o una radiola de tubos.  En un país que prácticamente vivía desconectado, con vías en mal estado,  la Vuelta fue un instrumento para que mucha gente conociera ciudades y pueblitos  que nos describían los locutores, era como ir a conocerlas.

¿Recuerdan los “caracoles”?, los famosos transmóviles  que se recorrían el país y desde los cuales se narraba en directo para toda Colombia, “haaaga el cambio”, “yaaa lo hiceee.”.

La vuelta a Colombia puso a prueba la habilidad de técnicos y locutores, quienes  debían treparse  a los postes de teléfono, robar  la línea y transmitir. Incluso cuando no podían llegar al lote donde estaba la noticia se inventaban duelos entre los favoritos: “Arranca Pajarito, reacciona el Ñatico Suarez y señoreees se queda el León del Tolima…”. La verdad seguro esos tres en el lote iban conversando, pero nosotros vibrábamos de emoción.

RCN y Caracol competían a muerte  por la audiencia de la Vuelta. Cada cadena tenía tres transmóviles asignados a la carrera. Uno reportando desde la punta, otro en el medio y otro con los rezagados. Julio Arrastría Brica, Alberto Piedrahíta Pacheco, Eucario Bermúdez, Armando Osorio, eran los locutores  que se disputaban la sintonía de la Vuelta a Colombia, un acontecimiento que le exigió a la radio más tecnología para las transmisiones, para el desplazamiento, como también voces vivaces, cálidas, y creativas.

Los Gobiernos descubrieron que las transmisiones de la Vuelta a Colombia eran perfectas, por aquello de “pan y circo”.

Hoy la Vuelta no tiene mucha cabida en los medios, menos en la Televisión; incluso paradójicamente el Clásico RCN, no lo transmite el RCN. Tampoco despierta ya la emoción de antes, la última vez que se logró fue en la época de Niño, Lucho, Parra. La TV con locutores de la radaio nos hizo emocionar, ¿recuerdan esto?

Indudablemente la Televisión no hizo el relevo correcto a la radio, por eso tal vez la Vuelta se marchitó.

Colombia nunca utilizó los recursos tecnológicos que vemos en las trasmisiones del Giro, Vuelta a España y Tour de Francia. ¿La razón?:¿ falta de patrocinadores, dirigentes, apoyo gubernamental?, no sé, ¿Uds. qué opinan?, por lo menos afición y ciclistas si tenemos, falta más apoyo de los medios; solo El Canal El Tiempo ET transmite un excelente resumen diario a las 9:30 pm., bueno algo es algo....

PD: unos minutos después de haber publicado esta nota me llamó Luis Alberto Bernal- Bernalli desde Ipiales, quien hace parte de la caravana de la Vuelta a Colombia, me describió el multitudinario recibimiento que tuvieron hoy en la llegada, una montaña totalmente colmada de aficionados aplaudiendo a los ciclistas.

Excelente Albertico, lástima que no haya un Carlos Arturo que nos describa ese delirio. Por lo menos la afición no se ha extinguido.

Un saludo te tus amigos que te recuerdan con cariño.