El
jovencito que aparece en la gráfica, a
los 16 años era todo un campeón
regional de ciclismo, En Florencia Caquetá
se ganaba la mayoría de competencias en
las que participaba.
Corrió en varias vueltas
al Sur, en seis (6) vueltas de La Juventud y en
la mayoría de los nacionales de ciclismo
del Banco de la República en Bogotá.
Tuvo el privilegio de competir
con Martín Emilio “Cochise”
Rodríguez, Javier ”El ñato”
Suárez, Miguel Samacá, Fabio Acevedo
su coterráneo, Alfonso Flórez, y
Alvaro Pachón. Claro, confiesa que “esos
manes” le sacaban hasta diez minutos subiendo.
No tuvo problemas de desempleo, pues desde muy
joven se lo disputaban las entidades públicas
y bancarias de su ciudad natal (Florencia). El
Banco Popular y el Banco Ganadero, establecimientos
que allí apoyaban mucho el deporte se disputaron
el honor de tener a ese mono “berraco”
para el ciclismo.
Al terminar su bachillerato optó
por ingresar al Banco Popular como Cajero y pronto
fue ascendido a Auxiliar de cartera. Pero el Banco
Ganadero quería contar con ese joven ciclista
y decidió jugar fuerte ofreciéndole
$120 (ciento veinte pesos) más de lo que
le pagaba el Popular y así se lo sonsacó
al Ganadero y lo ascendió a Cajero Principal.
Con lo que no contaba el Banco
Ganadero era que otra entidad Bancaria de mayor
relevancia en Florencia, el Banco de la República,
quería tener ese destacado ciclista en
su nómina. El Dr. Jorge Aguirre (Q.E.P.D.),
entonces Gerente del Banco de la República
en dicha población ganó la partida
y lo contrató como auxiliar de archivo,
pero con un salario inferior en $240 al que le
pagaba el Banco Ganadero.
Estando allí en el Banco
de la República lo tentaron y le ofrecieron
el cargo de Tesorero Departamental y toda una
carrera en la política, pero no le jaló.
De haber caido en la tentación, a lo mejor
hoy sería todo un Honorable Senador.
En el BR. Oficina de Florencia
le hacían cuarto para que pudiera entrenar
y hasta le adelantaban las vacaciones para asistir
a las vueltas de la Juventud. Quiso participar
en la Vuelta a Colombia, pero para ese entonces
debía ya seis (6) períodos de vacaciones
y como era obvio le negaron otro permiso.
Además
del ciclismo resultó ser también
un duro para el motociclismo, fue campeón
en Florencia en 90 c.c. y se destacó en
125 c.c. y 500 c.c. de dos carburadores En la
mañana de 4 a 7 a.m. entrenaba ciclismo
y a medio día motociclismo. Llegó
a correr hasta en el Autódromo en Bogotá;
allí con Ramiro Arias como padrino (Q.E.P.D.)
ganó mucha experiencia y uno que otro costalazo.
Ese jovencito
duro para el ciclismo y de joven afiebrado por
las motos, nació el 25 de junio en Florencia
Caquetá. Su nombre: Jorge Arteaga,
apreciado compañero nuestro en CicloBR.
En
1971 pidió traslado a Bogotá para
estudiar y se vino con su bici, a ver si también
se lo peleaban los bancos, pero acá la
bicicleta no le sirvió de palanca.
Pero El Mono Arteaga era tan de buenas que el
primer día que llegó a Bogotá
del BR le enviaron un carro a su casa para que
lo llevaran a su primer día de trabajo,
por temor a que se perdiera, pues era su primera
visita a la capital. Así escoltado se le
presentó a Antonio Cerón, quien
años más tarde fue padrino de uno
de sus hijos.
Estudió la carrera de Contaduría
en la Salle y trabajó en la Auditoria hasta
1993 cuando se acogió al plan de pensión.
Así como era de bueno para el ciclismo
y el motociclismo era de negado para los negocios.
Recién salió pensionado invirtió
unos pesitos en 5.000 pollos en un criadero de
un “amigo” ubicado en Neiva. Un día
este lo llamó para darle una mala noticia:
"Hermano le cuento que se nos murieron unos
pollitos y precisamente eran los suyos ".
Por supuesto, esa platica se perdió…
Luego lo convencieron de invertir en un cultivo
de papas en Turmequé, soltó los
pesitos muy entusiamado en ese negocito que creía
lo convertiría en un magnate de los tubérculos.
Varios meses después al indagar como iba
su negocio, le dijeron que al otro día
a las 5 de la mañana lo recogían
en la puerta de su casa para llevarlo a que viera
como tenía de lindas las papitas. Hasta
el sol de hoy, pues nunca aparecieron y esa platica
se perdió…
Otro
amigo le pintó el negocio del año:
un almacén de repuestos para vehículos,
le soltó $4 millones. Cuando fue a ver
su negocio el tipo lo había vendido y se
voló para España. Esa platica también
se perdió, al igual que cuando trató
de ser prestamista y lo “tumbaron"
en varios milloncejos, con el viejo truco en el
que le piden un poco, le pagan buenos intereses,
luego más con mejores intereses hasta que
el cliente cae redondito.
Recientemente lo visitamos en la Papelería
y Miscelánea María Juliana, un próspero
negocito que maneja desde hace más de 12
años con gran éxito.
El mono Arteaga en estos dos últimos años
ha estado un tanto alejado del ciclismo por problemas
de salud, pues desafortunadamente sufrió
un preinfarto.
Por fortuna ya está muy recuperado, inició
este año con nosotros la preparación
física y tiene toda la intención
de acompañarnos ene las carreteras retomando su bici. Les envía
un caluroso abrazo a sus amigos empleados y pensionados
del BR y muy especialmente a sus compañeros
de CicloBR.
Bogotá, febrero de 2007.
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