Bogotá, diciembre 25 de 2011.
Hola amigos y amigas, esperamos que hayan pasado una Felíz Navidad. Mientras reanudamos las crónicas ciclísticas, un tema que nos afecta a todos:
QUÉ VAMOS A HACER CON BOGOTÁ?
Los habitantes de Bogotá estamos a punto de enloquecer con el tráfico. Desplazarse de un punto a otro a cualquier hora es una odisea, las vías permanecen congestionadas, por la cantidad de vehículos particulares, taxis y motos, a pesar de que no circula la totalidad del parque automotor por el famoso "pico y placa".
El Transmilenio, la solución al transporte público al que le apostaron nuestros últimos alcaldes vive atestado en horas pico y está a punto de colapsar; en horas valle es demorado, dado que sacan de circulación un buen porcentaje de buses articulados, con lo cual los usuarios deben esperar hasta 15 minutos por una ruta. Para completar se convirtió en el blanco preferido de estudiantes, y trabajadores que lo bloquean para que les atiendan sus peticiones. Un bloqueo en cualquier estación, en minutos afecta a todo el sistema.
 |
Mauricio Gómez en predice que el Transmilenio colapasará en poco tiempo.
Nadie duda que Transmilenio para la ciudad es mejor que el caos de busetas y buses, pero como medio de transporte público es un complemento a la verdadera solución al transporte masivo: EL METRO. un medio de transporte masivo ágil y ecológico. De hecho Bogotá es de las poquísimas ciudades grandes de Suramérica y del mundo que no cuenta con ese medio de transporte.
Los políticos siempre han antepuesto el costo del metro, paradójicamente quienes no usan el transporte público son quienes toman las decisiones con los magnates del transporte, sin contar con los usuarios y verdaderos dolientes que son quienes luego sufren los apretujones, demoras y esculcadas en Transmilenio.
La opción más clara y cercana de tener un metro la tuvimos en Bogotá bajo la administración del Alcalde Hernando Durán Dussan en 1981. En esa época se hizo el más completo estudio; planteaba una primera línea para entrega en 1986. Seis países enviaron propuestas entre ellas el Japón que lo construía bajo la modalidad de concesión si se lo entregaban en administración por 20 años (hasta el 2006). Costaba en ese entonces USD$797 millones. Hoy Bogotá tendría metro con cuatro o cinco líneas en operación, pero adivinen a quienes no convenía ese sistema de concesión?
En 1988 durante el gobierno de Virgilio Barco se anunció la negociación con la firma italiana Intermetro para la construcción del Metro. Nuevamente y como cosa rara, todo quedó en veremos.
Durante el gobierno del alcalde Juan Martín Caicedo Ferrer se logró establecer un acuerdo con el Gobierno Nacional, pero por enésima vez el tiempo de su alcaldía se les fue en la discusión y estudios sobre la financiación y naranjas, nos volvieron a dejar mam...do.
Luego vino Alcalde Peñalosa, un buen alcalde, pero lamentablemente enemigo a ultranza del sistema Metro. Obviamente fiel a sus principios prefirió seguir contaminando la ciudad con el sistema Transmilenio y sus geniales, costosas y efímeras losas. Hoy la gente viaja un poco más rápido que en las busetas (parados y sin musiquita), pero como en latas de sardinas. Por eso el remoquete de "transmilleno"
Los alcaldes Mockus y Garzón tampoco tuvieron visión y continuaron con el trasmilleno (a ritmo más lento).
El Pico y placa, sistema de restricción vehicular que se implantó en 1998 durante el gobierno del alcalde Enrique Peñalosa, supuestamente de manera transitoria mientras buscaban soluciones y se construían nuevas vías, lleva ya 13 años. En ese lapso, no solo no hubo nuevas vías, si no que dejaron acabar las que había y las achicaron con los carriles para Transmilenio. Gracias al pico y placa, se cuadruplicó la cantidad de automóviles en Bogotá, pues la gente que podía compró dos o más autos. Las empresas fomentaron la adquisición masiva de motos para sus mensajeros; el bajo costo de estos vehículos, la exención de impuestos y la facilidad de pago ayudó a que se vendieran por millares con lo cual hoy son un dolor de cabeza y un factor de riesgo vial, contaminación y congestión que nadie se atreve a controlar.
Finalmente apareció otro genio que superó de lejos a Peñalosa, el inolvidable Samuel Moreno, quien prometió un metro, En tres años Moreno y los Nule desfalcaron la ciudad, y la dejaron sin metro, sin más líneas de transmilenio, con un pico y placa más restrictivo, con las vías y andenes destrozados; una urbe caótica gracias a todas las obras que iniciaron simultáneamente solo para que los contratistas recibieran su anticipo y luego, si te ví no me acuerdo.
Ahora llega el nuevo Alcalde, Gustavo Petro, parece que quiere continuar con la idea del metro, el sistema integrado de transporte, las avenidas con peajes, en fin con el parece que vienen "proyectos" importantes, todos de largo y mediano plazo en lo que llaman el “Plan Maestro de Movilidad” PMM.
La solución de más corto plazo que menciona el nuevo burgomaestre es el cacareado Sistema Integrado de Transporte (SIT), programa que lleva en discusión casi 10 años, difícil de poner en práctica pues toca intereses del poderoso gremio del transporte en Bogotá. Finalmente les adjudicaron rutas por 23 años en condiciones onerosas para la capital. Amanecerá y veremos...
El SIT, que elimina buses, busetas y microbues (realmente se logrará?) utilizará buses inteligentes y ecológicos ?. o de pronto que pronto operarán en China?, Lo dudamos, seguramente, continuaremos con los buses chatos alargados y envenenándonos con gasolina y diesel, gracias a nuestros alcaldes y magnates del transporte quienes toman las decisiones sin la participación de los verdaderos usuarios del transporte público.
Con tantas ideas y soluciones ecológicas para transporte masivo que existen en el mundo, y terminamos aprisionados en dos buses rojos chatos pegados movidos por el diesel con más contenido de plomo en el mundo, rodando por vías de cemento que se quiebran rápidamente pero que son una mina de oro para quienes suministran el cemento y las reparan.
Qué tristeza, mientras los bogotanos nos asfixiamos con la contaminación y estamos al borde de la locura con los trancones, Medellín, la segunda ciudad de Colombia, tiene su metro funcionando desde 1995. Porqué allí si se pudo construir?. Se quebró la ciudad ?. se dejaron de hacer otras obras de infraestructura o sociales?. NO!!. Por el contrario ordenó y proyectó la ciudad.
Para el metro de Medellín, en 1979 se iniciaron los estudios de factibilidad técnica y económica, En 1980 el proyecto se sometió a consideración del Gobierno Nacional y se aprobó en diciembre de 1982. En 1984, se contrató la construcción con firmas alemanas, francesas y españolas. Finalmente, El 30 de noviembre de 1995, inició su operación comercial en un primer tramo, entre las estaciones Niquía y Poblado.
El Metro de Medellín mejoró la calidad de vida a sus habitantes, más comodidad, más seguridad. Además significó un cambio total en la cultura; generó miles de empleos muchos calificados., no los muñequitos de un metro amarillo que Samuelito nos mostraba en TV. y en los cuales se gastaron miles de millones de pesos. Oiga Petro, cámbiele el color al suyo, ese amarillo Polo nos trae malos recuerdos.
Bueno, pero ya paremos de soñar y de lamentarnos, el caso es que HOY Bogotá es una ciudad que no aguanta dos años más de trancones y que requiere medidas urgentes de choque, mientras llega el bendito PMM, el anunciado SIT, las vías con peajes, el tren de cercanías y tantas otras soluciones de mediano y largo plazo.
La verdad no le hemos escuchado a Petro ninguna medida de corto plazo, de aplicación inmediata que permita paliar el caos que enfrenta esta congestionada urbe.
Amigo Petro acá algunas ideas que se nos ocurren así de sopetón, seguro que hay cientos más:
- Prohibir el tránsito de tractomulas, mezcladoras, camiones y vehículos de reparto en horas pico (esta medida estuvo vigente hace muchos años). Porqué los buses intermunicipales atraviesan la ciudad?. Se requieren verdaderas terminales de transporte en las entradas de Bogotá. Que tal la que dejó Peñalosa en la 170 con la autopista?
- Eliminar intersecciones viales (cruces a la derecha e izquierda) y reducir la cantidad de semáforos, para hacer expeditas las vías troncales. No se justifica que en cada cuadra haya cruces para girar y tantos retornos en una ciudad congestionada.
- Se requiere rediseñar las "orejas" pues son causantes de los mayores trancones.
- Poner en cintura a los motociclistas. Es necesario obligarlos a utilizar un solo carril y restringirles el uso de vías como la autopista, la Boyacá o la cra 30, Este tema de la proliferación de las motos es importante, no se entiende por qué no pagan impuesto de rodamiento ni peajes, si un buen porcentaje de propietarios corresponde a empresas que las usan para mensajería.
- Reparar los huecos oportunamente en las vías arterias, pues generalmente son causantes de trancones. Hoy solo los reparan cuando se convierten en cráteres y cuando los sacan en CityTV o en programas de farándula con el payaso midiéndolos.
-
En esta ciudad nadie dirige el tráfico, la policía trabaja en función de comparendos y en los trancones los uniformados viven a la caza de infractores. Nadie está pendiente de si un trancón es causado por un semáforo dañado o mal programado o por un hueco. Si hay un choque la policía tarda horas en llegar, mientras se forman los grandes trancones. Como dicen: Bogotá funciona porque mi Dios es muy grande.
En una ciudad tan grande se necesitan dolientes, es necesaria una administración vial sectorizada. Sería conveniente nombrar funcionarios responsables de la movilidad por zonas de la ciudad, cuya misión sería analizar las causas que generan trancones, y adoptar medidas inmediatas para restablecer la movilidad. Por supuesto responder por resultados, . Que no pase como el caso del saliente secretario de movilidad, Fernando Álvarez, que se quedó tres años en ese cargo sin resultados ni propuestas.La excandidata a la alcaldía Gina Parody proponía escuadrones anti-trancones, no es mala la idea.
-
Prohibir el arreglo de vías en horas diurnas.
-
Continuar con el plan de los andenes en los cuales los vehículos no puedan aparcar.
-
Prohibir totalmente el parqueo de vehículos en zonas que no estén habilitadas con parquímetros.
-
Meter en cintura a talleres y vendedores que invaden las vías para trabajar en las calles. Acá reparan un motor en vías públicas.
-
Volver a las medidas de cultura ciudadana de zanahoria o garrote de Mockus. Se acuerdan de las cebras?. el que las toque paga.
Si todos aportamos con cultura ciudadana y con la inteligencia vial que anuncia Pirry, en algo mejorará esta ciudad.
-
De todas formas, como vamos, llegará el momento en que será necesario restringir el uso de vías rápidas a vehículos con menos de dos pasajeros, para que aprendamos a racionalizar su uso.
Seguramente Ud. tendrá otras ideas. Obviamente como medidas de choque serían transitorias (ese es el peligro, que se queden de por vida), mientras se implementan las de mediano y largo plazo como el metro y nuevas vías. Paralelamente y de manera prioritaria, se debe mejorar el sistema de transporte público, pues si la gente tiene opciones cómodas y seguras, es probable que deje de usar el carro para ir a la oficina.
Ojalá Petro o alguno de sus asesores escuche a los atribulados ciudadanos de Bogotá Por ahora disfrutemos estas semanitas de final de diciembre y comienzos de enero en las cuales Bogotá se desocupa.
Después mucha paciencia pues volveremos al caos y al estrés.
Felíz Navidad y un descongestionado 2012.
|
Hola Orlando, estoy de acuerdo, Bogotá se colapsó, la he encontrado más sucia y con más huecos; aquí pareciera que entre más mal estén las calles y el trafico la gente esta más contenta?????. Asi como han hecho manifestaciones en contra de las FARC, deberían los habitantes de esta urbe hacer una manifestación en contra de la desorganización total de Bogotá. En fin los considero por el caos y deben tener muchísima paciencia para moverse. 
Un especial saludo de Navidad.
Apreciados amigas y amigos: