Bogotá mayo 28 de 2023
CRÓNICA POR JOSÉ GABRIEL AVENDAÑO
BRINCAMOS DE PATIGUAPOS AL ÁGUILA
Bueno, como ven me encartaron con esta tochada de la crónica, pero en peores me vi cuando estaba uniformado, así que vamos palante juepuerca.
La historia empieza así: Por invitación del señor médico Juan Fernando se cambió el sitio de parqueo de Centro Chía al conjunto donde vive su señor padre, Hacienda Fontanar para que nos saliera el parqueadero como nos gusta: gratiniano, pero a la final solo llegó allá un carro, que pena con el médico.
Para la salida de hoy llegaron los que aparecen en la foto: don Javier Fernández, la señora Nobile, Ricardo, don Guillermo, el señor Jorge Bernal, el médico Juan Fernando, el señor Javier Velandia, don Héctor, el señor Wilfran y don Luis Eduardo; conmigo completamos 11.
El turno de conductor me “correspondió” otra vez a mí, es decir a Yo José Gabriel.
Se inicia el recorrido aproximadamente a las 08 a.m. con con la misión alto de San Jorge o Patiguapos, como decía la programación.
Salimos hacia la entrada a Zipaquirá, la primera parte del recorrido fue en total agrupación y armonía, hasta que apareció la subida a Patiguapos, en donde el grupo ya se fractura.
Llegaron en su orden a la cima de San Jorge: Guillermo, Wilfran, Javier, amigo de Guillermo, Javier Fernández, el doctor Juan Fernando, don Jorge, Pedraza, Pulga, Ricardo, y Nobile.
Arriba degustaron un rico masato con mantecado que les preparamos con cariño con mi esposa Durlys, me tocó llevarla para para legalizarle el día de las madres norte santandereanas, que le debía, es que ellas son bravas, tan bravas que se broncean a latigazos.
Luego oí que estaban discutiendo, que unos querían alargar la etapa y que no se podía, me pareció que la señora Nobile estaba como brava, no sé si era en broma porque no quería ir tan lejos, no sé toches.
Nota: a última hora llegó a la sala de edición la siguiente grabación, anónima que aclara la inquietud de José Gabriel.
El caso es que en ese mismo lugar decidieron ir hasta el mirador del Zipa, como los había sugerido mi amigo el señor de las vueltas a Colombia.
EYa de acuerdo bajaron y pasaron el municipio de Zipaquirá en total acompañamiento; Wilfran se hizo el toche y no nos invitó a su negocio en Zipaquirá.
Todos juntos hasta que se inició la subida e igual el grupo se desarticuló.
Los que fueron hasta el alto del Águila coronaron en este orden; Wilfran, Javier amigo de Guillermo, Javier Fernández, el doctor Juan, y Guillermo que lo acompañó en toda esa travesía. Arriba departieron con un tintico y luego apareció Pulga, no lo esperaban, había dicho que no subía hasta allá.
A el alto del Zipa llegaron: Pedraza, don Jorge, Ricardo y Nobile, quienes fueron testigos de un fuerte temblor.
De ahí se regresaron al lugar de encuentro Hacienda Fontanar.
Nobile: Pere le complemento Toche, perdone meto la cucharada en su crónica:
“Bueno una vez terminamos de subir el alto del Zipa el señor Bernal amigo de don Guillermo, Héctor Pedraza Ricardo Rodríguez y yo de gustamos un tinto nos encontrábamos en una mesa muy cerca la carretera cuando de un momento a otro nos dimos cuenta que la mesa se movía, se movían los cables los árboles y dijeron está temblando, está temblando. Ya más calmados, decidimos tomar rumbo hacia Fontanar donde fue nuestra cita del día de hoy. Como de costumbre Ricardo, el profe como le dicen, quiso poner en práctica sus habilidades como instructor dándonos indicaciones: cada uno rota unos 20 pedalazos y luego se abre a la derecha; ninguno hizo caso, al ver su decepción como maestro dijo bueno entonces hagamos equipo y no nos dejemos soltar y así hicimos nuestro regreso tratando de venir en grupo. Posteriormente llegamos a Fontanar siempre fue que tuvimos que esperar aproximadamente unos 40 minutos mientras retornaban los que se dirigieron hacia el alto del Águila. Posteriormente yo esperé a Luis Eduardo y a Wilfran para entrar al Conjunto y Héctor, Ricardo y el señor Bernal nuevamente salieron a la autopista para el encuentro con los compañeros. Eso fue todo afortunadamente sin novedad, todos regresamos a tiempo”. Ahora si siga don Toche y perdone…
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Gracias, Sra. Nobile, entonces remato, el regreso desde Zipaquirá fue en total normalidad y camaradería entre los 6 hasta que se inició el sprint final llegando en su orden Guillermo, Javier Fernández, Javier amigo de Guillermo, Pulga y Wilfran.
Así terminó este recorrido como siempre maravilloso y en muy buena compañía y armonía, nos despedimos y cada uno pa su casa lo bueno no es eterno.
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Nota 1: Desde el Comité de Ciclismo queremos hacer un llamado especial a todos los integrantes del Grupo para que nos colaboren con los turnos de conductor elegido, la verdad este año en particular ha sido bastante difícil la labor de convencer a los que siguen en la lista. Por esa razón hemos tenido que adelantar turnos de los que estaban casi al final. Nuevamente publicamos la lista para que los que aún no han prestado el servicio se preparen en ese orden; si alguno no puede sería conveniente que nos colabore convenciendo al que sigue para que lo reemplace y haga su turno, o consiga un familiar amigo o amiga que le maneje.
De la misma forma agradecemos a nuestro apreciado amigo y colega José Gabriel por su colaboración, el 30 de abril se ofreció para conducir el vehículo de John y hoy para hacer el turno que le correspondía a Guillermo. Muchas gracias JG.
Igualmente, gracias por la excelente crónica, otro redactor que incorporamos a la nómina, por favor pase por la Tesorería para el chequecito.a
Nota 2: Hoy nuevamente, pese a que no hubo tertulia, el ingreso a Bogotá era un solo trancón hasta el Homecenter. Creemos que la única solución es madrugar más para poder entrar a Bogota antes de las 12 del día y poder llegar a casa para almorzar con la familia. Algo similar le pasa a los que viven bien al norte cuando las salidas son al sur o suroccidente. Una propuesta sería hacer el esfuerzo y anticipar una hora la cita para probar, es decir, 6:15 a.m. Son solo 60 minutos más de madrugada que pueden representar tres horas más para compartir con nuestras esposas (y ahora con lo nietos ) a la hora del almuerzo. |