ALTO DE ICONONZO: PRUEBA SUPERADA!!!

Como recordarán nuestros lectores, el 30 de mayo de 2009, 14 ciclistas integrantes de CicloBR intentamos subir el mítico Alto de Icononzo. solo 6 lograron la meta, por lo cual prometimos volver a intentarlo.

Esta vez 11 pedalistas se le midieron al reto, (8 repitentes): Luis E. Pulgarín, Esther Rueda, Francisco Morales, Edgar Dimián, Jacinto Cuta, Álvaro Campo, Álvaro Cuervo, Armando Torres, Miguel Granados, Orlando Márquez, Hugo Gutiérrez. Nos acompañó en su vehículo nuestra apreciada amiga Florencia.

La vez pasada cometimos varios errores: subir en la tarde cuando el sol aún estaba picante, no llevamos agua en el carro acompañante y salimos sin almorzar. Esta vez arribamos a Melgar el día martes 23 de marzo en la tarde, nos alojamos en una de las casetas del centro Vacacional de Cafam, con el fin de descansar esa noche, aclimatarnos y salir a primera hora hacia Icononzo antes de que “el mono” empezara a calentar.

Cinco de la mañana del miércoles 24, poco a poco los ciclistas se preparan para el reto. Mientras algunos se bañan otros colaboran en la preparación del desayuno, una deliciosa pericada con huevitos donados por Alvarito Cuervo y cafecito con pan.



Quienes no tienen mucha habilidad para las artes culinarias colaboraron en la lavada de la loza, como el caso de Armando Torres quien nos sorprendió con sus conocimientos en ese arte, su esposa Maríangela debe vivir felíz pues no hay nada más jarto que la lavada de los trastos.



Ya cada uno con su disfraz de ciclista, revisa por última vez la presión de sus llantas, el cuentakilómetros, los frenos y llena su caramañola con el líquido que había dejado en la nevera desde la noche anterior.

Todo listo, son ya las 6: 30 a.m. y salimos de la zona D del centro vacacional, nos encaminamos a la salida. La infaltable foto y a trepar se dijo. Son 18 kilómetros exactos desde la puerta de Cafam.



A las 6: 40 a.m. arrancamos, iniciamos con un repecho de 100 metros que nos hace presagiar lo que nos espera.

Luego 2 kilómetros de terreno llano que nos van llevando poco a poco al tramo de 16 kilómetros que son el verdadero problema de esta etapa. Hay tiempo suficiente para pensar y soñar con coronar la cuesta de Icononzo, también llamado Alto de la Cruz.

Al contacto con la primera rampa cada uno va acomodando su piñonería buscando la relación más cómoda, la mayoría lleva 25, 26 y algunos pocos el infalible piñón 28. El clima es aún fresco y el día es algo nubladito para nuestra dicha.

El grupo comienza compacto y así rodamos los primeros kilómetros de la subida. Pronto quedan algo descolgados Álvaro Campo, Álvaro Cuervo que se queda acompañándolo y Armando. Adelante Pulga impone el paso a su lado el nuevo Pacho que lleva aún piñón 21 y Esthercita.

Más atrás Hugo Gutiérrez, Orlando y Dimián escoltados por Jacinto y Miguel. Llevamos casi cinco kilómetros de rampas continuas que cada vez parecen más duras, pareciera que se aparecen de repente para amedrentarnos e impedirnos llegar a la cumbre. Pero se encuentran con un grupo que va dispuesto a vencer esa resistencia.

El grupo delantero comandado por Pulga aprieta el paso, el segundo grupo mantiene la velocidad constante a 7 y 8 kmts por hora, su meta es subir. Hugo Gutiérrez comienza a separarse del grupo delantero pero mantiene una ligera distancia del segundo, no obstante se nota que en su paso que el tanque de energía está en sus restos, todo indica que la suerte está echada.

En efecto, a pocas curvas nos encontramos a Huguito parado al lado del carro acompañante, tenía sobre su cabeza la nevera de Icopor, era tal su desesperación por el recalentamiento que quiso refrescarse con el agua fría proveniente del hielo derretido. Hasta ahí llegó y optó por continuar en el carro hasta recuperar fuerzas.

La ventaja del primer grupo (Pulga, Pacho, Esther) aumenta paulatinamente pues su ritmo no baja de 8 y nueve por hora. Atrás Orlando y Edgar mantenían su ritmo siempre escoltados por Miguel y Jacinto que les daban instrucciones sobre la parada en pedales y sobre la respiración. Jacinto era el que más hablaba, luego nos comentó que era “una táctica sicológica” para darnos ánimo, más sabe el diablo por viejo....

Faltaban cinco kilómetros aproximadamente para la meta, atrás Armando y los Álvaros se esforzaban por mantener el ritmo. Jacinto decidió esperar a Armando, le dio indicaciones sobre la distancia que le llevaba el grupo siguiente y el ritmo, esto lo animó a acelerar el paso. Así con su escolta Armando pronto avistó a Orlando y a Edgar y eso le dio fuerzas, pues pasó de largo. Jacinto se quedó con el grupo de Miguel.

Adelante Pulga trabajaba duro para que Esther y Pacho se mantuvieran en el grupo y los animaba resaltando que llevaban una buena luz al segundo lote. Más adelante Jacinto al ver que funcionó su táctica se quedó a esperar a los Álvaros. Ya Cuervo se había detenido a esperar a Campo. Jacinto los acompañó hasta que conectaron al grupo de Miguel, igualmente pasaron de largo.

Diimián y Márquez mantenían su ritmo, pues la meta era llegar no importaba por delante o por detrás de quien. Faltando un kilómetro Edgar aceleró el paso y pasó a Armando que ya estaba con poca gasolina..

Adelante ante la proximidad de la meta Pulga había apretado y coronó en solitario, seguido de Pacho y Esther. Satisfechos vieron como sus compañeros demoraron en llegar. Luego llegó Álvaro Campo. Finalmente coronaron Edgar Dimián y Miguel animando a Orlando.

Hugo quien había descansado algunos kilómetros pasó la meta en su bicicleta.

Todos estaban de acuerdo, la subida es brava, pero el último kilómetro es realmente tenaz, a 500 metros de la meta se aparece una rampa terrible que lo toma a uno desprevenido y sin alientos, pero solo el saber que a pocos metros está ya la anhelada cima de Icononzo, lo anima a uno a proseguir.

Una vez en la cima es indescriptible la sensación que se siente cuando se pone pie en tierra luego de haber sufrido tratando de trepar esos 16 kilómetros. En el trayecto varias veces escucha uno la vocecita interior que le dice: “no sufra más dé la vuelta y baje”.

Toda una proeza, esta vez vencimos todos a la montaña que hace casi un año nos cobró peaje. Misión cumplida y como dicen en los realities, “Prueba superada”. La altimetría de nuestra proeza se representa gráficamente así:

Iniciamos la bajada, es eterna, allí se da uno cuenta de la magnitud de la subida. Finalmente estamos nuevamente en el plano. Miguel nos conduce a una casita en donde según el venden el más delicioso Guarapo de la zona.


Lo probamos un poco prevenidos, la dueña de la tienda nos comenta que es hecho de Borojó y panela. Unos cuántos sorbos son suficientes para comprobar que Miguel estaba bastante equivocado, ese no es el mejor Guarapo de la zona, no señor cómo se le ocurre?, !!ese es el Mejor Guarapo del mundo!!.



Allí, al calor de las totumas, hacemos la plenaria la discusión y comentarios sobre el recorrido y la actuación individual. Para destacar:

En primer lugar la actuación de Esthercita increíble el ritmo parejo y sostenido en la subida, una muestra de coraje y tenacidad. El avance de Pachito que por fin pudo demostrar que su progreso en este año es de admirar. Pulga ratificó que está en su mejor momento ciclístico.

Excelente trabajo y compañerismo de Miguel Granados y de Jacinto, quienes teniendo la capacidad para subir por delante de todos prefirieron sacrificarse atrás para llevar a sus compañeros a la cima. Excelente trabajo de Edgar Dimian que llevaba varias semanas de descanso. Admirable la capacidad de recuperación de Álvaro Campo y de Armando Torres quienes partieron de atrás y ocuparon al final buena posición. Se destaca el sacrificio de Álvaro Cuervo por su amigo Álvaro Campo.

Un esfuerzo increíble de Hugo Gutiérrez quien hacía dos días había sufrido un accidente en su casa de Carmen de Apicalá del cual le quedaron cuatro puntos en su cabeza. Por supuesto es de destacar el trabajo que realizó Florencia escoltando en su vehículo al grupo, y haciendo constantes recorridos de atrás hacia adelante y viceversa para llevarnos agua y animarnos, toda una hada madrina a la que debemos en buena parte esta victoria.

Tuvimos luego casi un día completo para recuperación y para mentalizarnos para un nuevo reto. Prácticamente por unanimidad decidimos volver a repetir la proeza, pues no siempre tenemos la oportunidad de coronar una montaña de esas características. De manera pues que como al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas, el jueves a las 6 y 45 a.m. repetimos la película.



Esta vez algunos decidieron cambiar su táctica, por ejemplo Jacinto salió decidido a medir su tiempo, al igual que Armando quien aprovechó el plano para sacar una buena luz al lote, la cual mantuvo hasta el final. Faltando dos kilómetros vio a su amigo Jacinto despinchando y de malas Jacinto, pues Armando lo ignoró y siguió de largo, no quería perder esta única oportunidad de coronar “de primeras” y lo logró.

El resto del grupo mantuvo la táctica del primer día y otra vez logramos todos vencer esa mítica montaña. Huguito hizo algunos descansos para recuperarse y prácticamente coronó.

Este trinfo sobre la naturaleza, nos anima para afrontar en agosto de este año el reto grande: coronar el Alto de la Línea. A prepararnos pues esto es lo que nos espera. Ver video últimos 4 kmts

Previamente, si Dios nos la presta en junio estaremos trepando algunas montañitas de Boyacá, otros paisajes otro clima…Por favor estén pendientes están todos invitados.


Bogotá marzo 25 de 2010

 

<<Regresar>>


Copyright © 2009 CicloBR. All rights Reserved.