Sutamarchán diciembre 5 de 2009

UNA GRAN FINAL



“No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”, sabio refrán que resume lo ocurrido en la gran final de la XIX Clásica de la Amistad, actividad que coincidió con el  cierre de calendario ciclístico 2009 de nuestro Club de Ciclismo.

Hasta la fecha se habían disputado cinco etapas reñidas: La primera el Prólogo una contrarreloj de 8 kmts entre La Herradura y Pradera. La segunda una contrarreloj por equipos completos de 37 kmts entre La Caro y el Alto de las Arepas. La tercera una competencia con tres trayectos: un grupo debía ir hasta el kilómetro cinco de Guasca, otro a Guatavita y el tercero al Alto de la Arepas, todos saliendo del Jaime Duque. La cuarta una contrarreloj por Parejas al Alto de Canica y la quinta La Caro- Alto El Sapo, competencia con equipos completos de 49 kmts. (ver resumen).

Para disputar esta la sexta y última etapa y para la fiesta y ceremonia de finalización del calendario ciclístico, nos encontramos el sábado 28 de noviembre en la población Boyacense  de Sutamarchán. El Comité de Ciclismo nos tenía una reservación en el Hotel Cabañas Los Aposentos de Don Pedro De Merchán. Hasta allí fueron llegando poco a poco los ciclistas y sus familiares, desde el día anterior.



Al momento de la partida los capitanes sufrían esperando que esta  vez si llegaran completas sus escuadras. Algunos vehículos arribaron  casi sobre la hora de salida.

Al final cada equipo, que había iniciado esta Clásica con 12 participantes,  contó con los siguientes corredores: Blancos: 11, pues únicamente faltó Gabriel Uribe.  Azules 10 y Verdes 7.

La organización había dispuesto tres recorridos para ésta etapa final, como se hizo en dos de las anteriores. 



Primera ruta

Sutamarchán – Sáchica- Peaje- Alto de Samacá  

se inscribieron los siguientes ciclistas: Equipo Blanco: Eduardo Bedoya, Henry Gómez y  Pedro Gómez. Equipo Azul: Jacinto Cuta, Luis E. Pulgarín e  Ildefonso García y equipo Verde: Miguel Granados, Alfredo Gálvis y  Carlos Reina.

Los tres equipos, los duros de la prueba, partieron de Sutamarchán  con destino  inicial a la población de Sáchica, para lo cual recorrieron 16 kilómetros a buen ritmo, en un terreno rompepiernas. Hasta allí nadie cedió terreno. Pasaron el peaje y se inició al cuesta dura de aproximadamente 13 kilómetros.

Los azules iban preocupados por la falta de su líder Augusto Salcedo, ahora Jacinto debía asumir la responsabilidad de reemplazarlo. Se inició la subida, los verdes tomaron la iniciativa y enviaron a Carlos Reina para medirles el aceite a sus competidores que no estaban dispuestos a ceder terreno.

La presión, las duras rampas y la temperatura pronto comenzaron a hacer mella en los corredores. Carlitos Reina parecía hacer agua. En los azules Pulga estaba atento para impedir que Ildefonso se rezagara, pero gastaba sus últimos cartuchos,  Jacinto sacaba fuerzas de donde no las tenía para no dejar que sus pupilos se quedaran y estuvo atento a traer a Ildefonso y para apoyar a Pulga cuando veía que este ya andaba con lo justo.

Entre tanto los blancos tenían trabajito con Pedro Gómez  y también acusaban el esfuerzo, su capo iba agripado, el sobrino Henry iba mas coloradito que de costumbre. En las toldas de los Verdes cundió el pánico pues Carlos Reina  pinchó y tuvo que esperar un vehículo para obtener una rueda.

Cuando faltaba menos de un kilómetro para coronar el Alto de Samacá, el Juez que llevaba un conteo errado de la distancia, pues pensaba que faltaban 4 kmts para la cima, se bajó con sus auxiliares  para refrescar a los ciclistas y mientras arriba los equipos  estaban sobre la meta.

Los dos verdes que iban en la punta, Miguel y Alfredo Gálvis cruzaron la meta e iniciaron el descenso pues no vieron juez. Pulga que conocía el punto de meta aprovechó que su equipo estaba completo y por delante de los blancos levantó la mano en señal de victoria, los blancos que venían a la rueda no entendían, creían que era una broma y los sobrepasaron en la bajada.

Abajo en el cruce estaba el juez quien les explicó que en efecto la meta era atrás.  Por supuesto se formó el coge coge por la confusión. Los blancos con Eduardo Bedoya  a la cabeza estaban furiosos pues el  juez dio la victoria a los Azules (8 puntos), segundo lugar para los blancos (5 puntos) y tercero para los verdes (3 puntos), considerando que en el reglamento de la etapa, que se les envió por correo electrónico  días antes, se mencionaba que la etapa terminaba en el alto y luego venía un descenso de dos kmts en donde no se competía.

Terminada la etapa estaba previsto que el juez entregaba un sobre con un cuestionario para que los ciclistas buscaran unas pistas en Samacá con lo cual podían obtener dos puntos adicionales. Allí la paciencia de los blancos se terminó pues para completarla Eduardo extravió el sobre y tuvo que regresar a buscarlo. Definitivamente fue el peor día de su vida pues, corrió con gripa, su hijo le pegó además al vehículo con un obstáculo, perdieron la etapa y botó el sobre. Por supuesto lo vimos “emplutado”.
 
Una vez llenaron el formulario, que tuvo algunas dificultades bajaron  nuevamente para Sutamarchán, ya  sin competir. Pedrito Gómez bajó rapidísimo, al parecer también se “emplutó”.

Mientras todo esto ocurría un grupo de 10 ciclistas competían en el segundo trayecto

Segunda Ruta:

Sutamarchán – Alto Arrayanes en la vía a Chiquinquirá



Para allí partieron estos ciclistas: Blancos: Orlando Molano, Alberto Otálora, Melquisedec Reina y  Jesús Reyes. Azules: Edgar Dimián, Alejandro Rodríguez y  Luis E. Zapata. Verdes: Alfredo Santacruz, Francisco Morales y  Orlando Márquez.

Un minuto antes de la partida los verdes recibieron la noticia  de que la cadena de la bicicleta de Alfredo Santacruz se rompió. Ante semejante imprevisto Alfredo decidió tomar prestada la cicla de montaña de Ildefonso y calzar  sus  zapatillas, por supuesto el equipo partió en desventaja.

El grupo avanzó a ritmo controlado durante los tres primeros kilómetros, hasta pasar una obra de repavimentación de la vía que se estaba llevando a cabo a la salida de Sutamarchán. Allí pinchó Edgar Dimián dos veces y hasta allí llegó su historia.

Luego, a la orden del Juez Pastor Gómez  se inició la prueba. Los equipos transitaron los primeros 5 kilómetros en terreno ondulado, totalmente compactos a la expectativa de la cuesta que se había anunciado era fuerte. Tan pronto se vislumbró la primera rampa los  blancos con Molano a la cabeza apretaron el paso, Zapatica se logró pegar  y pronto el grupo le sacó una luz a  Orlando y a  Alejo, mientras más atrás Alfredo sufría tratando de acomodarse a la “panadera”.

La cuesta tiene 7 kilómetros y ya a los tres los blancos vieron como quedaban solos pues Lucho Zapata y Pachito perdieron la rueda. Orlando salió en busca del lote puntero tratando de que Pacho se le pegara y con la esperanza de que Alfredo pudiera dominar su bici, logró alcanzarlos y se dedicó a hacerles trabajo de presión sicológica haciéndoles creer que Pachito venía a su lado, para que mermaran el paso a la espera de su equipo. Alberto gritaba: "Mentiras el pacho viene quedado..."

Chucho empezó a desfallecer  pero pronto tuvo las camisetas de Alberto Otálora y de Molano para resistir los kilómetros faltantes.

Atrás Pachito se colgaba del carro de Alberto, mientras Leticia, la esposa de Alberto,  le decía que de pronto este se enojaba.  Alejo le ofreció su camiseta a Zapata para remolcarlo pero este en un acto de dignidad le respondió: “Déjeme que yo puedo solo hermano...”. Alfredito seguía atrás sufriendo pero cerca ya de Alejo y de Zapata.

Adelante Orlando se cansó de fregarles la vida a los blancos y en el kilómetro final arrancó y paró unos metros antes de la meta al ver que ya no había nada que hacer, Pachito quien venía de su segunda o tercera remolcada llegó. El equipo Blanco pasó la meta completo y se anoaron los 5 puntos en juego. Pasaron los dos azules  y luego si llegó Alfredo para completar a los verdes que obtuvieron tres puntos. Los azules ganaron dos unidades.

Luego bajaron hasta Ráquira para refrescarse y buscar las pistas para  luego tomar rumbo a  Sutamarchán.  

Entre tanto, otro grupo trabajaba en la vía a Villa de Leyva:

Tercera   Ruta:

Sutamarchán - Villa de Leyva



Partieron los siguientes corredores: Blancos: Hugo Gutiérrez, Alberto Rivera, Víctor Portela,  Eduardo Matíz, Jorgito Peña y Elvis Portela. Azules: William Trejos, Esther Rueda  y Armando Torres. Los Verdes que no tenían para el trayecto más que  a  Anita contrataron a  William Bolaños y a Pedro Luque. Carlos Galindo estaba fichado para este equipo verde, pero no llevó a su consentida (la bici)

Los competidores se enrumbaron hacia Sáchica,  Anita tomó la delantera pero su equipo la convenció de que era inútil hacer el gasto tan temprano. A  los pocos kilómetros a Jorgito Peña se le cayó la cadena, en ese momento en el fragor de la competencia los competidores siguieron de largo, se destaca la actitud de William Trejos y de Alberto Rivera quienes  trataron de auxiliarlo, pero ante la presión de sus grupos y dado el daño mecánico continuaron al ver que el carro acompañante de Albita llegó y que Elvis Portela (hijo de Víctor) se sacrificó y se quedó.

Superado el impasse el grupo siguió con los blancos a la cabeza. Al inicio de la subida los blancos tomaron la punta, atrás Anita y Wiliam Bolaños y más atrás Esther que esperaba a Armando quien sudaba la gota  tratando de empujar a William Trejos. Pedro Luque subía a su paso.

Los blancos coronaron la cima y vieron que la meta la había ubicado Florencia en la bajada y aceleraron el paso para obtener los 3 puntos en juego. Anita y William Bolaños los precedían pero no podían pasar pues les faltaba Pedro Luque. 

Los azules lograron compactarse y sintieron que podían ganar el segundo puesto, pero Pedro Luque recordó sus años mozos y les ganó en los últimos metros de subida y se descolgó hasta la meta donde lo esperaba el resto de su equipo que se llevó los dos puntos por el segundo lugar. Los azules se tuvieron que resignar con un puntico.

Peñita se subió al carro mientras arreglaba su bici, pero luego decidió continuar y logró llegar hasta la meta en una demostración de físico increíble. Elvis Portela siguió, pero como no conocía la ruta siguió por la vía a Samacá.

Algunos ciclistas que habían colocado sus tenis en el carro de Albita, tuvieron que hacer el recorrido para buscar las pistas a pata pelada pues el vehículo se había quedado con Peñita.

 Luego de refrescarse y de llenar el formulario de la prueba recreativa diseñada por Alvarito Campo (para las tres rutas), los tres equipos bajaron para el reencuentro en Sutamarchán.

Todos los equipos respondieron acertadamente el cuestionario por lo cual ganaron dos puntos.

Con estos resultados la Tabla queda como aparece arriba  a la derecha, los blancos  son los nuevos flamantes campeones de la XIX Clásica de la Amistad 2009. Subcampeones los Azules y Verdes tercer lugar.

Premiación y fiesta de despedida

Una vez finalizada la Clásica como ha sido tradicional en CicloBR tuvimos la ceremonia de premiación y la fiesta de despedida que estuvo amenizada por Los Provincianos un conjunto típico de música carreguera que puso a bailar a los de la tierrita como Jacinto Cuta y Pacho Morales. Ildefonso García, hizo una demostración de dotes como bailarín de la música carranga, aquí lo pueden apreciar en pleno show>> . Ahora observen la depurada técnica de Pachito Morales ver video>>

Tuvimos hasta concurso de Karaoke, en donde descubrimos a una pequeña estrella, Sofía hija de Alberto Otálora y Leticia quien cantó en forma perfecta en karaoke La camisa Negra y se ganó los tenis que donó Melki. Pachito Morales resultó bolerista, el público lo bautizó "el chiquito de América". Alberto Rivera lo intentó y se llevó un premio de consolación así como la suegra de Ildefonso.

Al escenario pasó un trío estrellado, Esther, Anita y William Trejos, pero resulatron más desafinados que un piano de barro. Recibieron un fuerte abucheo pero tuvieron la valentía de pasar a hacer el oso.

En la mañana del domingo, William Bolaños madrugó y se fue hasta el Alto d elos Arrayanes, pues quería saber que tan dura era esa cuestica.

Un grupo de ciclistas y familiares decideron hacer una caminata al Monasterio Santo Ecce Homo, pese a que el guía era Sutano (de Sumamarchán) los hizo caminar más de la cuenta al escoger un camino de regreso equivocado.

Agradecemos al Banco de la República por los premio que donó para los ciclistas afiliados al CDCH, y a nustros patrocinadores Servicios Informáticos, a Mann Accesorios, a Florencia y y a People Casual por su colaboración con la premiación.