ATENCIÓN: el próximo domingo el punto de encuentro y parqueo de vehículos será en el sitio denominado R y R, donde quedan las canchas de fútbol, arriba de Manantial. |
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UNA DE LAS MEJORES TERTULIAS
El domingo 14 de febrero nadie quería retirarse, todos se veían animados y con más ganas de conversar que un perdido cuando aparece. Eran casi las 11:30 a.m. y estábamos reunidos en los Kioskos al final de la segunda salida oficial, en la denominada Tertulia o Plenaria.
Alfredo Gálvis fue el animador central pues nos hizo reír con sus salidas, lideró una pequeña montada que le hicimos a Gabrielito blanco de las bromas, pero el muchacho tiene correa.
Alguien quiso desquitarse con Gálvis preguntándole en tono sarcástico por Bedoya, su compañero de entrenamiento y les soltó esta: “Si es que somos pareja, la pasamos rico pues la ventaja es que cuando no le funciona a él me funciona a mí”, por supuesto las carcajadas no se hicieron esperar. Se comentó que definitivamente estaba fallando el proceso de selección en CicloBR pues se nos había colado Gálvis, quien a propósito nos regaló unas cachuchas de Alfa que tenía desde Sutamarchán, nos quedaron algunas…
FranK Munar el invitado que inició su período de prueba para ingreso a CicloBR y el profe Lombana por momentos se veían aterrados de ver la manera como se toma el pelo en el grupo y algo nerviosos seguramente pensando en de pronto les tocaba el turno. Por favor no se preocupen que ya se irán acostumbrando.
Como siempre, hablamos no solo de la etapa si no de los que aún no se reintegran, hubo tiempo hasta para comentar la anécdota del banano inalámbrico de Anita y de los intentos fallidos de compra compra de bicicleta que viene haciendo desde hace un año Alberto Rivera, parece que ahora si tiene 40 bicicletas vistas y está decidiendo.
Nos acompañó en la tertulia Consuelo Alonso la esposa de Jorge Gutiérrez, Alexánder el hijo de Jacinto y su esposa Paula quienes se divirtieron y supieron qué es lo que hacemos en la hora siguiente a cada etapa. Fue realmente una de las reuniones más amenas.
Jacinto cumplió con su turno de conductor elegido y nos sorprendió con una picada que por lo menos tenía unos 10 paquetes de Todo Rico. Le colaboró Alexánder y Paula, quienes tomaron la espectacular foto que se aprecia abajo.
Casi al final de la etapa vimos llegar a un ciclista con la camiseta azul, en principio nadie lo distinguía, era Carlos Galindo quien hacía su primera salida oficial como nuevo asociado. Resulta que el pobre llegó antes de las 7:30 a.m., como no vio a nadie siguió derecho, subió al Vino. No sabía que la Vara es el la población que queda abajo del Alto del Vino (realmente se llama la Quebrada) y siguió bajando, llegó casi hasta la primera entrada de San Francisco y paró en el Restaurante La Vara, es decir, bajó casi 10 kmts más y le tocó por supuesto hacer todo el camino de regreso en solitario. Para completarla ni siquiera supieron que estaba estrenando su nueva bici. La ventaja es que como dicen se “halló a buena parte de la tertulia”.
Huy que vaina por andar metidos en las páginas sociales y en los chismes de la plenaria se nos olvidaba comentarles que también montamos en bicicleta. Hicimos el recorrido programado: un trayecto de 52 kilómetros.
Cumplieron la cita dominical los siguientes pedalistas: Reina Melquisedec, Gómez Henry, Santacruz Alfredo, Reina Carlos, Reyes Jesús, Cuervo Álvaro Uribe Gabriel, Gómez Pedro, Granados Miguel, Cuta Jacinto, Márquez Orlando, Morales Francisco, Gálvis Alfredo, Luque Pedro, Pulgarín Luis E., Galindo Carlos, Otálora Alberto, Rodríguez Alejandro, Villarreal Álvaro, Gutiérrez Jorge, Bernal Alberto, Profe Lombana, Gómez Henry, Frank Luis y Frank Munar
Salimos pasadas la 8:15 a.m. Los primeros 17 kilómetros de plano fueron de una “decencia ciclística” que nadie podía creer por la suavidad del ritmo. Pero como todo lo bueno dura poco, se apareció el ascenso a el Alto del Vino y se tiró todo, pues cada cual sacó su repertorio.
Al inicio de la subida pinchó Chucho. Rápidamente tomaron la delantera Gálvis, Granados, Reina, Henry, Frank, Santa Cruz, Pulga y el profe Lombana quienes eran los de más gasolina, parece que se dieron madera de lo lindo. Un segundo grupo encabezado por Jacinto Cuta y Álvaro Cuervo, quien parece volvió por sus fueros en la loma, subió “a su ritmo”, seguido por Pedro Gómez, Alberto Otálora y su Karma Orlando Márquez. Los seguían de cerca Pachito Morales y Alejo y más atrás Melki, Uribe, Luque, Bernal, Villarreal y Jorge Gutiérrez.
Vale la pena destacar el esfuerzo de Jorge Gutiérrez quien coronó el Alto luego de muchos años, es el premio a la constancia, se ve que los entrenamientos semanales en la pista del CDCH comienzan a rendir frutos.
La mayoría bajó a la Vara, Vilarreal, Otálora y Bernal bajaron cuatro kmts. Luque y Gabriel retornaron.
En la subida de la Vara al Vino Gálvis no aguantó las ganas de mostrar que trae una excelente preparación y tomó la delantera, Frank trató de cazarlo pero no le alcanzó. Miguel le llegó. Atrás un grupito en el cual se entreveraron Henry, Pulga, Alfredo, el Profe, A. Cuervo, Carlos Reina, Jacinto Cuta y Pacho seguidos de Orlando Alejo y Melki.
En la subida nos encontramos con Gilberto Lozano el famoso “patemula”, pero no nos saludó.
El profe había ordenado agruparnos en cruce del El Rosal a la bajada del Vino pero los primeros en llegar tenían afán (por llegar a la tertulia?) y pusieron fierritos, por lo cual el grupo llegó partido a Siberia. Definitivamente
no hay nada que hacer, es imposible controlar el ritmo en el plano.
Amigos y amigas los esperamos el sábado en el CDCH y el domingo en Siberia para la etapa a La Pradera. El sábado nos vemos en la pista del CDCH.
Esperamos ver el próximo domingo a los amigos y amigas que no se han reintegrado aún: Dimián, Anita, Esther, Alberto Rivera, Marcolino, Manuel, Walter, Lucho Zapata, Ildefonso, William Bolaños y William Trejos, Orlando Pinillos, Víctor Porteña, Noé Muñoz, Pastor, Raúl Tinjacá el abuelo y Jorgito Peña. Anímense que la fiesta apenas comienza. De igual manera esperamos que Eduardo Bedoya pueda solucionar su problema con el marco, se le partió por culpa de Gálvis que lo obligaba a salir todos los días a Patios.
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