Sutamarchán noviembre 27 de 2004
La llegada
La población Boyacense de Sutamarchán,
recibió con voladores a la caravana de vehículos
que traía a los familiares y participantes en
la XIV versión de la Clásica de la Amistad.
Inconvenientes de última hora, en la mayoría
de los casos y físico miedo a hacer el oso en
otros tantos, no permitieron que los equipos pudieran
contar con su nómina completa en la finalísima.
Luego de un suculento "corrientazo" en Los
Aposentos de Don Pedro D´Merchán, una bella
finca alojamiento, los ciclistas y sus familiares tuvieron
tiempo para dar un paseito por el pueblo. Anita, Mario
y otros tantos acosaban a los jueces tratando de sacarles
pistas, pero no lograron nada!. Para qué se necesitará
la linterna?, el papel higiénico?. Nos harán
tomar el aguardiente de la mochila en plena carretera?.
Vimos a Dimian dar precisas instrucciones a su esposa
e hijos para que detallaran sitios del pueblo pues intuían
que de allí se iba a requerir algo.
La salida:
A
las 2:30 en punto, siguiendo la programación,
los ciclistas se presentaron en la meta de salida algo
nerviosos, pues por primera vez en su vida iban a participar
en una competencia de la cual no sabían ni pío.
¿Sería una mamadera de gallo?, ¿habría
realmente competencia ciclística o los pondrían
a jugar?. ¿Irían a hacer el oso?
En el punto de salida los
jueces les hicieron vaciar las mochilas para cerciorarse
de que todos hubieran traído los 14 elementos que se exigían en el folleto, pues se indicaba que serían indispensables para afrontar las pruebas.
Con excepción del último elemento (paz
y Salvo) todos cumplieron, no querían ser penalizados o perder por la falta de uno de esos elementos "vitales": Cinco manzanas
rojas, un litro de aguardiente Néctar en caja
tetrapak, una almohada pequeña, servilletas y
un rollo de papel higiénico Scot, una linterna
grande, un paquete de Todorico familiar, 3 monedas de
$500, témperas y dos pinceles y recibo y paz
y salvo por cuotas del mes.
A
cada Capo le entregaron el Sobre No 1 con las instrucciones
del primer recorrido, una hojita que tenían que
leer en cinco minutos antes de que se diera la partida.
Se les advirtió que leyeran con cuidado. A las
2:35 de la tarde se dio la largada, fue el despelote
total, unos tomaban hacia un lado y luego se devolvían,
no sabían qué hacer. Oiga, esperen es por acá... NO yo leí y es po acá... pero vea que esos manes cogieron por allá...
La verdad era que
había sobres con instrucciones diferentes, dos equipos debían
ir hasta la población de Tinjacá y por
tanto debían virar a la izquierda y dos hacia
Villa de Leiva girando hacia la la derecha. Finalmente
se orientaron y arrancaron. En las poblaciones de Sáchica,
Tinjacá y Villa de Leiva, los equipos recibieron los sobres
números 2, 3 y 4 para saber hacia dónde
coger y qué hacer.
El recorrido
Paso
a paso fueron descubriendo que había
dos etapas contrarreloj así:
Equipos
Naranja y Rojo verde:
Sutamarchán - Tinjacá, Tinjacá
- Sáchica, Sáchica -Villa de Leiva y Villa
de Leiva- Sutamarchán.
Equipos
Centralsa y Colombia:
Sutamarchán - Villa de Leiva, Villa de Leiva
- Sáchica, Sáchica Tinjacá, y Tinjacá
Sutamarchán.
En
total la competencia fue de 48 kilómetros a toda
mecha, con un calor fuerte al comienzo y un viento tenaz
que no los dejaba avanzar bien. El terreno tenía
trayectos en su mayoría compuestos por repechos
"rompepiernas". Quienes no entrenaron, algo
tarde descubrieron que la cosa era en serio, pensaron que como era prueba de observación la cosa era mamando gallo.
Los descansitos
Para
que "descansaran", en cada una de las poblaciones, según
las instrucciones tenían que responder un cuestionario de
tres preguntas; para conseguir las respuestas en un másximo de 20 minutos
tenían que recorrer varios sitios y obtener las pistas, con
ayuda de ciertos elementos que portaban en su morral. Se les advirtió:
"lean con cuidado", pero no obstante, la mayoría
cayó en trampas, por ejemplo: se sentaron en un andén y pelaron las manzanas con un
cuidado extremo para no trasquilarlas como se les indicaba en el instructivo,
para luego descubrir al final de la hoja que las manzanas eran solo
para su refrigerio. Muchos jueces htas....
Casi todos pillaron Los negocitos de don Rafael Gama y de Gustavo Rincón El Ferreterito
en Sáchica; supieron a qué se dedicaba Vargas Vila
en Villa de Leiva (varios lo confundieron con el cómico Vargas
Vil). Se enteraron del nombre y grado del mancito que según
el Himno Nacional se pegó una chamuscada ni la berraca (Ricaurte) y
hasta perdieron el tiempo contando las piedras en la plaza de Villa
de Leiva (¿cierto Manuelito?) y averiguando el nombre del
Alcaldes y concejales, por no leer bien. Se trataba de las piedras grandes del parqueadero y no las del piso de la plaza, pastusos.
Aunque
la adrenalina y el afán competitivo no los dejó disfrutar
a plenitud, dejamos constancia que tuvieron en total una hora (sesenta
minutos, es decir, 3600 segundos) de descanso, en los pueblos, tanto
que hasta les quedó tiempo para tomarse foto en grupo todos
pinchados. A, era que se les pedía tomarse una foto en una dirección específica d ela cual apnas se daban las señas y llevarla, como prueba; al final los malditos jueces no la pidieron, dijeron quen la guardaran como recuerdo, muchos jijue....
La llegada
Qué
lentos. Para recorrer míseros 48 kilometricos se tiraron
más de tres horas. Increible!! . Por eso llegaron entre las
6:15 y las 6:45 p.m. Claro que además de correr a toda mecha en sus bicis tenían bastantes tareas en grupo.
Los
Naranja ganaron dos de las contrarreloj, Centralsa las cuatro de
su grupo, Los Rojos Tres y Los Colombia siempre quedaron de subcampeones.
La
verdad los vimos llegar algo cansaditos, incluso el invitado
Luis Eduardo Amézquita, llegó con la pálida. En la
meta los recibieron nuevamente con voladores y oh sorpresa, allí
no terminaba la cosa.Con los mamdos que estaban todos, siendo casi las 7 d ela noche les otro cuestionario y se enteraron de que debían regresar a
pie a Sutamarchán y encontrar tres pistas más. Muchos
hijue....
Mientras
los participantes se divertían, mejor dicho sufrían en el pueblo, los jueces hacían
los cómputos. Cada ganador de contrareloj recibía
5 puntos y el segundo tres. Cada respuesta acertada en los cuestionarios
se premiaba con 2 puntos.
La
consecución de una de las pistas los llevó al cementerio pasadas las 7 de la noche. Uuy qué susto tan berraco!!. Allí supieron para qué
diablos les habían pedido llevar en la mochila la linterna.
Pero increíble. Dos de los equipos la olvidaron y tuvieron
que hallar la pista a tientas, es decir de tumba en tumba. Anita y John casi se orinan del susto
y prefirieron esperar afuera, los cementerios les ponían los pelos erizados. La cosa era fácil, se trataba de buscar simplemente un poema que está cerquitica a la entrada y por despistados terminaron entre las tumbas, muchos pelotas!!
Recuerdan el esqueleto que decía esto: "Como te ves, yo me vi, como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás."
De cementerio salieron todos corriendo a la plaza, pues para acabar de completarla había una última tarea.Todos parecían como como bobitosmirando la fachada de la iglesia, la gente que pasaba pensaba que se habían
fumado algo raro. La instrucción decía eso precisamente, miren bien la iglesia, grábense lso detalles. (algunos vivos tomaron foto).
Al
regresar al Hotel, bastante mamados de correr los jijuemadres jueces les pidieron que si eran tan sobraditos, de memoria pintaran
en una cartulina la iglesia con la mayor cantidad de detalles. Allí
vimos a los Zapata, los Portela, los Dimian los Reina y los Martínez
divertidísimos ayudando y pintados hasta el cogote. Concurrieron
todas las escuelas pictóricas: impresionismo, primitivismo
y arte abstracto. El ganador solo recibiría un punto, pero
por el empeño que le ponían parecía que hubieran
entendido que eran 1.000.
Los resultados finales
Entretanto,
los jueces se sacaban un ojo sumando los puntajes, para llegar a
la conclusión que se estaba presentando un triple empate
en el primer lugar, pues los Rojos, Centralsa y Naranja acumulaban
cada uno 73 puntos, mientras que los pobres Colombia apenas sumaban
68 puntitos. Ninguno
lo podía creer, pero el punto de la pintura iba a definir
la final. Por esta razón se nombró un jurado de tres
familiares para que deliberaran y entregaran el veredicto, tan importante
en este caso.
Los
Naranja, gracias a la ayuda de la familia Dimian y la familia Portela,
quienes tenían grabada en la mente la fachada de la iglesia
( y algunos apunticos en hojitas y fotitos) ganaron el preciado punto y por
ende el título 2004 de la Clásica de la Amistad.
La cena
Un merecido descanso, luego una
balanceada cena nos esperaba a las 9 de la noche en el restaurante
Gourmet Robertico de Sutamarchan: Longaniza light, papitas criollas,
morcilla dietética, maíz totiao con chicharroncitos
resalados y para pasar unas deliciosas Aguilas y Leonas. La cena
transcurrió con comentarios sobre como se diviertieron todos
en las competencias ciclísticas y en las pruebas de habilidades.
Se sintieron como en un "rialiti". Hubo tiempo
hasta para los sapos que echaron discurso de felicitación
a los organizadores, por lo maravilloso d ela etapa y las pruebas tan ingeniosas y divertidas; don William Guillermo, no te conocíamos
esas dotes de Acevedo y Gómez.
Las
anécdotas que se oyeron fueron simpáticas:
Por
ejemplo Mario se las tiró de vivo, para alivianar el morral
llevó un mini diccionario de prekinder de apenas 4 hojas
y la almohada de su bebita cuando nació. Pensó que
les iban a hacer tomar aguardiente durante la competencia y por
eso llevó una tetrapack de vino señoritero ( ¿que
es esa desconfianza Mario?).
El
Sobrino Henry, quien portaba un hermoso guayabo que trajo de Bogotá,
cada vez que llegaba a un pueblo le gritaba a los jueces una aguita
fría ..ebon.
Adolfo
Vinasco, quien amablemente fungió de Juez, fue asignado para
controlar el paso por Tinjacá, un vehículo oficial
lo dejó a la entrada del pueblo. Y Hay juemadre, con tanta prueba y tanto ajetro se nos olvidó ir por el y el pobre se quedó en una tienda esperando desde las 6 de la tarde en Tinjacá. Hasta pensó que le habían mamado gallo y casi toma una flota hacia
Bogotá, de la piedra . Alcanzó
a tomarse 4 frías y a fumarse 8 malboritos; cuando llegó
el último grupo que venía de Sáchica y el carro
acompañante le volvió el alma al cuerpo.
Manuel
Panesso, quien siempre se adelantaba para buscar las pistas, en
el cruce hacia Villa de Leiva pasó de largo y siguió
para Cucaita, sus compañeros se vieron en dificultades para
hacerlo volver. Lo logró Esthercita con un pequeño
grito que se oyó en Tunja: ManueLLLLLLLLLLLLLL. Pero lo mismo
le pasó a Orlando, pese a conocer el recorrido como organizador,
iba echando Globos y se pasó, solo que el si tuvo que pagar
doble peaje (¿mucho pelota no?)
La premiación
En
el "salón internacional de convenciones" del Hotel
se desarrolló la ceremonia de premiación, como vieron,
a diferencia de otros años, en este la competencia fue bastante
reñida. Prácticamente todos ganaron.
Sobre
las mesas aparecieron las cajas de tetrapack que los equipos pasearon
a lo largo de 48 kilómetros y los paquetes de Todorico, convertidos
en picadas. Vieron que todo les sirvió?. Aunque realmente
la gente quedó en duda de para qué diablos les hicieron
cargar todo el camino un diccionario Inglés Español.
La respuesta estaba en la hoja final:"...para que practiquen
bastante el inglés, pues es posible que algún día
programemos una Clásica de la Amistad en Miami".
La
rumba se animó con un poderoso equipo de sonido: la grabadora
de pilas de Esther, hábilmente manejada por el DJ Henry a
quien milagrosamente el aguardiente le quitó el guayabo.
Como
es típico de las fiestas de ciclistas, el sueño les
cogió a las doce de la noche y por arte de magia comenzaron
a desfilar a sus cuartos.
Los Astrólogos
El
monito Willy y un grupo de antiMockusianos decidieron romper la
regla (no valió el regaño de Peñita) y trataron
de volarse con la sorpresa que la reja del Hotel tenía candado.
Según la administradora Alvaro Campo debía
expedirles una orden de salida en original y tres copias. En cuestión
de segundos los trasnochadores nombraron una comisión que
prácticamente sacó a Alvarito en pijama y a rastras
lo obligaron a firmar y sellar la boleta.
Jorgito Peña se despertó y en tono muy serio se dirigió a Orlando: "mijo, esto no está bien, tu no deberías dejar que salieran pues ya están entonados"
Pero, la gente pedía rumbaaa y dejaron aJorgito con la palabra, no sabemos como pero en la camioneta de William se metieron como doce apretujados, practicando el roce social. Lamentablemente no encontraron ninguna tienda abierta en Sutamarchán, pero entonces alguien recordó que desde Villa de Leyva se pueden apreciar las estrellas bien a la madrugada.En mitad de camino en plena marcha el mono apagó la luz de la camiioneta y les pegó un susto el hijuemadre
De esta maner el nutrido grupo de trasnochadores partieron a buscar un lugar alto para el espectáculo. En efecto, pronto descubrieron un cielo absolutamente negro y poblado de estrellas, un bellísimo espectáculo.
Regresaron al hotel casi a la madrugada. Marcolino Barrera resultó ser un experto astrólogo,
pues los tuvo casi un hora tratando de descubrir estrellas fugaces.
al final el sueño y la tortícolis los venció...
Bueno sus mercedes eso fue un breve recuento de lo que pasó, de pronto pasaron otras cositas que se me olvidan o de las que me acuerdo pero que no les cuento pa no sonrojarlos...
Sutamerchán noviembre de 2004. |